Juan Telechea: "No hay dólares para una política de estabilización de shock"
Por Enrique de la Calle
Juan Telechea es economista y director del Instituto Trabajo y Economía, de la Fundación German Abdala de ATE. En diálogo con AGENCIA PACO URONDO reflexionó sobre el complejo escenario nacional. ¿Qué se puede hacer?
APU: Argentina está en un escenario de “alta inflación”. ¿Qué implica eso?
Juan Telechea: Hay cuestiones que son técnicas. Pero básicamente decimos que Argentina está dentro de los parámetros de lo que se considera un régimen de alta inflación, dejamos de ser un país de inflación moderada. ¿Qué significa básicamente esto? A grandes rasgos, es tener una inflación muy alta y que además se está acelerando. Es un proceso que tenemos que pensarlo en términos de velocidades, como si fuese un auto que va avanzando, y el punto sería que este auto está yendo a una velocidad alta y además está acelerando.
APU: ¿Cuándo se considera “hiperinflación”?
J-T: Hay diferentes maneras de medirlo. Algunos lo hacen con términos mensuales, cuando se da una inflación superior al 100 %, otros lo hacen con inflaciones anuales superiores al 1000%. Estamos muy lejos de esos niveles pero el punto es que si uno mira un poco lo que fue la historia argentina para haber llegado a ese nivel de descalabro de precios uno atravesó un recorrido bastante largo con justamente niveles de inflación alto. Si uno ve del 2005 a la fecha, en estos quince años, lamentablemente, lo que uno ve es que se pasó del 10% al 15% y de ahí al 20% y siguió avanzando. Y no es que estemos bajándola, sino que es a la inversa. Un poco lo que explica este régimen de alta inflación es que las cosas van escalando y se hace cada vez más difícil de bajar.
APU: La política del Gobierno para intentar bajar la inflación, desde Martín Guzmán a Silvina Batakis, fue gradualista. Intentó buscar ordenar diferentes problemas como modo de ir convergiendo hacia una situación más “normal”. ¿Ese camino está agotado? ¿Se necesita un plan de estabilización de shock?
J-T: Pongo en contexto las dos maneras de pensar esta discusión. El plan gradual lo que te dice básicamente es que hoy tenés desequilibrios macroeconómicos importantes, en términos fiscales y de falta de reservas. La idea es converger en forma gradual hacia el equilibrio fiscal y un tipo de cambio estable, con tasas de interés estables en términos reales y eso te va a ir acomodando de a poco la economía. El problema que tiene esta estrategia es que dependés mucho del contexto externo. Tenemos ahora la guerra entre Ucrania y Rusia que nos afecta porque aumenta el precio del petróleo y el precio de los alimentos; antes vino la pandemia en 2020, o la devaluación de la lira turca cuando fue el acuerdo con Macri, etc. Entonces, no llegás nunca. El problema del shock es que necesitas muchos dólares para poder hacerlo. Si ves las experiencias históricas de Chile y Brasil, por ejemplo, lo que hicieron fue tener un tipo de cambio elevado e ir apreciándolo, y para eso necesitas dólares. Después, necesitas mantener la economía estable por bastante tiempo y eso también requiere dólares. Si pensamos un poco lo que fue la Convertibilidad en el caso argentino.
APU: ¿Los planes de estabilización en general incluyen una devaluación grande, primero, y a partir de allí se estabiliza a partir de apreciar el tipo de cambio?
J-T: La variable siempre es el tipo de cambio. Lo que hay que lograr es mantener el tipo de cambio estable por un tiempo lo suficientemente largo como para que la inflación vaya bajando, se mantenga en niveles por debajo del 20% y ahí se va acomodando la situación. El problema es que si en el medio de esa transición te quedas sin dólares y tenés de vuelta una devaluación, entonces la inflación vuelve a escalar y eso que habías logrado lo volvés a perder.
APU: Una condición, entonces, para un plan de estabilización es tener muchas reservas en el Banco Central, cosa que hoy no pasa en Argentina. Para lograr hoy aumentar las reservas, habría que pedir crédito internacional o hacer caer la economía, para que bajen las importaciones y así acumular el saldo comercial. Eso tendría un costo social muy alto. En definitiva, no parece una vía posible para un gobierno peronismo.
J-T: El punto es que si querés ir a una política de shock pero no tenés los dólares, lo que tenés que hacer es un ajuste fiscal muy fuerte y muy rápido para lograr ese equilibrio fiscal. La contrapartida de no tener dólares es realizar un ajuste fiscal muy rápido. La clave del gobierno de Cambiemos fue la discusión si shock o gradualidad pero si no tenemos los dólares es un ajuste mucho más fuerte en términos de actividad económica y en términos del ingreso de la población.
APU: Entonces: ¿Qué estrategia de estabilización de la economía ve posible?
J-T: Toda salida que intentes va a ser complicada y compleja. A mí me parece en función de este panorama que te daba y de acuerdo a las posibilidades que vos tenés yo creo que el camino del gradualismo es el correcto, pero básicamente porque es la única alternativa que es viable en este contexto, sin reservas. El camino gradual hoy es el más apropiado y creo que es la salida menos grave para la economía argentina, porque es la que tiene un menor impacto en la sociedad, en los ingresos. Fíjate que hoy en día, el salario real frenó la caída, por supuesto que hay un sector informal muy grande.
APU: Están los planteos de economistas que acompañan al ex funcionario kirchnerista Guillermo Moreno. Ellos plantean una tercera vía, si se quiere, ni el plan gradualista ni de shock, sino la necesidad de un nuevo programa que avance sobre aquellos sectores con mayor capacidad de rentabilidad como son “el campo” y “la energía” (Vaca Muerta). Moreno plantea un “bono patriótico”, a partir de la rentabilidad de los propietarios de la Pampa húmeda. ¿Te parece una posibilidad?
J-T: El hecho de aumentar impuestos o generar un “Bono Patriótico” serviría para colaborar con la parte fiscal para no tener que hacer un ajuste por el lado del gasto pero no te alcanza. Primero y principal porque volvemos al punto anterior del problema que son los dólares, que es un tema fundamental para estabilizar la economía. Después, está la parte política, que es muy importante para tomar esa medida. Políticas microeconómicas o sectoriales sirven para ayudar al programa pero no sirven por sí solas para solucionar el problema.
Economía bimonetaria
APU: Hay otra discusión entre los economistas heterodoxos que tiene que ver con las tasas de interés altas. Algunos economistas dicen que Argentina debe tener tasas positivas en pesos para fortalecer a tu moneda frente al dólar. Sin embargo, otras voces aseguran que las tasas altas encarecen el crédito interno y por ende, la producción.
J-T: Es una gran discusión que no está saldada. Dentro del campo nacional y popular, y dentro del campo más heterodoxo creo que hay un consenso total de que siempre el principal problema es la falta de dólares. Frente a ese problema podríamos resumirlo: “Con la tasa de interés no alcanza pero sin ella no se puede”. En el sentido de que necesitamos tener una tasa por lo menos que sea neutra en términos reales porque justamente una parte de esta falta de dólares es la famosa FAE (“Formación de Activos Externos”), la compra de dólares para atesoramiento, donde la mitad de esa compra la hacen pequeños y medianos ahorristas. Cuando miramos históricamente vemos que el plazo fijo perdió por goleada en términos de rentabilidad frente al dólar. Por eso, los actores económicos atesoran en dólares. La otra parte de la discusión es si pones una tasa de interés muy alta estás afectando al sector productivo porque encarecés el financiamiento. La realidad es que eso se puede abordar con políticas sectoriales donde los bancos ofrezcan tasas subsidiadas.
APU: Las tasas positivas pueden permitir también acumular reservas internacionales, a partir de dólares que vengan del exterior. Eso pasó durante la primera parte del macrismo, con la estrategia de Federico Sturzenegger. ¿En ese caso se necesitan controles para evitar la llegada de capitales especulativos?
J-T: Tal cual, con la tasa alta podés tener un problema por el lado de la atracción de capitales especulativos de cartera del resto del mundo, que vienen a tratar de aprovecharse de esa tasa alta para hacer la famosa bicicleta financiera. Vienen con los dólares, lo dejan en el Banco Central, los cambian por pesos pero el tema es que después con el mínimo problema, la mínima incertidumbre, esos capitales rápidamente se van y te generan una crisis como la de 2018. Por eso es necesario tener regulaciones y no estamos hablando de un cepo estricto, pero si tener regulaciones a los capitales de cartera, que son regulaciones que hay en todo el mundo en cuanto a los tiempos de permanencia o los montos.
APU: Te hago las últimas preguntas. Se habla todo el tiempo de economía bimonetaria para pensar nuestra realidad. En uno de sus últimos discursos, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner habló de crear una herramienta que permitiese blanquear esa realidad. ¿En qué creés que está pensando?
J-T: La cuestión es que hoy todos pensamos en dólares, no solamente el ahorrista sino también el empresario, quien alquila un departamento. Con el correr de los años, una inflación elevada y las recurrentes devaluaciones, esas conductas se van arraigando en nuestra sociedad y hacen que sea más difícil bajar la inflación. Yo creo que lo que está planteando Cristina es una especie de legalización del dólar financiero, tener dos tipos de cambio para distintas transacciones.
APU: ¿Cuál es la diferencia con lo que pasa hoy, dónde existe el dólar oficial, el ahorro o el turista?
J-T: La diferencia sería un poquito operativa, al darle mayor formalidad al hecho de que hoy vos si querés comprar dólares al tipo de cambio financiero, que es legal, tenés que hacer una operatoria bastante complicada como es la de operar con un agente bursátil y hacer una triangulación de bonos. La idea es que puedas hacerlo en el banco como lo hacías antes, ir a comprar la cantidad que vos quieras, justificando tus ingresos. El riesgo es que si oficializás que tenés dos tipos de cambio el Banco Central va a ser responsable de esos dos tipo de cambio.
APU: ¿Qué va a pasar con la economía argentina de aquí a fin de año?
J-T: Los eventos se dan a una velocidad que pensar fin de año es muy largo plazo en Argentina. El cambio de ministra generó mucho ruido. La actividad está creciendo bastante bien, respondiendo de manera positiva y el gran problema sigue siendo la inflación y el tema de los dólares. Tal vez en julio tengamos 7% de inflación, lo cual sería un problemón. Estamos en proyecciones anuales del 80 %. El objetivo de acá a fin de año es evitar eventos más disruptivos porque está muy sensible la economía, entonces cualquier pequeña situación te va a disparar la inflación. No estamos muy lejos de discutir una inflación del 100% a fin de año, lo cual sería muy fuerte. Un objetivo optimista sería llegar a un valor del 80% anual. Ese es el complejo escenario que enfrentamos.