"Hay que desterrar el mito de que la Argentina necesita mano de obra barata para poder exportar y ser competitiva"
Por Santiago Asorey
El presidente del Consejo Productivo Nacional y presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Medias, Damián Regalini, dialogó con AGENCIA PACO URONDO y ofreció su mirada sobre la realidad económica del sector Pyme. Además, analizó el debate sobre el dólar y su impacto en la producción, entre otros temas.
AGENCIA PACO URONDO: Existe un debate respecto al impacto del dólar blue en la economía argentina. Por un lado, desde una parte del Gobierno se viene sosteniendo que no hay impacto del dólar blue en los precios. Desde otra perspectiva, existen actores pymes que señalan que luego de la última subida del dólar blue a partir de la brecha los precios de los insumos sufrieron aumentos, sumando que la brecha en si genera expectativa de devaluación. A su entender, ¿existe impacto del aumento del dólar blue para los sectores productivos? ¿Cuál es su mirada al respecto?
DR: No percibo aumentos en las materias primas por el dólar blue, lo que sí percibo es una restricción de divisas que se está sintiendo en los distintos sectores. Las distintas cadenas de valor estamos necesitando que cada dólar que salga del país salga para traer materias primas, insumos, maquinarias, que necesitamos en la industria para equilibrar y rearmar todo lo que se desarmó en cuatro años. Los movimientos del dólar blue tienen que ver con la especulación de sectores minoritarios que no tienen nada que ver con lo que se importa.
APU: En líneas generales, ¿qué instrumentos generó el Gobierno para ayudar a las pymes en el marco de la crisis por la pandemia y qué medidas faltan o deberían ser tomadas en cuenta por el gobierno? ¿Cuáles son los principales problemas de las pymes?
DR: Desde el punto de vista de las pymes el Gobierno tomó dos grandes medidas. Lo decía el otro día el ministro de producción quien hizo una presentación en donde cuantificaba la ayuda que el gobierno hizo en el marco de la pandemia y nos vino bien a las pymes, un 6,7 por ciento de inversión de PBI. Traducido en medidas concretas son los ATP que fueron una ayuda para pagar los sueldos y el IFE qué fue un aporte que hizo el estado a la gente con menos recursos. Eso lo hemos aprovechado desde el punto de vista de la demanda. Todo ese dinero fue volcado al mercado interno. Si me preguntas que medidas faltan, yo creo que el Gobierno tiene que seguir haciendo un esfuerzo por bajar la tasa de interés. Si bien han bajado y en comparación con lo que teníamos durante el macrismo, necesitamos seguir haciendo un esfuerzo en ese sentido y también seguir haciendo un esfuerzo con la cuestión del poder adquisitivo de los trabajadores. No nos podemos permitir que los trabajadores pierdan ese poder porque son el motor de nuestros negocios. Los trabajadores han licuado su poder adquisitivo y nosotros a la corta o a la larga vamos a perder ventas.
APU: ¿Cómo funciona la psicología de los empresarios pymes ante una subida del dólar blue, pensando claro en los antecedentes del país en materia de devaluaciones?
DR: Creo que la psicología de los empresarios pyme funciona igual que la mayoría de los argentinos respecto del dólar y respecto del dólar blue. Argentina no tienen buen antecedente con su moneda local como moneda de preservación de valor por las devaluaciones, las crisis cíclicas. Es lógico que la gente confíe más en el dólar que en el peso. Hoy estamos viendo una circunstancia muy particular, estamos reconstruyendo la Argentina después del gobierno de Cambiemos y a esto se le suma una pandemia histórica. Esas dos crisis solapadas demandan esfuerzos extraordinarios por parte del Estado, de los ciudadanos y los empresarios pyme, que tenemos que hacernos la idea de que durante un tiempo los dólares que ingresen tienen que ser dólares que sirvan para la industria, para la producción. Vamos a tener que restringir la salida de dólares para compras, para atesoramiento, para bienes untuosos y también hay que poner un límite a la fuga de divisas por canales no tradicionales. Hay que empezar a supervisar con una lupa qué es lo que cada una de las empresas multinacionales saca del país, bajo qué concepto, en qué cantidad, hay que transparentar esa información y hacerla pública para tener un control exhaustivo de lo que sale de Argentina en concepto de devolución de préstamos, de giro de regalías y demás.
APU: Otro de los aspectos es la dificultad del ahorro de sectores medios ante la inflación porque unos de los fundamentos de los sectores medios por el cual se vuelcan al dólar es no perder poder adquisitivo. ¿Cómo ve el panorama inflacionario de este año?
DR: La inflación es un problema endémico que también está relacionado con la tasa de interés. Argentina tiene que bajar la tasa de interés varios puntos más. Creo que eso va empezar a calmar un poco la cuestión inflacionaria. Se ha demostrado que la emisión no tiene nada que ver con el fenómeno inflacionario, por lo menos no es la única variable que incide. Lo importante acá es que a la inflación la puedan seguir los salarios. Lo ideal es trabajar con niveles de inflación bajo para lo cual hace falta ajuste de variables macroeconómicas, entre las cuales muchos estamos convencidos que la variable de la tasa de interés genera el resultado más importante a la hora de bajar los precios. El tema del ahorro es un tema, como te decía anteriormente, Argentina tiene que hacer un esfuerzo extraordinario y el estado tiene que instrumentar los medios para que el ahorro en pesos pase a ser redituable y confiable. Estamos en una restricción cambiaría importante, puede ser un momento bisagra al partir del cual el Estado tomando algunas medidas empiece a valorar y a generar el peso como la moneda de reserva y no sólo como una moneda de cambio qué es lo que la Argentina adolece.
APU: ¿Cuáles son las dificultades que tiene la industria textil argentina para crecer y exportar a otros países? Pensando comparativamente con industrias textiles que tienen grandes volúmenes de importación.
DR: Respecto a los requisitos para que el sector textil perfile como un sector exportador te diría que es fundamental profundizar la política de baja de tasas para el sector productivo. Es fundamental tener políticas de precios competitivos en la energía. También es importante la cuestión de premios y castigos fiscales para quién produce, para quién exporta y en ese sentido el gobierno comenzó un camino virtuoso con los estímulos para las pymes industriales y para las empresas industriales en general, que incluyen el sector textil. Hoy en día son mucho más importantes estas variables que el costo de la mano de obra que tradicionalmente suele confundirse como la variable clave a la hora de ser competitivos en el mundo.
Hoy los productos textiles competitivos son aquellas compañías en donde sus estados tienen una buena política de precios energéticos, una política de tasas y de subsidios a la adquisición de materias primas. Esos tres factores son fundamentales, la mano de obra barata dejó de ser la variable estelar a la hora de competir. De hecho, en el rubro hay varios productos cuya mayor competitividad se está verificando en países en donde la mano de obra no es barata, como en Estados Unidos. Hoy el hilado de algodón es más competitivo producirlo en Estados Unidos que en China. Hay que desterrar el mito de que Argentina necesita mano de obra barata para poder exportar y ser competitiva. Hay que profundizar las políticas de precios competitivos, energía, precios competitivos del dinero, buenas tasas de interés, y una especial atención de los precios de las materias primas. Por supuesto el apoyo del Estado con créditos y tasas blandas para la adquisición de tecnología. Argentina es un país que gracias a los 12 años de gobierno kirchnerista ha podido actualizarse. Hoy tenemos un buen parque tecnológico en el sector, lo que necesitamos es poner en funcionamiento las máquinas y seguir profundizando las políticas económicas que se lanzaron con este gobierno. Hay que profundizar, pero el rumbo es el adecuado.