Flavia Royon: "Es factible pensar en una Argentina con energía barata"
La ex secretaria de Minería y ex secretaria de energía, Flavia Royon contestó una serie de preguntas mediante email a AGENCIA PACO URONDO. La ex funcionaria habló de la situación del sector energético y los desafíos para el futuro.
APU: ¿Cómo era la situación de la obra pública al 10 de diciembre del año pasado?
Flavia Royon: La obra pública se encontraba en pleno desarrollo en el plano energético. Durante 2023 se construyó y se habilitó la capacidad de transporte del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, y se encontraban ya se encontraban adjudicadas y en etapa de construcción las dos plantas compresoras necesarias para duplicar su capacidad de transporte. Adicionalmente, teníamos en avance gasoductos en Salta, La Rioja, en la costa argentina, en la Patagonia, etc.
Además, se encontraban en ejecución (adjudicadas y con contratos firmados) más de 30 obras de infraestructura eléctrica, tanto de líneas de alta tensión como de estaciones transformadoras.
APU. ¿Cómo fue el impacto del gasoducto en la economía, se puede cuantificar?
F.R: El impacto del gasoducto fue directo y los beneficios del gasoducto fueron inmediatos, tanto en términos económicos como en la seguridad del sistema en materia de abastecimiento del despacho energético.
Se puede cuantificar fácilmente a partir del costo de oportunidad que hubiese tenido el gas proveniente de Vaca Muerta. Desde mediados de Julio-2023 el GPNK inyecta en el sistema un volumen medio de 11 MMm3/día, a un precio promedio de 3,5 USD/MMBTU. Estos; volúmenes hubiesen tenido que importarse de no ser provistos por el GPNK.
De esta manera, las estimaciones nos dan que en sólo 10 meses desde su habilitación, el GPNK ya le a aportado al país un ahorro mínimo de entre 650 y 900 millones de dólares, por medio del ahorro en combustibles importados.
APU: ¿Es posible, así como se hizo el gasoducto, construir una nueva planta nuclear?
F.R.: Sí, es posiblemente obviamente. Lo que hay que pensar es que es lo más conveniente para modernizar y eficientizar nuestra matriz energética. Son muchas las obras que necesita nuestro sistema energético. El gasoducto era una prioridad evidente debido a la cantidad de reservas gasíferas de nuestro país y la falta de capacidad de transporte hasta los centros de consumo.
Existen toda otra larga lista de obras que demanda nuestro sistema energético. Algunas ya están claramente en agenda, como lo son la reversión del Gasoducto Norte, el segundo tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, y los Aprovechamientos Hidroeléctricos del Rio Santa Cruz. Le podríamos sumar a estas las obras de expansión de la red de transmisión eléctrica de alta tensión, nuevas centrales hidroeléctricas, y una nueva planta nuclear.
Ahora bien, todas estas obras son muy capital intensiva, con grandes requerimientos de capital. El costo de oportunidad de destinar partidas de gasto público a estas inversiones es muy cuantioso cuando no contamos con acceso a financiamiento a tasas razonables, lo que encarece y retrasa estas obras.
Para avanzar en las obras estratégicas que demanda nuestro sistema energético, es necesario discutir las fuentes de financiamiento. Hay que pensar de que manera canalizar fondos genuinos hacia estas obras, ya sea consiguiendo financiamiento internacional o con partidas presupuestarias que logren desarrollar estas grandes inversiones o financiamiento privado.
APU: ¿Los precios de las tarifas son los razonables?
F.R.: Argentina cuenta con costos energéticos relativamente accesibles, más barato que el promedio regional, debido a la abundancia de recursos energéticos de calidad, tanto en hidrocarburos como en energías renovables.
Debemos encontrar tarifas que reflejen de manera oportuna los costos de generación eléctrica y de extracción hidrocarburífera, logrando proteger los consumos de los sectores vulnerables. El sendero hacia precios de la energía que sean acordes con los costos nos permitirá luego potenciar las inversiones en infraestructura energética.
APU: ¿Se puede pensar una Argentina con energía barata y abundante, es factible?
F.R.: Es factible pensar en una Argentina con energía barata. Tenemos gran potencial energético, pero para alcanzar ese desarrollo del sector, necesitamos concretar estas obras que nos permitan abaratar los costos de nuestro sistema energético.
Para ello necesitamos continuar la senda que iniciamos con la construcción del gasoducto, y avanzar en las obras que demanda nuestra matriz energética. Finalizar las obras de gasoductos y electroductos, y pensar en las formas mas eficientes de descarbonizar nuestra matriz eléctrica, con nueva potencia eólica y solar; pero también con nuevos aprovechamientos hidroeléctricos.
APU: ¿Las energías renovables son viables a gran escala a corto plazo?
F.R.: En el corto plazo es difícil una rápida escalabilidad de las energías renovables. Hay que entender que hoy en día eso no sucede por diferentes restricciones que impiden que los proyectos avancen de una manera rápida y dinámica. Y ahí tenemos que considerar la superación de barreras tanto sistémicas (regulaciones a las importaciones, restricciones de financiamiento, y acceso a mercado de capitales) como algunas restricciones propias del sector, como la falta de transporte eléctrico.
Para una inserción rápida de las energías renovables necesitamos primero acelerar la incorporación de nuevo transporte eléctrico, ya que hoy se encuentra saturada. Hoy en día, la falta de transporte eléctrico es la principal barrera para la incorporación de nuevos proyectos. Necesitamos contar nueva capacidad de transporte que permita que nuevos proyectos renovables puedan incorporarse al SADI rápidamente.
De igual manera, existen caminos por transitar mientras nos abocamos a estas tareas. Sobre todo en la promoción de la incorporación de energía renovable distribuida, incorporación de baterías de almacenamiento, y potenciar la instalación de nueva potencia renovable a través de usuarios-generadores.