Más especulación: los exportadores tendrán un año para ingresar divisas
Por Noemí Arzamendia*
La medida abarca a todo el arco de transacciones comerciales que se realizan en el exterior. Es decir, que ahora, el que exporta un litro de leche o 1500 toneladas de soja, puede no ingresar lo que gana por la venta de sus productos en el exterior hasta dentro de un año. Si bien Cambiemos argumenta que lo hace con el fin de “promover la competitividad de la economía local así como una mayor inserción comercial, y con el objetivo de abrir mercados a los productos argentinos, con reglas simples de exportación y facilidades de financiación para todo el universo de productores, empresas y exportadores, corresponde adecuar los plazos otorgados en el Anexo de la última resolución mencionada", ningún economista responsable tomaría semejante medida si le preocupara que la consecuencia es dejar vacías las arcas del Estado para tomar deuda a cualquier precio.
Para que lo entienda un niño de 5 años, con esta medida los exportadores podrán especular con sus ganancias en cualquier negocio afuera del país y pueden esperar hasta un año para ingresar sólo lo que figura como venta de productos exportables. Especulación neta.
El presidente de la Cámara de Exportaciones de la República Argentina, Enrique Mantilla, reconoce que se espera que para 2016 el crecimiento de las exportaciones sea mucho menor que en 2015, año que incluso había sido un 17% menor al 2014.
Esta misma medida había sido tomada por el ex presidente De la Rúa en 2001, unos meses antes del corralito. El corralito fue una medida implementada en diciembre de ese año para impedir que los ahorristas sacaran dinero de su cuenta, y dejaran así vacías a las arcas del Banco Central. Fue una medida desesperada porque el Estado nacional no recibía el retorno de capitales de exportación, al igual que va a suceder ahora con la resolución de Cambiemos. La consecuencia es conocida por todo argentino mayor de 30 años.
Ya en marzo de este año, el gobierno macrista había flexibilizado el retorno de capitales, de 30 a 180 días en 650 productos de exportación, pero, como a la actualidad no están llegando los retornos esperados, tanto como tampoco están ingresando las tan mentadas inversiones del exterior para morigerar el impacto de la fuga fenomenal de divisas, es que ahora extienden la norma a todos los productos exportables por el plazo mencionado de un año.
Varios economistas apuntan a que el desenlace de esta historia es casi una réplica de lo que sucedió ese año en que sufrimos la mayor crisis económica de la historia argentina. Sin la financiación externa, el 2017 se presenta como un año de mucha incertidumbre, al igual que en 2001. Quien escribe se arriesga a preguntarse, si los acreedores externos no estarán esperando a que el agua nos llegue a las narices, para largar financiamiento con tasas de interés altísimas, en una oferta que no podremos rechazar.