Significado del pañuelazo
Por Demetrio Iramain*
Así como para el 24 de marzo del año pasado fue promovido un siluetazo en la Plaza de Mayo y sus alrededores, esta vez la Asociación Madres de Plaza de Mayo alentó una pintada generalizada del perfil de sus pañuelos blancos, sobre las baldosas de las plazas, los cordones de las calles y las veredas de todo el país. La propuesta, a la vez que de profundo carácter simbólico, es un rotundo mensaje político: la destrucción de las Madres de Plaza de Mayo (hostigamiento mediático, persecución judicial y hasta inhibición de bienes y amenazas de desalojo de su emblemática sede en el barrio de Congreso) es uno de los objetivos políticos de primer orden que se ha fijado el gobierno de Mauricio Macri desde su asunción, en diciembre de 2015. En ese punto el pueblo también demuestra estar dispuesto a ponerle un límite. Otra victoria de las Madres, que hicieron del pañuelo blanco síntesis de su recorrido político.
En efecto, ese dibujo nació como isologo de la organización tras una escisión ocurrida en el seno de la Asociación, producida en 1986, que hasta entonces utilizaba otra imagen: una azucena (en homenaje a la Madre iniciadora del movimiento) y la sigla “MPM”. El perfil del pañuelo blanco resume los rasgos políticos identitarios que alcanzaron las Madres tras 41 años de lucha, básicamente la socialización de la maternidad (reconocerse Madres de todxs lxs desarecidxs, sin destacar sus individualidades sino sus luchas colectivas), además del rechazo a las reparaciones económicas. El pañuelo es el abrazo a los hijos e hijas revolucionarixs. Y la continuidad bajo nuevas condiciones sociohistóricas del mismo sueño de transformación progresiva de la realidad que aquella gloriosa generación diezmada por el terror cívico-militar dejó encendido en el horizonte. Seguimos en la lucha.
*Secretario gremial de Sitraju Nación y director de la revista "¡Ni un paso atrás!", de Madres de Plaza de Mayo.