11-S: el punto de inflexión
Por Manuela Bares Peralta
Hay una autocrítica ensayada que se repite: exorcizar las versiones oficiales y mediatizar la autocrítica, lo hacen los documentales, también los crime-shows. Punto de Inflexión: el 11-S y la guerra contra el terrorismo es un poco eso, una mirada amplificada e histórica, un archivo de contradicciones, falencias y gestualidades, que comenzó a gestarse en 1979, en plena Guerra Fría, con la ocupación de la Unión Soviética en Afganistán hasta el día de hoy, con el ascenso de los talibanes al poder.
En esta docuserie, Brian Knappenberger narra de forma detallada y metodológica la tragedia, pero también los errores y cómo el “sueño liberal” aniquiló cualquier existencia que lo pusiera en jaque. A su vez, construye una cronología sobre la guerra más larga y costosa del siglo, la inestabilidad que causó en Oriente y la propia interpretación que hizo Estados Unidos sobre los alcances y límites de su propia democracia.
La propuesta de Netflix hace revisionismo histórico con poder visual y testimonial a través de las voces de víctimas y familiares, pero también de comandantes, soldados, bomberos, ex funcionarios y líderes. En ese acordeón de voces se edifica una época y una forma de hacer política que nació y se desvaneció después de la retirada de Estados Unidos de Afganistán. Un documental que deja ver todas las grietas y el dolor de la tragedia, permitiéndonos entender cómo operó el consenso social y político a uno de los períodos más convulsionados para Medio Oriente, tomando partido, haciendo autocrítica, ampliando los márgenes para que no quede nada por contar.