La maldición del guapo: una comedia española atravesada por la “argentinidad”
Por Jazmín Manuel
Dirigida por Beda Docampo Feijóo, creador de Amores Locos y Francisco, el padre Jorge, llegó a la cartelera de CineAR La maldición del guapo, una comedia irónica sobre estafas millonarias, rubíes y los intentos de un padre por recuperar el amor de su hijo. Ambientada en Madrid, pero con una gran presencia de la cultura argentina, está llena de referencias a ciertos emblemas porteños, como la pizza y el tango.
Protagonizada por Gonzalo de Castro y Juan Grandinetti, la trama se centra en Humberto, dueño de un bar en la capital española, que intenta volver a ser parte de la vida de su hijo Jorge, con quien perdió contacto durante muchos años. Sus problemas se remontan mucho tiempo atrás cuando, viviendo en Buenos Aires, durante la niñez de Jorge, Humberto es privado de su libertad luego de ser condenado por crímenes de estafa.
Paradójicamente, los vuelve unir aquello que los separó en un comienzo: un robo. Jorge, siendo ya un adulto, empleado de una reconocida joyería, se acerca a su padre pidiéndole plata para cubrir un descuido en su trabajo, en el que una pareja de señoras le roban unos diamantes en un momento de distracción. Es así que comienza una historia llena de ironía, mentira, comedia y una pizca de acción.
La maldición del guapo cuenta también con la actuación de la argentina Paula Sartor y contiene una serie de referencias a la cultura argentina durante los 90 minutos que dura la película. En los primeros momentos del film se hace referencia a la “pizza porteña” y, a su vez, el tango se hace presente más de una vez. Los personajes principales, además, hablan con un acento mezclado entre argentino y español, con gran presencia de zetas y hablando de “vos” al mismo tiempo.
Incluso, vemos cómo el personaje de Humberto –quien empieza presentando un estilo relajado y casual– adapta su imagen para camuflarse en un ambiente de adinerados, adoptando una estética que nos hace recordar la de los tangueros: con el pelo peinado hacia atrás, generalmente de traje y con un sombrero de vestir. Caracterizado por su “viveza” y un ingenio notable, es uno de los personajes más simpáticos de toda la película, junto con el personaje de su mejor amigo, interpretado por Ginés García Millán.
Divertida, ingeniosa y con un final inesperado, La maldición del guapo es una comedia elegante que no cae en el chiste fácil. Una producción de muy alto nivel, algo que no nos sorprende viniendo de Docampo Feijóo.