D.B. Cooper: el Robin Hood moderno y el único secuestro de avión irresuelto en toda la historia
Entre la incertidumbre que genera la alta competencia y la pérdida de suscriptores, Netflix sigue rescatando algunas pocas certezas: las series documentales representan el contenido más atractivo de su catálogo y la audiencia nunca deja de consumir true crime. Esas dos características, y una historia con mucho condimento, aparecen en D.B. Cooper: ¿Dónde estás? La miniserie de cuatro capítulos, estrenada el 12 de julio, aborda un misterio que lleva ya cinco décadas y combina pocas pistas, demasiados sospechosos y detectivismo aficionado.
La tarde del 24 de noviembre de 1971, minutos antes del despegue, un hombre compró en efectivo un pasaje en avión de Portland a Seattle, en Estados Unidos. Le preguntaron su nombre: Dan Cooper, con sólo un maletín como equipaje. Era un viaje breve, de poco más de media hora. Sin embargo, al rato de despegar, hizo llegar una nota al piloto en la que aseguraba que tenía una bomba— observada por la azafata—. Exigía 200 mil dólares y cuatro paracaídas para dejar con vida a los pasajeros, que nunca se enteraron de lo que ocurría.
Al aterrizar, hizo el intercambio con el FBI y ordenó despegar nuevamente con dirección a la Ciudad de México, indicando también cuestiones de altura y velocidad. El avión debía reposar en Reno, Nevada, pero en algún momento del trayecto Cooper saltó por la parte trasera. Nunca se lo volvió a encontrar y, más allá de unos fajos de billetes con el mismo número de serie hallados por un niño a orillas del Río Columbia, al día de hoy sigue siendo el único secuestro de avión irresuelto y sin responsables en toda la historia.
El primer detenido fue una persona con el mismo nombre, que además era falso. Sin embargo, la información se filtró— parcial y erróneamente— a los medios de comunicación y, a partir de entonces, se lo conoció como “D.B. Cooper”, el punto de partida para un sinfín de aficionados que se involucraron en el caso. Aunque hubiera sobrevivido a la caída en condiciones adversas— en medio de la noche, bajo una tormenta, con viento en contra, un paracaídas precario y hacia un bosque congelado—, hoy tendría 95 años. Sin embargo, la ilusión del crimen perfecto, y la intriga provocada por la falta de respuesta, lo han convertido en una especie de Robin Hood moderno y en una leyenda urbana estadounidense.
Más allá de las modificaciones sobre el control del equipaje y los pasajeros, tales como los detectores de metales, la llave externa para la parte trasera y la prohibición de la venta de pasajes en efectivo, el caso generó, en primer lugar, una ola de fracasados emuladores, y luego una increíble cantidad de investigaciones cuentapropistas, al punto de que hay una convención anual en la que se reúnen para debatir teorías. Una de ellas, tomada por la producción de Netflix, es la de Tom Colbert, convertido en escritor y productor. Su pesquisa llegó a transformarse en un programa emitido por History Channel. Tras su finalización, en 2016 el FBI anunció que dejaría de lado la causa hasta que aparezca nueva evidencia. Sin embargo, Colbert exigió judicialmente que los archivos acumulados se pusieran a disposición del público, lo que tuvo como consecuencia otra ola de detectivismo aficionado.
El aspecto más destacado de la producción— dirigida por Marina Zenovich— es la lograda descripción de la época, que se complementa muy bien con el material de archivo y los testimonios de socios y detractores, poniendo en pantalla la obsesión en torno a un criminal devenido en ídolo. De hecho, existen más películas y documentales que intentan desentrañar el caso, Marvel postuló que Loki se volviera Cooper como parte de una de sus travesuras y hasta se especuló que Mad Men terminaría con la conversión del protagonista.
Más allá del repaso por los distintos posibles sospechosos, como ocurre con muchas de este tipo de historias, la falta de verdad multiplica especulaciones y fanatismos a medida que pasa el tiempo. DB Cooper: ¿Dónde estás? nos sirve para entender cómo funciona la industria del true crime para Netflix.