Llegó el 2023: ¿Cuál es la línea?

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EDITORIAL APU

Llegó el 2023: ¿Cuál es la línea?

24 Febrero 2023

Comienza el año electoral y el Frente de Todos transita un tiempo aciago. La falta de claridad sobre qué hacer pone a la Nación ante el riesgo de que regrese el neoliberalismo, con su larga estela de pobreza y desesperanza. Ante esta coyuntura urgente, los y las militantes del campo popular debemos tener claridad sobre la línea, las certezas que nos van a permitir transitar la campaña de modo exitoso o coherente si el éxito nos es esquivo en octubre. Coherencia que será la base de la resistencia y relanzamiento de nuestra fuerza.  

El liderazgo

La defensa irrestricta a la vicepresidenta de la Nación y líder de nuestra fuerza, Cristina Fernández de Kirchner. Posición adquirida por ser quién mejor expresa las conquistas y aspiraciones de nuestro Pueblo. A causa de esto, ha sufrido ataques físicos de modo permanente que incluyen apedreamiento de su despacho, hostigamiento sobre la salud de su hija, el cerco policial por parte de una autoridad local sobre su hogar y un atentado que hubiera puesto en severo riesgo a la democracia argentina. 

Este acoso se corresponde con el hostigamiento judicial sobre ella, que dadas las condiciones actuales podría imponer la proscripción de su candidatura. El argumento que aún puede presentarse es falaz en tanto que todas las instancias judiciales están corrompidas, siendo la garante de esta podredumbre la mismísima Corte Suprema de la Nación. A modo de ejemplo, este artículo sobre los últimos siete fallos “imparciales” de dicha Corte.

El rol de la militancia es también defender la tarea que está haciendo el gobernador Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires. Entre sus hitos se encuentra la gestión de la pandemia y la pospandemia, cuidando la salud, la contención social, la educación y el empleo. Todo en una provincia que adolece de un desfinanciamiento crítico. 

El programa

La defensa de las y los actores que les toca lidiar con la herencia macrista y sus consecuencias no es suficiente para despertar la esperanza en nuestro Pueblo. La agenda tiene que estar acompañada por un programa, de cómo la clase trabajadora argentina va a recuperar el poder adquisitivo que tuvo hasta 2015.

Dos ejemplos que marcan este camino son la “Ley de Aporte Solidario y Extraordinario” o el reclamo a la renegociación con el FMI, ambas iniciativas motorizadas por el diputado nacional Máximo Kirchner. 

Se necesita un plan integral. La economía viene de un largo ciclo de estancamiento y urge desarrollar sectores competitivos que reduzcan la dependencia del conglomerado sojero. Nuevamente, el desarrollo de Vaca Muerta es una iniciativa que puede reperfilar la estructura productiva del país. También, hay que avanzar en un debate serio sobre otros sectores inexplotados en el campo de la energía, la minería, el sector marítimo (como las exploraciones que se están haciendo a 500 kilómetros de Mar del Plata), la energía nuclear y las tecnologías del conocimiento, por citar solo algunos. 

La intelectualidad gorila ha logrado imponer el sentido común de que nuestra fuerza es solamente distribucionista. La cantinela inchequeable de que Perón vació las arcas llenas de oro del Banco Central. El peronismo-kirchnerismo es una fuerza laborista y ha dado sobradas muestras de su vocación productivista. Está claro que no se puede repartir lo que no se tiene. En ese sentido, es importante que desde el propio espacio político-militante no se regalen banderas vinculadas a la producción, el desarrollo económico o la necesidad de aumentar exportaciones.   

La organización

Para defender a Cristina y llevar adelante un modelo económico que nos permita vivir mejor necesitamos músculo. La fuerza que pueda llevar adelante esa agenda. 

Argentina tiene una colosal cultura militante, que además se centuplicó durante las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner. Esperar que la gente salga a las calles espontáneamente detrás de un clamor fantasmagórico es liberalismo. El 17 de octubre fue construido por Evita, Cipriano Reyes, Domingo Mercante y millares de héroes y heroínas anónimas. El regreso de Perón en 1972 fue construido y sus mártires son reivindicados hasta hoy. El 2001 fue un largo proceso comenzado a mediados de los 90s por los fogoneros de Cutral Có y Tartagal. No será distinto esta vez.  

Es responsabilidad de quienes conducen a la militancia reorganizarla y relanzarla detrás de esta agenda. Si regresa el macrismo, vamos a vivir aún peor. Sin militancia organizada, no hay victoria posible. 
 

"La economía viene de un largo ciclo de estancamiento y urge desarrollar sectores competitivos que reduzcan la dependencia del conglomerado sojero"