De eso no se habla: renta extraordinaria, ilícitos y dependencia en el comercio de granos
Por José Pierri (PRO.IN. GRA /FCE/UBA)
Una presentadora televisiva promociona, frente a la pantalla, el dióxido de cloro como un buen tratamiento frente al covid, le tira agua a un funcionario y se ríe de su “ocurrencia”, y nombra al Secretario de Comercio de la Nación, Dr. Roberto Feletti, como el señor “felatio” y sonríe.
Otro ejemplo... el candidato más promocionado en la televisión afirma, sin ponerse colorado, que hay que cerrar el Banco Central, quizás queriendo volver a la Argentina anterior a 1881 cuando el Presidente Julio A. Roca, mediante la Ley 1130 creó el sistema monetario nacional. Una encumbrada dirigente afirmó que las vacunas eran veneno, otros quemaron barbijos en plaza pública y algunos miles coreaban “todos los argentinos somos Vicentin” (afortunadamente la gran mayoría no lo somos). Se dice cualquier cosa, se miente, pero no se habla de cuestiones centrales que definen el presente y futuro de los argentinos...
La última marcha de los sectores “autoconvocados” del agro se encargó de “colgar” muñecos en las rejas de casa de gobierno que representaban al presidente de la nación y otros funcionarios y reclamaron que “les devuelvan la república”, pero no se refirieron a problemas centrales que hacen a la marcha del sector y del país.
No solo los “autoconvocados” no hablan de ciertas cuestiones, las entidades del agro integrantes de la Mesa de Enlace, la mayoría de los dirigentes políticos, y aún los sectores académicos que investigan la marcha del agro, no abordan el estudio de las consecuencias del alto costo para acceder al uso de la tierra para la producción agraria ni la magnitud del comercio en negro de granos (y la consecuente evasión de impuestos internos y externos) y la relación entre el carácter dependiente de la economía argentina y la producción de granos.
Hay que preguntar a los “autoconvocados” e integrantes de la Mesa qué opinan sobre los contratos anuales por el uso de la tierra por lo que se cobra una cifra cercana al 40 o 50% de los producido en granos (renta extraordinaria cuando hoy la soja supera los u$s 600 la tonelada). ¿Qué papel tienen los dueños de la tierra en la producción? ¿Invierten en el país sus ingresos y propenden al desarrollo económico y progreso social? Son preguntas y debates que evocan a los escritos de los padres del liberalismo, Adam Smith y David Ricardo, quienes, hace más de 200 años, enjuiciaron el papel de los sectores rentistas sobre el desarrollo industrial de Inglaterra (cuando se eliminaron los privilegios de la Ley de Granos en 1846 se consolidó el crecimiento industrial). ¿Quién habla del papel de la renta agraria en Argentina ? Casi nadie.
¿Qué opinión tienen las entidades del agro sobre el comercio ilícito de granos? Se calcula que cerca de un 30% de la producción se comercializó bajo esa modalidad en las últimas décadas. Todos conocen el fenómeno....pero no hablan de esas prácticas que buscan evadir el pago de impuestos internos y no afrontar el pago de derechos de exportación y la obligación de liquidar las divisas de exportación al tipo de cambio oficial.
Cómo no hablar del tema si es la principal fuente de ingresos de aquellos que lo practican, sean productores, acopiadores, cooperativas o grandes multinacionales exportadoras (el comercio ilícito atraviesa a todos los actores que lo practican). Eludir el pago de impuestos internos y principalmente los derechos de exportación y no liquidar las ventas en el Mercado Único de Cambios posibilitan ganancias extraordinarias a los que lo ejercitan. ¿Cómo se reparten esos montos extraordinarios? ¿Qué precio de los granos reciben los productores? ¿El precio “lleno” del comercio internacional o el de pizarra de las bolsas? ¿Cuántos de los dólares provenientes de las exportaciones no ingresan al país? ¿Cómo se fiscaliza la carga de granos en los buques? ¿Cómo se controla la liquidación de las declaraciones de exportación? (En particular de los volúmenes de cargas que se exportaron entre 2015 y 2017, cuando se les extendió el plazo de liquidación a los 5 y 10 años, para que luego, de manera incompresible, el gobierno anterior eliminara la obligación de liquidar en el país las divisas provenientes de aquellas ventas).
¿Cuál es la opinión de los representantes del agronegocio sobre los casi 500 millones de litros de glifosato que todos los años se vierten sobre los campos y los problemas de contaminación y sanitarios derivados? ¿Qué opinan sobre el muy fuerte aumento del costo de producción en fertilizantes y herbicidas derivados del control de un puñado de grandes empresas sobre la provisión de esos insumos?
Todas esas preguntas aún no merecieron respuestas de los autoconvocados ni de las entidades representativas del agro, pero son necesarias para realizar un debate serio sobre el funcionamiento del sector, su rentabilidad y, en términos más generales, el presente y el futuro económico del país.
Otra cuestión de la que no se habla (hace varias décadas) es la referida al carácter dependiente de la economía argentina y de la producción de granos en particular. La mayoría de las opiniones asumen, tácitamente, que en el mercado mundial de granos rigen las reglas del libremercado que premia la eficiencia y permite la óptima asignación de recursos. Así se llega a la equivocada opinión que la conquista de mercado en el mundo se logra a través del carácter schumpeteriano/emprendedor de los productores argentinos. Por supuesto... no se consiguen mercados si la producción fuera ineficiente, pero no es la única y principal razón para capturar en el pasado el mercado soviético y en los últimos años los de China, India, Bangla Desh, Vietnam y otros países.
Razones de política internacional, en especial el grado de subsidios a sus exportaciones en los Estados Unidos y las ayudas al agro en los países europeos, las sanciones económicas a la URSS en 1980 y a Irán en 1979, las resoluciones de las Rondas del GATT/OMC , fueron ejemplos, entre otros muchos, de cómo sucesos internacionales determinados por países con mayor poder económico y capacidad de definir el funcionamiento del mercado influyeron sobre los niveles de producción local a lo largo del tiempo.
Más allá de los distintos gobiernos hubo sucesivos récords de producción de granos. Se sucedieron bajo la dictadura y en las presidencia de Raúl Alfonsín, Carlos Menen, Néstor y Cristina Kirchner, Mauricio Macri. Las distintas administraciones ensayaron políticas encontradas, con o sin retenciones a la exportación, con o sin obligación de liquidar en el país las exportaciones, etc.; hechos que parecen demostrar que la posibilidad de demanda efectiva en el mercado internacional influyeron más que las políticas internas sobre la exportación y producción de granos.
Volviendo al comienzo de este breve texto...el debate político en general y agrario en particular transita por un pobre nivel, queda limitado al insulto, las medias verdades o las mentiras descaradas. Al imponerse los temas y reglas del debate en consonancia con intereses de sector se dejan fuera del debate las reales cuestiones importantes... de esas poco o nada se habla.