El topo infiltrado en el PRT

  • Imagen
    Gabriel Kesler
    Gabriel Kesler
SANTA FE

El topo infiltrado en el PRT

28 Octubre 2024

Se descubrió que un “topo” infiltrado en el PRT sería el partícipe necesario en el secuestro y posterior asesinato de dos abogadas santafesinas en tiempos de la Triple A.

El caso

En noviembre de 1974 el título del matutino Nuevo Diario de Santa Fe, decía: “Estupor ante el asesinato de dos abogadas en nuestra ciudad”. El hecho no era ajeno a ese medio periodístico, ya que Marta Zamaro, una de las abogadas, trabajaba en ese diario y era delegada gremial. Nilsa Urquía, por su parte, era defensora de presos políticos. Las dos habitaban el mismo departamento, eran amigas y militantes del PRT. Ambas estaban en una lista de la Comisión Anticomunista del Litoral (CAL), una versión local de la Triple A, que amenazó de muerte a periodistas de Nuevo Diario.

Este hecho que ocurrió antes de la dictadura cívico militar fue la antesala del terror vivido después con el golpe. El expediente con la investigación del caso en su momento permaneció durmiendo en algún cajón del poder judicial, como reveló el escritor Carlos María Gómez en su novela “Los chacales del Arroyo”. Pero fue a raíz de la decisión de sus familiares que la Asociación de Prensa de Santa Fe se constituyó como querellante en la reapertura de la causa que ahora tuvo una novedad importante según Cintia Mignone, Secretaria adjunta de la entidad.

“Debieron pasar 50 años para que haya un detenido en la causa por la muerte de Marta Zamaro y Nilsa Urquía, y 13 años tras la reapertura de la causa”, afirmó Mignone en la conferencia que la Asociación de Prensa convocó hace unos días para comunicar la información y agregó que en “una investigación muy minuciosa, se llegó a la identificación de quien aparecía como infiltrado en el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Se trata de Gabriel Benjamín Kesler”, partícipe necesario en este y otros hechos vinculados con el accionar represivo ilegal.

La Asociación de Prensa indicó que la persona identificada como infiltrado está detenida hace un mes y medio; negó todos los cargos y se espera que el juez Reynaldo Rodríguez resuelva su situación procesal.

La punta del ovillo: el Plan Cóndor

En el prólogo del libro sobre la Operación Condor de José Luis Méndez Méndez, la analista internacional Stella Calloni señala que “entender la raíz y la matriz del terrorismo de Estado aplicado aquí durante los años 70, y dentro de lo que bien puede llamarse la siembra de las dictaduras que instaló EE.UU. en la región, cabe evaluarlo cómo las necesidades de Washington llevan a urdir y promover la coordinadora criminal de las dictaduras del Cono Sur que resultó ser la Operación Condor…”

Y la punta del ovillo para desentrañar el caso de las abogadas asesinadas, pero también el desmantelamiento de la Regional Santa Fe del PRT, fueron los documentos encontrados en poder de un coronel retirado brasileño, Paulo Malhães, asesinado en Río de Janeiro, quien había admitido su participación en los crímenes de la dictadura. En su casa fue descubierto un documento titulado “Operaçao Gringo/Caco”, que fue entregado a la Comisión Nacional de la Verdad de Brasil y girado posteriormente a nuestro país.

Según la información publicada por Cintia Mignone en un artículo periodístico, en el Anexo N° 11 de ese documento, fechado el último día de diciembre de 1979, se detallan las actividades del PRT-ERP en Argentina, confeccionado por un miembro del servicio de informaciones del Ejército Argentino, infiltrado en el PRT bajo el alias de Mario Maldonado. La investigación realizada por la fiscalía determinó que Mario Maldonado es el santafesino Gabriel Benjamín Kesler.

¿Quién es el infiltrado? Testimonios

La reconstrucción realizada por la Fiscalía sobre la base de varios testimonios e indagaciones indican que el padre de Gabriel Benjamin Kesler era entonces, por la década del 70, dueño de la Talabartería El Bagual, ubicada en 9 de julio y Mendoza de Santa Fe y quien ahora está imputado trabajaba allí. El suegro del entonces joven había sido hasta 1973 el presidente de la Bolsa de Comercio, Alfonso Bonfanti.

El vínculo con la militancia de izquierda, Kesler lo tuvo a partir de su participación en la Federación Juvenil Comunista, la Fede, su hermana Diana -mucho mayor que él y ya fallecida- fue presa política en la dictadura de Onganía. En las redes de Gabriel Kesler, ahora dadas de baja había un escrito de admiración a ella.

Gabriel Benjamín Kesler cursó sus estudios en la Escuela Domingo G. Silva, “el Comercial”, como se lo conocía. Allí conformó una agrupación que se llamó “Frente Estudiantil Secundario Antiimperialista Revolucionario”, al decir de un compañero que militó junto a él en esa agrupación, el nombre era más largo que la cantidad de integrantes que tenían.

En los colegios secundarios de Santa Fe se vivían tiempos de una reivindicación muy sentida en ese entonces, la lucha por el medio boleto estudiantil. Quien militó con Gabriel Kesler nos dice que miembros del PRT se contactan con ellos y tanto Gabriel como él comienzan a militar en el Partido. Se integran a una agrupación estudiantil más grande, conformada por estudiantes de distintas escuelas y colegios. Militan en la Juventud Guevarista y participan en diferentes acciones estudiantiles y obreras, como la de solidaridad a los trabajadores del Frigorífico Nelson, donde son detenidos. Por un lapso de pocos días.

Esto que comenta su compañero de militancia es muy importante porque señala que después de ser liberados no lo vuelve a ver, sin embargo dos meses después, en noviembre del ‘74 se produce la gran caída de militantes del PRT en Santa Fe, incluida la de él, pero no así la de Gabriel.

Otra persona que lo conoció y con quien compartió parte de la escuela primaria y también su militancia en la adolescencia es que tenía algunas actitudes que se desmarcaban del estilo de vida de un militante revolucionario, eran comportamientos liberales o “pequebu”. Pero un dato muy revelador lo da otra compañera de militancia que también fue detenida ese día de noviembre y que pasó varios años presa: “En ocasión de encontrarme con una presa común que estaba detenida por prostitución me pregunta si conocía a un tal Gabriel Kesler, porque solía ir a la boite en la que ella trabajaba, que desparramaba mucho dinero y una vez le mostró una 9 milímetros que le habían dado. También le había dicho que trabajaba para un tal plan Condor. Esto era principios del ’75, yo no tenía idea de lo que era el Plan Cóndor, creo que nadie tenía idea en ese entonces”.

En aquellos tiempos de militancia revolucionaria, donde no se contaba con tantas cámaras de control e identificación de rostros como existen ahora, los “infiltrados” eran muy necesarios para los trabajos de seguimiento, información y delación de militantes. Eran reclutados en distintos ámbitos donde trabajaban o estudiaban, pasando a revestir como Personal Civil de Inteligencia.

Gabriel Kesler mantuvo en sus redes posteos en contra del gobierno actual, como si fuera un militante opositor, lo hizo hasta el 14 de agosto de este año antes de ser detenido. Actualmente esas mismas redes fueron dadas de baja.

La Asociación de Prensa de Santa Fe y los familiares de las abogadas asesinadas aguardan que el juez federal Reinaldo Rodríguez decida el procesamiento de Gabriel Benjamín Kesler, el “topo” que se jactaba de haber delatado a 147 militantes y que ahora está alojado en la Unidad 34 de Campo de Mayo.

El 14 de noviembre próximo se cumplirán 50 años del brutal asesinato las abogadas Marta Zamaro y Nilsa Urquía. También de la desaparición de César Orlando Zerbatto… una pregunta sobrevuela la memoria de estos hechos: ¿Será Justicia?