El 2x1 para genocidas: las responsabilidades del macrismo
Por Enrique de la Calle
La marcha convocada por organismos de Derechos Humanos seguramente criticará por igual a los jueces de la Corte Suprema y al Gobierno de Mauricio Macri. Tiene consenso la lectura que indica que fue el macrismo el que estuvo detrás de los votos de Elena Highton de Nolasco, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. ¿Por qué suena muy verosímil esa posibilidad?
Porque desde diciembre de 2015, cuando Macri llegó bailando a Casa Rosada, Cambiemos propuso, si no un cambio de paradigma, un nuevo enfoque en materia de Derechos Humanos muy diferente al que había sido hegemónico durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Hagamos un recuento del camino elegido por el macrismo:
- A días de asumir, el Banco Central desarticuló el área que investigaba la complicidad civil con la Dictadura. En esos días, además, se descabezó el programa de Memoria y Verdad del Ministerio de Justicia. En ese marco, la secretaría Derechos Humanos fue una de las áreas estatales con más despidos.
- Durante meses, el macrismo defendió a Darío Lopérfido, un funcionario del gobierno porteño (en manos amarillas) que dudó de la cifra de los 30 mil desaparecidos en términos despectivos para los organismos de Derechos Humanos y para los familiares de las víctimas: "Es una cifra que se inventó para cobrar subsidios", aseveró. No solo se tardó semanas en separar a Lopérfido sino que ahora el Gobierno le inventó un cargo en Alemania.
- Este año, el funcionario Juan José Gómez Centurión negó la existencia de un "plan sistemático" de desaparición de personas y volvió a poner en duda la cantidad de desaparecidos. Fue ratificado en su cargo.
- El propio presidente Macri se sumó a la ola de ¿sincericidios? sobre la cantidad de desaparecidos y sobre el perfil de la represión: "Fue una guerra sucia", dijo. Antes, en campaña electoral, habló de "acabar con el curro de los Derechos Humanos".
- Se intentó cambiar el feriado (se lo quiso hacer movible) del 24 de marzo. Recién se volvió para atrás con la medida cuando cosechó críticas desde todos los rincones, incluso cercanos, como puede ser el ultraoficialista Grupo Clarín.
- A poco de asumir, en enero de 2016, Macri esquivó una primera reunión con Estela de Carlotto, que fue recibida por Marcos Peña. En simultáneo, el mandatario se fotografió con Héctor Magnetto, dueño de Clarín y hasta ese momento imputado en una causa emblemática de Lesa Humanidad como es la apropiación de Papel Prensa.
- En marzo de 2016, el secretario de Derechos Humanos se reunió en secreto con Cecilia Pando, de quien se conocen sus posiciones negacionistas sobre la Dictadura. Celebró el reciente fallo a favor de la Dictadura.
- Con respecto a las causas de lesa humanidad, el Estado nacional dejó su lugar como querellante en causas de Lesa Humanidad.
- Cuando se conoció la resolución reciente de la Corte Suprema, no sorprendió que la primera voz oficial fuera a favor del fallo. El secretario de DD.HH., Claudio Avruj, se manifestó en esa línea, sin contradicciones. Atentos al impacto político que tuvo la medida, todo el Gobierno giró de posición. En ese marco, el presidente Macri tardó días en expedirse sobre la cuestión.
El recorrido, resumido, permite entender cuál es el contexto político y cultural que vuelve verosímil la hipótesis de que el Gobierno estuvo detrás del discutido fallo. Que hoy en las calles recibirá un rotundo rechazo popular.