“La economía es un espacio de disputa de poder sobre cómo se distribuye la riqueza”
Por Federico Giménez*
Bajo el título “La distribución del ingreso en la Argentina”, el Centro de Estudios Nacionales Arturo Jauretche dio curso a la segunda jornada del ciclo de charlas sobre interpretación económica, con la participación del periodista del diario Página/12, Alfredo Zaiat, el pasado 7 de junio. El primero de los encuentros tuvo lugar en el mes de mayo, con la presencia del economista Ricardo Aronskind, integrante del grupo llamado Plan Fenix, originado en 2001 y que dio lugar a un espacio de debate sobre economía política en la Argentina, desde un marco keynesiano y con los aportes del pensamiento latinoamericano cepalino. En esa oportunidad, la restricción externa fue el eje de la charla, asunto de relevancia para las economías desequilibradas, como el caso de la Argentina, cuyo deficit cíclico en la disponibilidad de divisas en reserva produce fases de contracción económica en las que la devaluación resultó ser la principal medida para equilibrar la balanza comercial, en detrimento de la caída del salario real de los trabajadores, la recesión económica y la inflación cambiaria.
Dando continuidad a pensar los ejes de debate claves para interpretar la coyuntura actual de las políticas profundamente antipopulares dirigidas por el CEO corporativo del gobierno macrista en sus primeros seis meses de gestión, reflexionar acerca del proceso de distribución del ingreso en la Argentina contemporánea resulta de gran importancia. Sobretodo para los espacios de militancia, los cuales deben formarse y ser parte de los debates centrales de la vida política argentina. Recuperando el análisis de la historia reciente, en donde la economía argentina mostró importantes resultados en el período 2003-2015 en esta temática, producto de políticas progresivas que influyeron en una recuperación significativa, después de la peor crisis de nuestra historia, aunque las debilidades de la estructura productiva, sumado al cambio de signo político en el gobierno, revierten esta tendencia aceleradamente, conduciendo a una brutal distribución regresiva del ingreso que amenaza la vitalidad del mercado interno. En este sentido, Zaiat afirmó que la actual distribución del ingreso “es claramente regresiva porque esta afectando al bolsillo de los trabajadores, de los jubilados, de los sectores vulnerables de la economía” y enfatizó que “este gobierno es propatronal. Sus medidas están en función de satisfacer los deseos del capital concentrado”.
Comenzó dirigiéndose a los economistas que instalan el sentido común de las conocidas recetas y alertó de “no caer en la trampa de estos falsos profetas, que son lobbistas del poder económico”. “Cuando decimos que no sabemos de economía, es la primera trampa, porque lo que se esta haciendo frente a ese acto inmediato de decir no sé, es ceder el conocimiento y que vengan los expertos para ilustrarnos lo que pasa, que son estos lobbistas, que se presentan como economistas. Y además, ¿que hacen permanentemente? nos asustan, siempre algo malo puede pasar; podemos perder los ahorros, perder el trabajo, hay inquietud. Nos llenan de angustia. Y quienes nos sacan de esta angustia son estos lobbistas, que en realidad no piensan en el salario, en la jubilación, piensan en quién les paga, y les quien les paga es el poder económico”, expresó Zaiat.
“Lo que esta pasando hoy en la Argentina en términos globales es una brutal transferencia de ingresos regresiva, como no se ha vivido desde el comienzo de la Democracia. Solamente hay que remontarse al comienzo de la dictadura cívico-militar”, afirmó el periodista, quien aprovechó esta sentencia para reflexionar sobre el sentido común construido alrededor de lo económico por las élites neoliberales: “afirman que en economía hay recursos escasos frente a demandas ilimitadas, o sea, que no hay para todos. Esto es lo que dice ese saber económico convencional, y es mentira”. Para desmitificar este criterio, explicó que “Argentina produce alimentos para 450 millones de personas. ¿Cuántos argentinos somos, cuarenta millones? Y uno no come ilimitadamente, o sea que hay alimento para todos. Entonces, ¿que es lo que esta fallando? Es cómo se distribuye ese alimento”, y agregó: “la economía es un espacio de disputa de poder sobre cómo se distribuye la riqueza entre diferentes sujetos económicos y sociales que tienen intereses contrapuestos, y por consiguiente, están en tensión. Una forma muy esquemática de esta tensión es el capital y el trabajo. El trabajador quiere mejorar el salario. El empresario quiere mejorar su tasa de ganancia. Por consiguiente, se reúnen en el espacio económico y disputan la riqueza y generan tensiones. La economía siempre esta en tensión. Y esta tensión, traducida por el discurso conservador en problema, interviene favoreciendo a uno o a otro. Este es un aspecto fundamental para entender el tarizafo ahora, como era antes los subsidios. Para entender ahora el impacto de la megadevaluación y lo que era antes un control sobre el mercado cambiario. Frente a las tensiones siempre aparecen las medidas que favorecen a uno o a otro. Claramente, este gobierno es propatronal. Sus medidas están en función de satisfacer los deseos del capital, fundamentalmente el capital concentrado".
Desde un enfoque periodístico en búsqueda de desestructurar las operaciones de sentido común instaurado por el poder económico, Zaiat expresó que “existe un discurso neoliberal de que sufrimos hoy y después vamos a estar todos bien. Suframos y después en el paraíso vamos a estar mejor”, lo que recuerda al discurso de Mauricio Macri en mayo pasado en Villa Soldati, donde expresó “sé que duele esta transición, sé que no es fácil, a mí me duelen muchas de estas medidas que he tenido que tomar pero estoy convencido de que es el camino que nos va a llevar al progreso” y reconoció que “el sinceramiento de la economía ha sido una pesada carga para muchos”.
Al respecto de estas medidas adoptadas por el equipo económico de Macri, Zaiat apeló que en su conjunto buscan instaurar nuevamente un modelo neoliberal capaz de transferir la riqueza de los sectores populares a las élites dominantes: “el primer paso es entender en su conjunto qué significan estas medidas. El tarifazo, la megadevaluación, la eliminación de las retenciones, la apertura importadora, el reordenamiento geopolítico para subordinarse a Estados Unidos, el comienzo de un nuevo endeudamiento. En conjunto, responden a la búsqueda de instaurar un nuevo régimen económico, en base a un proyecto político conservador impulsado y dirigido por las élites tradicionales de la Argentina. Y el objetivo de ese nuevo régimen económico es redistribuir la riqueza en forma regresiva. Antes de ser gobierno, los economistas del macrismo lo decían: los costos laborales en Argentina son muy altos. Hay que traducirlo. No son costos laborales, son salarios. Los salarios en dólares son muy altos, si se los compara con Brasil, con otros países. ¿Qué están diciendo? que había que devaluar y bajar el salario. Pero para bajar el salario, además, se necesitaba un shock inflacionario para bajar el salario en términos reales, bajar los salarios tanto en dólares como en pesos. Porque la estructura de costos de las empresas decían que la parte del salario, que su costo sea más bajo, que pese menos dentro de esa estructura de costos. Y para eso hay que implementar medidas. Por eso, las medidas están en función de disminuir la participación de los trabajadores en la riqueza. Esto apunta al corazón y a los ingresos de los sectores vulnerables., que son las clases medias, las clases medias bajas, el pequeño productor, el pequeño comerciante, el pequeño industrial, los trabajadores, los jubilados, los pobres y los pauperizados. Estas medidas apuntan precisamente a deteriorar las condiciones materiales de los sectores vulnerables, a afectar el bienestar general, a las condiciones de vida, para generar esta transferencia fenomenal de recursos a los sectores más concentrados de la economía”.
Zaiat se refirió a los últimos estudios elaborados por el Centro de Estudios para el Cambio Social, el cual expresa la extraordinaria transferencia de ingresos que la megadevaluación del macrismo logró en el primer trimestre del año: “en los primeros cinco meses de gestión, 20 mil millones de dolares que, de los sectores vulnerables, se transfirieron al complejo agroexportador, al sector financiero, al sector industrial exportador y a los grandes acumuladores de dólares. Es un numero infartante. Solamente en el primer trimestres de este año, el 10% mas pobre de la población perdió el 25% de su capacidad de compra. No es que se creó riqueza y se distribuyó solamente a ese sector. Sino que la riqueza que estaba en los sectores vulnerables se transfirió a este grupo minoritario de la economía”.
Además, citó al economista Jorge Gallego diciendo que "ha comenzado el tercer gran ciclo del endeudamiento externo argentino”, tras los 16 mil 500 millones de dólares de pago a los buitres y que de esa manera “uno se subordina y pasa a estar condicionado al acreedor, que no reclaman el capital, sino los intereses de la deuda, que ése es el gran negocio del sistema financiero”.
Enfatizó en la capacidad de "legitimación social para implementar políticas que vayan en contra de los propios intereses de los trabajadores" y que las corporaciones mediáticas que las promueven son parte del poder económico: "Las corporaciones mediáticas ofrecen el escenario para que estos lobbistas transmitan para legitimar medidas en contra de sus intereses”, en referencia a lo que Alfredo Zaiat denomina “la economía del miedo” y llamó a “dejar de tenerle miedo a los que infunden el miedo en la economía”.
*Comunicador Popular y Militante del Centro de Estudios Arturo Jauretche