Mariano Fraschini: “Nos encontramos en un período de inestabilidad política en Sudamérica, que la pandemia ha profundizado”
Por Juan Cruz Guido
Mariano Fraschini es licenciado en Ciencias Políticas (UBA) y magíster y doctor en la misma materia por la UNSAM. Es docente en ambos establecimientos de educación superior y del Doctorado de Ciencia Sociales de FLACSO. Se especializa en temáticas vinculadas a los procesos políticos de Sudamérica y a los liderazgos presidenciales de la región. Acaba de publicar un libro, junto a Santiago García, que profundiza en estos objetos de estudio: “Liderazgos en su laberinto, cómo ejercen el poder los presidentes sudamericanos del siglo XXI”. En dialogó con AGENCIA PACO URONDO, analizó la coyuntura regional.
Agencia Paco Urondo: ¿Qué te llevó a escribir el libro e iniciar esta investigación?
Mariano Fraschini: Este libro es producto justamente de una investigación del grupo que, con Santiago García, licenciado en Ciencias Políticas, conducimos en la Universidad de Buenos Aires, que se llama "Estabilidad e inestabilidad de los liderazgos presidenciales del siglo XXI". Ese es el embrión del libro. Es decir, el grupo de investigación tiene por objetivo principal analizar los liderazgos presidenciales de nuestra región sudamericana en el siglo XXI a partir de un marco teórico, que es el marco teórico que inicia María Matilde Ollier, recientemente fallecida lamentablemente, y que junto a Nicolás Tereschuk y el propio Santiago García hemos alimentado, hemos reformulado, para hacer un marco teórico más robusto, para poder, como decía, abordar a los distintos liderazgos presidenciales de nuestra región.
Dicho esto, los casos que nosotros tomamos son indistintos en términos ideológicos. Analizamos liderazgos tanto de izquierda como de derecha. Es decir, los del giro a la izquierda del siglo XXI, desde Chávez en adelante, y los que emergieron a partir de Macri o que convivieron como el caso de Uribe con el giro a la izquierda. En ese sentido, ese es el objetivo que tenemos en el grupo de investigación y lógicamente es la motivación principal que dio origen al libro que salió este año.
APU: ¿Qué características hacen a los liderazgos latinoamericanos de este siglo?
MF: Nosotros tomamos como geografía Sudamérica y pensamos que Latinoamérica, específicamente América Central, y por qué no México, tienen particularidades específicas que de alguna forma no son similares a las que se pueden dar en la región sudamericana.
Aclarado esto, nosotros lo que observamos, y eso es un poco nuestra tesis principal, de la cual venimos haciendo hincapié y estudiando estos últimos tres últimos lustros, es que observamos que hay dos casos polares en nuestra región. Nosotros vemos que los presidentes o se reeligen, nosotros llamamos a este fenómeno estabilidad presidencial, o no logran terminar su mandato y esto lo llamamos inestabilidad presidencial. De ahí el nombre del grupo, "Estabilidad e inestabilidad presidencial", porque no es del presidencialismo, no es del sistema. La estabilidad o la inestabilidad es del propio presidente.
La democracia se ha mostrado en Sudamérica robusta en sus últimos 40 años, desde que Ecuador recupera la democracia en el 79 para acá, salvo excepciones muy cortas como el golpe de Estado en Ecuador, que es muy corto o el de golpe de Estado reciente en Bolivia, no hay casos de interrupción constitucional con los militares, con lo cual hay muchos episodios de impeachment, lo que se llama juicio político o renuncias anticipadas, pero con el presidencialismo, con la democracia manteniéndose. Entonces las características que nosotros creemos que es la que de alguna forma es inherente inclusive a la dinámica política sudamericana es ésta: tener presidentes polares. Presidentes estables que se reeligen, que concentran poder político, que puede ser por derecha o por izquierda. Puedo nombrar desde los neoliberales Menem o Fujimori y el giro a la izquierda, tanto de Chávez como de Evo Morales, o como del propio Rafael Correa y los Kirchner. Y tenés también inestabilidad presidencial. Sí que también hay de derecha e izquierda, insisto con esto. Puede ser por un lado de los neoliberales, Collor de Melo, Carlos Andrés Pérez, Bucaram en Ecuador, Cubas en Paraguay, De la Rúa en Argentina. Pero también los tenés de giro a la izquierda, Lugo en Paraguay, Dilma Rousseff en Brasil. Inclusive podemos extenderlo en este caso a América Central, ya que hablamos que estamos en esta coyuntura, el caso de Zelaya en Honduras también. Por lo tanto, esa es la característica notoria particular que tiene nuestra región.
Tiene una democracia presidencialista, que nosotros consideramos de baja institucionalización, con reglas lábiles, con leyes que se cumplen parcialmente, con normas que se interpretan esa reinterpretan y con fuentes extra partidarias como son los empresarios, los sindicatos, los movimientos sociales y los militares que tienen una importancia tremenda en la dinámica política sudamericana. Que también habitan una fragmentación inter e intra partidaria, como característica de esta democracia que hace que estos liderazgos cuando acumulan recursos de poder pueden convertirse en presidentes concentradores y cuando no, se convierten en presidentes inestables.
APU: El trabajo incluye el análisis de liderazgos de diversas procedencias ideológicas, ¿hubo algo puntual que te interesaba en ese contraste?
MF: Lo que nosotros nos parece es que el verdadero contraste está obviamente en lo ideológico, pero más en cómo ese presidente, en un mismo escenario institucional, logra reelegirse o no. Ejemplos: Argentina, Menem-Kirchner versus Alfonsín-De la Rúa. Venezuela, Chávez-Carlos Andrés Pérez. Bolivia. Evo Morales-Sánchez Lozada.
APU: ¿Qué relaciones (similitudes o diferencias) pudiste establecer entre los mismos?
MF: Las similitudes obviamente se dan lo que nosotros estamos estudiando: en el ejercicio del poder. Nuestra investigación apunta a cómo gobiernan los presidentes sudamericanos en el siglo XXI. Para ver cómo gobierno tenemos un marco teórico. Como te dije, de María Matilde Ollier, que nosotros reformulamos.
Y en esa reformulación agregamos recursos de poder, que es para nosotros la forma de poder comprender. Cuanto más recurso de poder vos tengas, cuanto más recurso de poder adquiere un presidente, más se consolida su posición política institucional. En cuanto menos recursos de poder tengo un presidente, más desventajosa es su posición política, institucional. Ergo un presidente con pocos recursos, con una posición política institucional débil es muy probable que ingrese en este fenómeno de la inestabilidad presidencial, que pueda salir antes de tiempo. En cambio, un presidente que tiene recursos de poder amplios, generosos, que haya adquirido durante el ejercicio de su poder político o haya heredado por ahí de otro momento histórico, de un presidente anterior, consolida su posición institucional, por lo tanto, tiene más posibilidades de reelegirse o mantenerse y no caer en la inestabilidad. Las diferencias y semejanzas están ahí.
APU: García Linera ha referido cómo olas los cambios en la conformación ideológica de los gobiernos, de progresistas a conservadores, de gobiernos heterodoxos a ortodoxos económicamente, neoliberales. ¿Qué análisis pudiste aproximar en este sentido? ¿A qué se deben estos cambios?
MF: Sin lugar a dudas, Sudamérica puede dividirse por etapas históricas en forma muy nítida, desde la recuperación democrática de los años '80. Es decir, si uno tiene que definir históricamente, qué implicaron la década de los '80, es la década de la transición a la democracia. La transición de un gobierno dictatorial, autoritario, a un gobierno democrático. Y todos los gobiernos de los países sudamericanos fueron en la misma línea, excepción de Venezuela y Colombia, que no tuvieron ruptura institucional. El resto sí. En segundo lugar, la década del '90, producto de la crisis de finales de los '80, puede ser definida como neoliberalismo. Sin lugar a dudas, todos los países fueron en esa dirección. Inclusive los estables, con presidentes estables y los inestables. Tenemos el caso de Brasil, que tuvo un presidente inestable Collor De Melo y uno estable Cardoso, pero ambos fueron hacia el neoliberalismo. En tercer lugar, la tercera etapa, producto también de la crisis económica de finales de los '90, principios del siglo XXI, es la de giro a la izquierda que inicia Chávez en febrero de 1999, que es la más extensa porque dura prácticamente 15 años. Con presidente es estable y un mismo partido gobernando, el PT casi 16 años. El kirchnerismo 12 años. El chavismo más de 20 años. Etapa histórica excepcional.
Por otra parte, nuestra región a partir de 2015, en mi concepto coincide con la idea de la ola, siempre y cuando eso no implique un determinismo a priori. En esta etapa hasta hoy, en estos seis años lo que caracteriza es la imposibilidad de caracterizar la etapa. En términos ideológicos o en términos de alguna característica, salvo la que yo considero que es la inestabilidad. En este caso política, no tanto presidencial, sino política. O al menos, para decirlo de forma más precisa, la insatisfacción con los gobiernos de turno. Qué se expresa que, en las últimas elecciones, mayoritariamente, al menos según tengo contado, 9 sobre 13 países, ganaron candidatos opositores en las elecciones presidenciales. Repito, 2015-2021.
APU: ¿Qué papel juega la idea de laberinto en el título, en relación a esto último?
MF: Me quedaría en la última etapa, esta que estamos viviendo. Este sexenio 2015-2021, en el que observamos que realmente los liderazgos presidenciales están en un gran laberinto y es un laberinto en el que le está costando salir por cuestiones primero económicas, pero por sobre todo políticas. Muy pocos presidentes gozan de una importante popularidad. Muy pocos, se pudieron reelegir. De hecho, el único que se reeligió en Sudamérica es Maduro. Con polémica incluida, con muchas críticas de la oposición. Sabemos lo que implican en el imaginario de nuestra región, el chavismo, y como te dije, una rápida circulación de las elites políticas. Un rápido ingreso, expectativa y rápidamente frustración. No es casual que en este contexto Macri, el que iniciaría esta última etapa, etapa repetir muy difícil de definir por sus contornos, pero con elementos que son la insatisfacción con los gobiernos de turno y el premio a la oposición. Al menos es votada siempre la oposición. Macri fue el primer presidente en Sudamérica en la historia que no puede reelegir. Esto está marcando algo más que un hecho histórico. Está marcando esta insatisfacción popular de la ciudadanía con los gobiernos de turno. Con los gobiernos que no logran satisfacer las demandas de su población.
Yo que la pandemia profundiza esto, que ya venía. Entonces hoy los liderazgos realmente hoy están en un laberinto. Tendrán que ver cómo salir de él y cómo convertirse en presidentes estables. Y para convertirse en presidente es estables, la generación de recursos de poder resulta clave.