El imperio de Elon Musk: ¿Qué es Tesla Inc?
Por Leandro Andrini (*)
Tesla es una empresa que diseña y comercializa vehículos eléctricos, tanto como las componentes de los mismos, y muy en particular baterías de iones de litio. Acaba de dispararse en la bolsa y es la empresa insignia de Elon Musk (E.M.).
Así como el fordismo revolucionó la industria automotriz, incluida la forma de producción (taylorista), con Tesla se pretende una revolución de características similares. Su plan de transición a “transporte ecológicamente sustentable” la posiciona como líder a nivel mundial en el rubro. Dicho de otra manera, el corazón de la compañía está en la combinación entre ingeniería-diseño para que el vehículo eléctrico, creado modularmente, sea compacto, versátil, y de una cantidad menor (considerablemente menor) de piezas móviles que cualquier vehículo de propulsión derivada de petróleo.
Puede decirse que la automotriz Tesla utiliza motores de Tesla (en el sentido de motor eléctrico de fases, inventado por N. Tesla) para hacer funcionar a sus automotores. Pero vale agregar el número de patentes desarrolladas por la compañía en cuanto a estos sistemas y motores eléctricos, lo que la convierten también en una avanzada empresa de desarrollo tecnocientífico. Así no produce saltos cualitativos solamente en el aspecto automotriz, sino a toda una nueva tecnología de potencia media que puede ser utilizada a nivel industrial al momento del recambio energético por el colapso del fin del petróleo.
Paréntesis: considerando lo que cuesta que un auto eléctrico gane potencia (velocidad) hace imposible que esta energía sea usada para aviones, por lo que toda esa línea de transporte aéreo quedará caduca. Las investigaciones / incursiones de SpaceX (otra empresa del dueño de Tesla) pueden estar más ligada a transportar personas de New York a París, por poner arbitrariamente destinos, que verdaderamente al objetivo que declaran (colonizar Marte, por ejemplo). Lo que se conoce como “cohetería” utiliza combustibles alternativos, incluso en fase experimental.
Volviendo a los automóviles Tesla, tampoco debe despreciarse el alto grado de informatización de los mismos, los cuales requieren amplios avances en desarrollos de hardware y software, y en este último aspecto todo lo concerniente a algoritmos y machine learning.
Algunos de los prototipos de Tesla se “autoconducen” liberando a quienes están al volante de la fatigosa tarea mientras emplean el tiempo para descansar, leer, mirar TV o el celular, entre otras actividades. Esto requiere sistemas complejos de acceso a la información en tiempo real, grandes avances en inteligencia artificial y sistemas algorítmicos de toma de decisión. Estos prototipos, que aún no están al alcance masivo, marcan una vez más sistemas de flexibilización, bajo la axiomática que toda condición humana puede ser remplazable por una tecnología de error controlable (sistemas informáticos de control).
Paréntesis: aquí vale la pena nombrar otras dos de las empresas de E.M. La primera es OpenAI (Open Artificial Intelligence): cuyo objetivo es promover y desarrollar inteligencia artificial amigable para beneficio de la humanidad toda. La otra es Neuralink, una empresa de nanobiotecnología que tiene como objetivo integrar el cerebro humano con la inteligencia artificial. Esto es, la investigación en dispositivos que puedan crearse e implantarse en el cerebro de manera de fusionar software con redes neuronales biológicas y optimizar funciones.
Tesla también supuso la propia tienda de venta on-line de sus productos. Los clientes tratan directamente con la “fábrica” y no hay puntos intermediarios y/o franquicias que se quedan proporcionalmente con un porcentaje de ganancias. Así es a la vez, fabricante y concesionario, amortizando todo gasto.
La tecnología del litio
En el área de la investigación básica en química-física, la investigación en baterías de litio disputa el podio con las nanociencias – nanotecnologías. En 2019 fueron galardonados con el Premio Nobel de Química John B. Goodenough (Universidad de Texas, USA), M. Stanley Whittingham (Universidad de New York, USA) y Akira Yoshino (Universidad de Nagoya, Japón), a quienes se les atribuye ser los “creadores” de tal tecnociencia. Esto marca la importancia dentro del esquema académico que tiene el mundo económico .
Tesla fabricó el primer automóvil de serie que usando baterías de iones de litio obtiene una autonomía de más de 300 km. Esto fue el mayor impacto que causó frente a sus competidores inmediatos los que apenas superaban la centena en kilometraje. El desafío que tienen por delante es la disminución en el tiempo de recarga de este tipo de baterías.
En Nevada se encuentra la fábrica con la mayor superficie en planta del mundo y la segunda en volumen tras la de Boeing en Washington. Esta fábrica es la de baterías de litio de Tesla que, por otro lado, produce más baterías que la suma total de baterías que se producen en el resto de las fábricas del mundo. Aquí la capacidad de producción real, instalada, que hace a la fortuna de E.M.
Nuevo paréntesis: recordemos que las baterías de litio están presentes desde hace más de una década en nuestra vida cotidiana a través de los celulares, a través de las computadoras portátiles, entre otros elementos de alta tecnología que utilizamos. Desde este punto de vista, Tesla (es decir, E.M.) tiene un mercado cautivo, frente al que cualquier “lockout” hace temblequear al sistema de producción general, y al informático-comunicacional en particular.
Otra empresa de Musk, SolarCity Corporation
Se trata de una empresa especializada en sistemas fotovoltaicos y energía solar, capaz de producir paneles solares, sistemas fotovoltaicos de usos múltiples, proyectar construcciones energéticamente sustentables, realizar auditorías sobre eficiencia energética (desde aspectos industriales hasta domiciliarios) y de financiamiento general para la conversión hacia modos de uso sustentable de la energía.
Al momento se posiciona como una empresa líder global en la materia, estando dentro de las tres primeras del rubro, siendo la mayor auditora (al menos según se presenta) del mercado.
A diferencia de Tesla, SolarCity está distribuida a nivel internacional bajo diferentes franquicias, y trabaja sobre el estereotipo de beneficencia: a cada cuanto vatio reemplazado por su empresa dona sistemas ecocompatibles a sitios pobres, sin acceso a la energía, instalando sus paneles. Esto reditúa como propaganda y hace sentir un doble compromiso: con la naturaleza y con la sociedad, y también doble desde el punto de vista vendedor – cliente: ambos se comprometen por “un mundo mejor”.
Al igual que con las tecnologías de software y de litio, SolarCity es una compañía que propicia investigación y desarrollo en este campo. La investigación básica y aplicada en sistemas fotovoltaicos presenta un gran crecimiento en los últimos años, como principal aspecto debido a la transición energética que deberá realizarse en el mediano – largo plazo. Desde este punto de vista, esta empresa está a la saga de la investigación de frontera, como sus otras “empresas hermanas”.
Aunque no explicitado, esta es la compañía que debiera conducir al reemplazo de las baterías de iones de litio, por varios motivos, entre otros porque la fuente natural (luz solar) es “inagotable” frente al recurso finito de litio.
Paréntesis: Tesla instala en las áreas de descanso de las rutas estadounidenses estaciones de recarga eléctrica para sus autos. En esta primera etapa, la recarga es gratuita. De esta manera lleva la delantera en posicionarse como la principal prestadora de servicios, a la vez que ingresa en el mercado energético a través de terminales de distribución, y estas terminales de distribución incorporan las tecnologías fotovoltaicas para acumular energía solar. Esto es la fusión a escala de desarrollos tecnocientíficos de frontera con el abastecimiento energético masivo, lo que implica un desafío gigante cuando los recursos petroleros se vean menguados. Nuevamente E.M. se adelantó un par de décadas, y energía – comunicaciones – transportes comienzan a estar, globalmente, en sus manos.
La fortuna de E.M. se erige sobre el ideario de la tecnociencia que ofrece a la opinión pública, similar al caso de Bill Gates o Steve Jobs, más que la del resto de sus competidores inmediatos en el podio de mil-millonarios. Esto supone una “fantasía” que unifica inteligencia y fortuna. Lo concreto es que la tecnociencia está en todos sus productos, y muy en particular en los avances que ha promovido en lo que son los autos eléctricos, y en el cambio de paradigma energético que ello implica.
Sus empresas llevan la delantera en desarrollo y aplicación de sistemas eficientes de conversión energética, a la vez que se destacan por contar con las poderosas herramientas de las teorías de algoritmos e inteligencia artificial. Estamos asistiendo a una concreción monopólica sin precedentes: red informática global (prestación de Internet mediante satélites), conducción inteligente algorítmica informatizada bajo eficiencia energética, inteligencia artificial y nanotecnología cerebral, bajos el paradigma de energías renovables, junto a la tecnosalud asistida por las empresas de E.M. del ramo.
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
El 21 de noviembre de 2019, en Los Ángeles, es decir, en el mismo mes y lugar en que se situaba la película Blade Runner, se presentó el prototipo de camioneta Tesla Cybertruck de diseño disruptivo. ¿E.M. sueña con personas con chips cerebrales conectados a la conducción eficiente de sus vehículos, mediante algoritmos óptimos, mientras miran la serie programada favorita de descarga directa de un start-link sin necesidad de pantalla?
Notas:
- Debemos recordar que Bolivia, Chile y Argentina concentran casi la totalidad del litio a nivel mundial, y que E.M. llamó a apoyar el golpe de Estado en Bolivia, advirtiéndole a Evo Morales mediante Twitter que “Derrocaremos a quién querramos. Supéralo”. https://www.pagina12.com.ar/280818-elon-musk-reivindico-el-golpe-en-bolivia-y-evo-morales-lo-cr
- El patentamiento, antes que proteger derechos de descubrimiento, impide, por reglas legales, la posibilidad de investigar y conseguir desarrollos en la misma dirección; aun cuando lo patentado tenga nula probabilidad de uso. Hacia 2014 Tesla Inc. había “abierto” la mayoría de sus patentes.
- Pongamos por caso importantes vacunas desarrolladas para combatir enfermedades de países pobres, cuyos centros de investigación y/o investigadorxs no han recibido premios de tal naturaleza. Por otro lado, el devenir tecnocapitalista ha eliminado de cuajo la ilusión moderna en términos de la libertad de investigación. El ingeniero uruguayo Víctor González Barone sostiene en La Ciencia Vendida que la penetración “de las reglas propias del sistema capitalista hacia el interior del quehacer científico ha producido cambios tales que, de mantenerse la tendencia, la ciencia puede llegar a perder su identidad, convirtiéndose en un aglomerado de tecnociencias utilitaristas, restringido, alejado o aún contrario a las grandes interpretaciones teóricas, las verdaderas columnas portantes de la construcción científica, si no su primera razón de ser”.
- Hagamos una comparación (aunque no del todo correcta) con las baterías de los celulares y el tiempo de carga que ello tiene. Mientras en el tiempo de carga de la batería de un celular podemos usarlo, en el caso de un automóvil no. Pero, además, las baterías de los celulares son tecnológicamente “atrasadas” respecto de las utilizadas en los automóviles eléctricos. Este componente es el que hace que el precio de tales “objetos” sea caro, tecnológicamente caro, dada su construcción, los materiales para su construcción, y la cantidad de conocimiento específico incorporado. Esto nos conduce inevitablemente al planteo sobre si “exportar litio” o “engendrar una industria –aunque incipiente– alrededor de este recurso natural”.
- Notemos la asimetría absoluta de los compromisos, en la disparidad de accesos socioculturales y económicos a los diversos bienes.
- Se hace pertinente indicar la ausencia total de mujeres y/o disidencias en estos podios de megamillonarios, tanto como en las escalas de CEO’s de las empresas de E.M., por ejemplo.
(*) Investigador del CONICET, en el Área Química (Química-Física). Coordinador de la sección Ciencia y Tecnología de la AGENCIA PACO URONDO.