Raquel Chan: "La planta transgénica no tiene ningún impacto para la salud"
Por Enrique de la Calle
AGENCIA PACO URONDO dialogó Raquel Chan, una de las científicas más prestigiosas del país. Experta en biotecnología vegetal, lideró el equipo que creó un trigo transgénico resistente a la falta de agua. ¿Más plantas transgénicas implica mayor uso de agroquímicos? "Hay plantas transgénicas que son resistentes a un herbicida. La idea que hay es que como esas plantas resisten se encuentran mucho más herbicidas y esos herbicidas serían dañinos para la salud. La realidad es que ese herbicida jamás debería llegar a un producto de consumo. Primero, porque es vertido sólo al inicio del crecimiento de la planta, cuando la planta compite con la maleza. El herbicida es algo que mata a la maleza", describió.
APU: ¿Qué son las plantas transgénicas?
Raquel Chan: Cuando hablamos de plantas transgénicas, hablamos de plantas que además de sus miles de genes propios, se le ha agregado al menos un gen más. Ese gen más puede provenir de la misma planta, puede venir de otra planta, o de otro organismo. Se hace eso para que ese otro gen le dé a la planta lo que no tiene, una característica que no tiene, y que puede ser benéfica, por ejemplo, a nivel nutricional, o para que la planta crezca mejor en el medioambiente o para que tenga más tolerancia al ataque de insectos y otros montones de usos.
APU: ¿Cuál ha sido el rol positivo para la producción agropecuaria en Argentina?
RC: El hombre era nómade, vivía de la caza y de la pesca hasta que hace más de 500 años decidió asentarse y para asentarse tuvo que iniciar la agricultura, para no tener que salir todos los días a cazar y pescar. Entonces, empieza a sembrar aquello que hay en la naturaleza y ve que le da poco rendimiento, que la planta se le muere, que la ataca un insecto... Entonces, intenta mejorar con el conocimiento que tiene, y eso es una historia de por lo menos 500 años, haciendo lo que llamamos cruza y selección. La cruza es cuando la planta tiene el polen, que es el equivalente al esperma y tiene los óvulos, y dos plantas distintas se pueden cruzar, que sean de la misma especie. Cuando se cruzan tienen un montón de hijos, algunos hijos son mejores que los padres y otros hijos son peores. Pero a diferencia de los humanos, el agricultor desecha a los hijos que son malos y se queda sólo con los que son mejores. Y los va cruzando hasta ir obteniendo cosas que son mejores.
La transgénesis o las técnicas de ingeniería genética vinieron a acelerar ese proceso. En lugar de mejorarlo esperando la cruza y que las plantas hijas resultaran mejores o peores y volver a cruzarlas, lo cual genera un montón de tiempo porque las plantas crecen en determinado momento del año. Vino a decir a ver si podemos hacer algo de precisión: lo que le pasa a esta planta que es re bonita es que se la comen vivas los insectos; vamos a ponerle un gen de resistencia a insectos. ¿De dónde saco un gen de resistencia a insectos? No es tan fácil, requiere un montón de investigación. Pero alguien lo encuentra, se lo puso a la planta y cuando se lo puso pasó a ser una planta genéticamente modificada o transgénica.
APU: Siempre la crítica que aparece cuando se habla de las plantas transgénicas es el impacto sobre la salud. ¿Qué puede decirme sobre eso?
RC: La planta transgénica en sí no tiene ningún impacto para la salud, que sea distinto del que tiene la planta no transgénica. La planta transgénica pasa por un sistema regulatorio, que en cada país se llama diferente y funciona un poco diferente, pero que pertenece a organismos del Estado. Como la ANMAT es para los medicamento. Se hacen un montón de estudios para asegurarse de que la planta transformada transgénica no es distinta, nutricionalmente y ambientalmente, a la planta que no recibió el gen extra. No hay demostración de que las plantas transgénicas tengan algún efecto dañino per se, para la salud humana o animal, porque si no, no las permitirían.
APU: A veces la crítica en relación a la salud, tiene que ver con que algunas plantas transgénicas se hicieron para ser muy resistentes a determinados agroquímicos. Entonces, de alguna manera la planta transgénica vendría acompañada de un mayor uso de un determinado agroquímico. Pienso en el glifosato, pero puede ser cualquier otro.
RC: La planta transgénica, es una cosa. El agroquímico es otra. Hay dos tipos de plantas mayoritariamente en el mercado. Aquellas que tienen el gen llamado BT, que es una toxina para los insectos, que está absolutamente comprobado que no es dañina ni para los animales ni para los humanos. Justamente ha tenido un impacto ambiental muy positivo porque ha disminuido mucho el uso de insecticidas.
Las otras plantas, que supongo que son a las que se refiere, son las resistentes a un herbicida, que hace que las plantas resistan. La idea que hay es que como esas plantas resisten se encuentran mucho más herbicidas y esos herbicidas serían dañinos para la salud. La realidad es que ese herbicida jamás debería llegar a un producto de consumo. Primero, porque es vertido sólo al inicio del crecimiento de la planta, cuando la planta compite con la maleza. El herbicida es algo que mata a la maleza. La maleza es una planta que no sirve para comer ni para ninguna otra cosa útil, que se consume los nutrientes de la tierra, la luz, el agua y el dióxido de carbono que el cultivo tendría que absorber para producir bien. Entonces el agricultor quiere matar a la maleza porque la maleza le roba a la planta de cultivo. Eso es en los primeros estadios de crecimiento de una planta. Cuando la planta del cultivo ya se estableció y es una planta grande, de dos meses o tres meses, ya la maleza le hace cosquillas porque ya está mucho más grande la planta, nunca más le puede sacar la luz. No se tira más herbicida, se puede tirar insecticida si hay algún problema con una plaga, pero no el herbicida. El herbicida se tira al principio, o antes de la emergencia de la planta o después, pero en estadios muy tempranos. La vida media de la molécula del herbicida está medida y es relativamente baja, es de unas cuantas horas, no dura los cincos meses que dura la vida de la planta. Por lo tanto, eso no debería llegar nunca al producto final que sea las semillas o los frutos. No tendría que haber preocupación por la salud humana o animal por el consumo de herbicidas que no deberían estar en una planta. Si lo hay, habría que ver los casos y por qué sucedió, será porque tiraron herbicida en una planta que ya estaba para cosechar. Igual no tiene ninguna lógica porque ya no lo necesita y sería un malgasto de dinero. Puede ser un error pero no tiene lógica, no es una rutina.
APU: Cuéntenos sobre el trigo transgénico que usted y otros investigadores desarrollaron.
RC: El trigo tiene una modificación genética, tiene una introducción a un gen de girasol. El gen de girasol, que se llama HB4, justamente le confiere al trigo una capacidad que ya tiene el girasol pero el trigo no tiene, que es el de tolerar un tiempo más prolongado el déficit hídrico. Eso hace que las plantas de trigo HB4 den mayores rindes en zonas y años de cosechas o campañas en las cuales el agua escasea.
APU: Por último, le hago una pregunta especulativa. Según su visión, ¿cómo ve el mediano plazo, cree que hay una tendencia a una mayor cantidad de plantas transgénicas? ¿Ese es el futuro de la producción agropecuaria?
RC: Me cuesta hacer futurología. Como venimos hablando, las plantas transgénicas tienen un montón de personas que están a favor porque producen mejor, producen más, tienen mejores rindes, por supuesto mejores ganancias, supongo. Y tiene una cantidad de personas que están en contra. Así que es bastante difícil predecir quién va a ganar. Hay países que han adoptado los transgénicos como Estados Unidos, Brasil, Argentina mismo. Los transgénicos ocupan el 98% de la superficie cultivada. Los que no los han adoptado tal vez vean que perdieron el tren y los adopten, o no. Es difícil de saber, depende de muchas decisiones políticas, no de decisiones económicas. Que son convenientes, son convenientes. La cuestión es si por cuestiones políticas, ambientales, de características geográficas, hay países que no los han aceptado y tal vez, no los acepten nunca. También hay muchos países que no viven del cultivo, cuya producción, ganancias y exportaciones no dependen de cultivar entonces es más fácil tomar la decisión de decir ‘no lo acepto’.