Panel de empresas recuperadas en Bahía Blanca
Por Diego Kenis
El viernes 28 de marzo pasado, en el Centro Histórico Cultural de la Universidad Nacional del Sur (UNS) de Bahía Blanca se desarrolló una charla a cargo de un panel conformado por empresas recuperadas de la ciudad y la región.
Por iniciativa del Espacio Universitario Nacional y Popular (EUNP) surgido en esa casa de estudios del sur bonaerense, a la mesa se sentaron representantes de cooperativas de trabajo que son un símbolo en la recuperación de empresas vaciadas durante la crisis del cambio de milenio. En todos los casos, la ruta de objetivos que siguieron ha sido idéntica: en primer término la mantención de las fuentes de trabajo, luego la mejora en las condiciones laborales y en tercer lugar un incremento en la calidad y cantidad de producción, para un salto en la competitividad que permita a su vez la defensa y ampliación de fuentes de trabajo y una continua mejora en las condiciones de desarrollo de la actividad.
Casos testigo
La más antigua de las empresas cooperativas que conformaron el panel es incluso anterior a la crisis de finales de los ’90 y principios de los 2000: Ondas del Sur, que autogestiona la septuagenaria radio de Am LU3 y la primera Fm de la ciudad, Ondas, surgió en 1994, lo que la coloca en el grupo de la primera media docena de empresas recuperadas del país.
Más nueva, Textiles Pigüé, de la ciudad homónima, es a una década de su creación una de las principales fábricas del país. Sus trabajadores la recuperaron en 2002, luego del vaciamiento de Gatic, una empresa que había llegado al sudoeste bonaerense durante la dictadura. Los primeros meses fueron los más duros, e incluyeron una represión policial que congregó a doscientos policías armados para el desalojo de un grupo de obreros desarmados que se encontraban en su lugar de trabajo porque no habían recibido telegrama de despido. Hace un trimestre, la cooperativa logró la escrituración definitiva a nombre de los trabajadores de los terrenos y plantas fabriles. Ese logro, que permitirá a Textiles Pigüé el acceso al mundo del crédito, sumado a su volumen de producción y a las más de un centenar de fuentes de trabajo que genera la colocan entre las más importantes empresas recuperadas de la Argentina.
Poco después de comenzada la experiencia pigüense de autogestión surgió en Bahía Blanca, en 2007, la análoga del frigorífico Industria de la Carne Obrera de Bahía Blanca (INCOB), cuyos trabajadores venían luchando desde 2005 por sostener la empresa que había sido vaciada por los propietarios de lo que hasta entonces se llamaba Paloni SA. Hermana de esa lucha, en rubro y características, es la más reciente de la cooperativa Fortín Cuatreros y su frigorífico, que perteneció a la firma Villa Olga SA. Tras resistir una orden de desalojo en 2012, los trabajadores, representados en el panel del viernes 28 por Hugo Cartagena, recibieron una buena noticia: el Congreso bonaerense determinó, en diciembre del mismo año, la declaración de “utilidad pública y sujetos a expropiación” de los bienes de la firma, que la ley 14505 decidió adjudicar por venta directa y a título oneroso a la cooperativa de trabajo conformada por los obreros, lo que incluye inmuebles, maquinarias, instalaciones y herramientas.
Kirchner, un cambio de época
En un intercambio de experiencias que ofreció muchos puntos comunes y se enriqueció con los disímiles, los expositores coincidieron en resaltar el acompañamiento y la apertura de Néstor Kirchner en los años iniciales de sus luchas, que coincidieron con los del mandato presidencial del santacruceño.
Francisco Martínez, presidente de Textiles Pigüé, fue recibido por un recién asumido presidente en 2004, cuando muchas de las puertas del poder político local se cerraban, los trabajadores venían de sufrir la represión ya narrada y el país sólo había conocido en varias décadas procesos de desindustrialización, desempleo y mandatarios que sólo medían los riesgos de los ruleteros de bolsa. A partir de allí no sólo se frenó el desalojo sino que comenzó a transitarse el camino hacia la ley de expropiación y adjudicación de bienes que condujo a la histórica firma de la escrituración definitiva de inmuebles y maquinarias a nombre de los trabajadores, trámite que se completó en enero pasado.
Por datar su situación de 1994, son los trabajadores de la histórica LU3 quienes mejor pueden ilustrar este cambio de época, que el experimentado periodista Alberto Mac Dougall puso en palabras. “Estábamos acostumbrados a que en lo que era el COMFER no nos recibieran. Pero nos dijeron: vayan el jueves a las cinco de la tarde. Y el jueves a las cinco de la tarde nos recibieron”, narró. “Armen una cooperativa”, los entusiasmaron. Pero existía un problema: la Ley de Radiodifusión, firmada por el dictador Jorge Videla en 1980 y todavía en vigencia por entonces, impedía a las cooperativas poseer frecuencias de radio. “Néstor lo va a cambiar”, fue la respuesta. Kirchner propició la modificación parcial de esa ley, hoy reemplazada por la LSCA, y la cooperativa Ondas del Sur pudo formalmente titularizar la emisión en amplitud y frecuencia moduladas.
Enrique Garagiola, referente de INCOB, todavía recuerda un acto oficial de la década pasada en que se acercó corriendo al ex presidente Kirchner y llenó los bolsillos de su saco con los reclamos y necesidades de los trabajadores del frigorífico que intentaban recuperar. “¿No me estarás metiendo nada raro, no?”, bromeó Kirchner. A los pocos días, atendió un llamado que también le sonó a cargada. Del otro lado de la línea alguien decía llamarse Oscar Parrilli y ser Secretario General de la Presidencia. “Es cierto. Le hablo por las inquietudes que usted le acercó al compañero hace unos días”, escuchó Garagiola. El crecimiento que desde entonces ha tenido INCOB lo llevó hace un mes y medio a reunirse con el presidente venezolano Nicolás Maduro, en el marco del primer encuentro del Mercosur Obrero, que se desarrolló en Caracas.
Financiamiento para rodar
Las experiencias difieren cuando el tema se centra en la sustentación del proyecto en base a la generación de recursos. En tal sentido, la escrituración que Textiles Pigüé logró en forma definitiva un trimestre atrás la coloca en un lugar de privilegio que la convierte a su vez en ejemplo y objetivo de las aspiraciones de las demás empresas recuperadas. La titularidad de terrenos y plantas fabriles abren a la cooperativa pigüense, ubicada a 137 kilómetros de Bahía Blanca, el acceso al mundo del crédito y le otorgan la posibilidad de pensar en una profundización de su perfil industrial en calidad y cantidad. En este sentido, pero en el caso inverso, durante el desarrollo del panel se expuso la preocupación por la orden de desalojo que pesa por estas horas sobre el Hotel BAUEN, otro símbolo entre las empresas recuperadas.
En el caso de los medios de comunicación emerge por su parte la problemática referida al financiamiento vía publicidad. Mac Dougall y Federico Hidalgo, de LU3, refirieron lo cerrado del comercio local a la hora de distribuir publicidad. “Cuando escuchan que se trata de una cooperativa, miran con desconfianza”, indicó Mac Dougall. Hidalgo se centró en el punto de la publicidad oficial del Municipio, que distribuye una generosa y mayoritaria parte de la torta entre el grupo de empresas que, como el diario La Nueva Provincia o la radio LU2, controla Vicente Massot, imputado por delitos de lesa humanidad. “Hay incluso periodistas que por una o dos horas de aire reciben más publicidad que nosotros, que ponemos al aire 19 horas de programación”, agregó Mac Dougall, miembro del grupo de pioneros que a mediados de la década de los ’90 logró mantener a LU3 siempre en el aire, a pesar la enorme desventaja de no tener luz. El modo en que se distribuye la pauta oficial municipal está tan naturalizado en Bahía Blanca que hace un año no fue el oficialismo sino la oposición la que presentó en el Concejo Deliberante local un proyecto que legalizaba la distribución regresiva de pauta, incluyendo entre las variables a considerar el mayor tiraje o el nivel de audiencia de la producción a publicitar.
Qué es el EUNP
El Espacio Universitario Nacional y Popular (EUNP) es un encuentro interclaustros surgido en septiembre del año pasado en la Universidad Nacional del Sur de Bahía Blanca con el objetivo de forjar “una primera experiencia de reflexión y debate que involucre a todos, sin distinción, aunados en el reconocimiento de los avances fundamentales que se han dado en la última década, con la intención de darles visibilidad a partir de un posicionamiento propio, asumiendo un compromiso crítico e indispensable frente a lo que falta”, según expresa el texto de su primera convocatoria.
El nombre de su sitio web, DesenKlaustrados, pone además en cuestión la anacrónica noción de “claustro” utilizada para designar el carácter de cada miembro de la comunidad universitaria: docentes, docentes auxiliares, trabajadores, estudiantes y graduados.
Las casualidades del calendario quisieron que la convocatoria inicial para el primer encuentro del grupo fuera lanzada el 18 de septiembre, lo que en el repaso de efemérides refiere también un cambio en el modo de transitar la vida universitaria. Un día antes se habían cumplido 58 años de la primera proclama de la autodenominada Revolución Libertadora, que contó con amplio y documentado respaldo en el mundo universitario que se aprestaba a ver cómo los hijos de cabecitas que en 1945 estaban en primer grado podrían aspirar en breve a cursar una carrera académica, lo que mayoritariamente consideró una afrenta al privilegio. En Bahía Blanca, por entonces, no existía la Universidad del Sur, aunque Juan D. Perón ya había plantado su semilla: el Instituto Tecnológico del Sur, al que en 1954 se sumó la Facultad local de la Universidad Obrera que hoy se conoce como UTN. El ex presidente, que caería entre el 18 y el 21 de septiembre de 1955, había explicado su concepto inclusivo del modo más sencillo: “era un crimen que estuviéramos seleccionando materia gris en círculos de cien mil personas, cuando la podíamos seleccionar entre cuatro millones”.
“Hay mucho para aprender de los trabajadores”
En sintonía con la idea inicial que dio origen al Espacio, y en referencia puntual al evento reseñado, desde el EUNP expresaron que “creemos que la universidad tiene la obligación de insertarse en la realidad social, especialmente en lo que atañe a la región. En ese sentido mostramos desde el Espacio Universitario la experiencia cercana de empresas recuperadas por trabajadores que eligieron como forma de organización el cooperativismo. No apostaron al enriquecimiento individual o del grupo que hacía el esfuerzo, sino a una experiencia solidaria de expansión, donde lo más importante era mejorar la competitividad y las condiciones de trabajo”.
“Todos los casos expuestos son un ejemplo de resistencia, especialmente porque estuvieron prácticamente solos en el contexto de una sociedad hostil como es Bahía Blanca y su zona de influencia. Trabajaron mucho y pagaron deudas que heredaron. Golpearon puertas y se encontraron con Néstor Kirchner, que les abrió un camino y les tendió la mano. Pero no se quedaron en eso, fueron también por el futuro. Invirtieron en tecnología y se ocuparon de mejorar las condiciones de trabajo, atendiendo cuestiones esenciales como la salud de los trabajadores asociados”, señalaron al momento de trazar conclusiones sobre el evento que organizaron y lo compartido por los expositores invitados.
En torno al rol de la Universidad ante este novedoso escenario, marcaron que “debe acompañar estas experiencias, y es éste el sentido de presentarlas. Hay un largo camino para recorrer y mucho para aprender de los trabajadores que asisten a todos los lugares donde los invitan para contar que la utopía es posible y tenderle la mano a los que empiezan el largo camino de recuperar sus puestos de trabajo. Nuestra intención es ir por más, institucionalizar la vinculación formal de la UNS con las empresas recuperadas y, para ello, estamos trabajando”.
(Para seguir al Espacio Universitario Nacional y Popular- EUNP en Twitter y Facebook)