“El aporte de los bancos, desde el punto de vista impositivo, debería ser mayor”
APU: El Banco Central realizó un informe en el cual hablaba de la cantidad de dinero que habían ganado los bancos en este año, que fue un 32 % más que en el 2011 y a su vez lo que dejaban en concepto de ganancias eran 10 mil millones de pesos. ¿Por qué los bancos ganan 32 % comparado con el año anterior? ¿A qué se debe?
Agustín D’Attellis: La situación de los últimos años es muy favorable, muy positiva para los bancos, éstos vienen aumentando sus ganancias todos los años. Esto tiene que ver con una situación muy particular que es que los bancos hoy en Argentina se están fondeando a tasas bajas y están colocando créditos, mayormente a corto plazo, a tasas muy, muy altas. Por estos días, se está retomando el tema a partir de lo que está pasando ahora con esta discusión de las tarjetas con los supermercados y las comisiones que cobran.
Pero la realidad es que está prestando muy fuerte a corto plazo y el diferencial de tasa entre la que prestan y la que toman prestado es muy alta, muchísimo más que en cualquier otro lugar del mundo, en una situación en la que ni siquiera corren riesgo de desfasaje temporal porque se está fondeando a corto plazo y colocando a corto plazo también. Esta cuestión, además de darle unos márgenes enormes de rentabilidad al sector, hace que sea una actuación que no es óptima para el funcionamiento de la economía, para el crecimiento y desarrollo económico. Lo que uno espera de un sector financiero es que actúe canalizando ahorro de corto plazo de ciertos sectores hacia inversión en lo posible, productiva y de largo plazo.
Esto es una función que los bancos en Argentina no vienen cumpliendo basados en esta lógica cortoplacista y de maximización de la ganancia a corto plazo. En ese sentido, a partir de la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, se hizo una normativa, obligando a los bancos a prestar el 5 % de su cartera de depósitos a crédito productivo y de largo plazo del cual un 50 % tiene que estar destinado a pymes. Esto está ocurriendo hace ya un año y viene cumpliéndose por parte de los bancos porque es una imposición que les puso el Banco Central.
La realidad del sector es ésta que describís, tasas de rentabilidad que aumentan márgenes de ganancias año tras año y una actuación que no es la mejor para la economía, lo cual tiene implicancia desde el punto de vista inflacionario.
APU: ¿Qué puede hacer el Estado para que esta situación no suceda, suceda menos o que su margen de ganancias sean equivalentes a la plata que dejan?
AD: Lo que el Estado tiene que hacer con el sector financiero es regular de la mejor forma posible y lo máximo posible. Como está comprobado en todo el mundo, cuando al sector financiero lo dejás liberado a las fuerzas del mercado y lo desregulás, eso conduce a crisis sistemáticas. Enfrentás crisis constantemente porque el sistema financiero bajo la lógica del libre mercado funciona así, maximiza en el corto plazo, asume riesgos excesivos y de esa manera pone en riesgo a todo el sistema.
APU: Puntualmente, desde tu visión ¿Cuáles serían esas medidas?
AD: La cuestión regulatoria del sector bancario es algo muy complejo. Argentina viene trabajando muy bien y viene generando nuevas medidas constantemente, en un plano donde la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central te permite hacerlo. Las cuestiones regulatorias son unas gestiones muy técnicas y muy complejas para hablar acá de ese tema.
Me parece importante marcar que más allá de las características de estas cuestiones, el Estado tiene que funcionar como regulador bancario, actuando en función, manejando el redireccionamiento del crédito en función de las necesidades que la economía tiene en un proyecto de desarrollo conjunto y no liberando a ese sector para que funcione por su propia dinámica. En líneas generales, eso es lo que hay que hacer, después en cuestiones regulatorias son muchas las medidas que deben tomarse que tienen que ver con los controles, que tienen que ver con liquidez, a un sector financiero sano y que no implica riesgos para la economía. Además, hay que regular en conjunto con una lógica de desarrollo económico nacional. No pensando al sector financiero como un negocio que funciona por sí mismo, sino pensándolo en el marco de un conjunto y regulando desde ese punto de vista. Ahí es dónde entra el redireccionamiento del crédito y de esas medidas que se vienen tomando en estos últimos tiempos, donde entran también estas discusiones que está habiendo en estos días, sobre las tarjetas de crédito y las comisiones que éstas les cobra a los consumidores, principalmente a todo lo que está relacionado con las cadenas de supermercado. Pensá que sólo de comisiones de 3 %, son 800 millones de pesos al año, pero si sumás todas las comisiones que las tarjetas después cobran -porque la mayoría de la gente no paga el resumen total cuando llega la tarjeta, sino que va pagando un mínimo-.
Todo ese negocio de las tarjetas, en lo que es el comercio minorista, implica algo así como 4. 400 millones de pesos por año sólo en comisiones y en mercados, actúan como monopolio. Se dividen la mayor parte del mercado dos tarjetas. Digo esto, porque de algunos sectores de la oposición salieron a hablar que cómo el gobierno se mete en un mercado competitivo. De competitivo no tiene nada el mercado de las tarjetas de crédito y el bancario muy poco competitivo, son pocos los bancos grandes que se distribuyen en el mercado.
Acá es donde el Estado debe actuar para ir regulando el sector, para evitar que estas cosas sigan ocurriendo y que termina con grandes márgenes de ganancia y poco correlato del lado de lo que la economía necesita para sostener el crecimiento.
APU: Citando las cifras del Banco Central, el informe decía que en concepto de impuesto a las ganancias los bancos dejaron en el 2012, alrededor de 10.000 millones de pesos ¿Esa, es una cifra considerable comparada con otro sector de la economía?
AD: Por lo que implica el sector bancario debería ser más alta. Hay toda una parte, la cuestión de la renta financiera que no está agravada. Es decir, todas las ganancias que los bancos obtienen por ciertas operaciones financieras que revisan, las inversiones en títulos públicos, eso no fue alcanzado por el impuesto a la ganancia. Esto ya entra en otro plano que tiene que ver con una discusión, que es una reforma integral impositiva, donde algunas cuestiones van a tener que atenderse particularmente y entre ellas, esta cuestión de la renta financiera. Parece que por la actividad que los bancos tienen y las ganancias que están teniendo, su aporte desde el punto de vista impositivo, debería ser mayor.
APU: La hipótesis de que después del 2001 y hasta la fecha, la gente volvió a confiar en los bancos ¿Es cierto?
AD: Es cierto, si mirás las estadísticas de depósitos, vienen creciendo muy fuerte desde aquel entonces. No pararon de crecer salvo una caída que hubo en el 2009 por el impacto de la crisis financiera internacional, pero recuperaron el crecimiento a tasas muy altas. Los depósitos vienen creciendo muy fuerte y el crédito viene también acompañando el crecimiento, aunque muy concentrada en el corto plazo.
Es cierto, es un proceso natural. La economía empezó a crecer, se reordenó, el público tiene sus ahorros, necesidad de movimientos de capitales y el sector financiero es el vehículo que sirve para estas dos cosas. Tanto para encontrar alternativas de ahorro como para realizar cuestiones transaccionales que implican el uso del sector financiero. Creo que va a ser importante para Argentina la necesidad de la inversión a largo plazo, productiva, lo que va a ocurrir este año con la nueva ley del mercado de capitales. Me parece que en esa cuestión falla el sector bancario con los créditos a largo plazo al sector productivo, al sector inmobiliario, puede encontrar un espacio muy interesante en el mercado de capitales.
Esto va a llevar un tiempo, no va a ser de la noche a la mañana, la puesta en marcha a partir de la reglamentación de la ley va a estar para julio de este año. Después habrá un trabajo muy fuerte en cuanto a educación en materia financiera, porque Argentina es un país que no tiene mucha cultura de mercado y capitales como otros países.
Hay que trabajar mucho sobre el entramado pymes y medianas empresas para lograr que estas empresas se acerquen al mercado y que el mercado de capitales cumpla éste rol que hoy el sector bancario no está cumpliendo del todo y es lo que la economía necesita para recuperar la tasa de inversión.
APU: ¿Cómo jugaría el proyecto de ley que está frenado, el de entidades financieras y por qué en todo esto que nombrás no citás la falta de créditos hipotecarios?
AD: Las cuestiones importantes que hay dentro de esos proyectos de entidades financieras ya están alcanzadas. Creo que hoy, a partir de todo esto que pasó, no es tan necesario ir adelante con la ley de entidades financieras. Antes sí lo era, pero la Carta Orgánica ha avanzado sobre los puntos que esa reforma plantea. En cuanto al crédito inmobiliario, es cierto, es otra de las falencias además del crédito productivo a largo plazo, creo que en el mercado de capitales vamos a encontrar alternativas de ahorro para canalizar créditos al mercado inmobiliario.
Se tendrá que instrumentar algo que reactive el crédito inmobiliario, como se hizo con el crédito productivo. Esta es otra realidad que en Argentina es una deuda pendiente importante, más el momento que está pasando el sector de la construcción, con lo cual una medida en ese sentido sería muy buena. Hoy el Banco Central tiene al alcance las herramientas para hacerlo.