Lupin: el clásico que Netflix nos legó

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Lupin: el clásico que Netflix nos legó

16 Enero 2021

Por Manuela Bares Peralta

Cuando era chica mi viejo me heredó una obligación: leer a Sherlock Holmes. Esa era una de las piezas fundamentales para entender sus historias y su propio paso por los clásicos de la literatura. En esas narraciones que papá hacía en voz alta, donde se mezclaban las hazañas que había imaginado Arthur Conan Doyle con su propia experiencia como lector, casi siempre había un paralelismo con Arséne Lupin, el personaje principal de las aventuras de Maurice Leblanc y de la colección de cuentos y novelas que el abuelo le heredó a él.

A Leblanc nunca lo llegué a leer, pero se alojó en mi memoria. Muchos años después, cuando apenas visualicé el tráiler que Netflix había subido a su página de YouTube, anunciando el estreno de una serie que se titulaba Lupin, me pareció que la conexión era obvia y le escribí a mi viejo. Empezamos este viaje de cinco capítulos casi a la par, mi padre con el recorrido de los libros a cuestas, y yo con apenas algunas historias que había escuchado de chica.

Pero, a diferencia de la serie Sherlock, creada por Mark Gatiss y Steven Moffat, donde el famoso detective protagonizado por Benedict Cumberbatch se moderniza para no desentonar con la época, Lupin es el punto de referencia e inspiración sobre la que Omar Sy creará su propio personaje, Assane Diop. La herencia de Assane es el libro Caballero y ladrón, donde Leblanc inaugura las aventuras del ladrón de guante blanco, Arséne Lupin. Ese no sólo es el regalo que le dejó su padre, sino que es la base narrativa en donde se va a desplegar su búsqueda de venganza y justicia.

Con una estructura argumental capaz de tender puentes y trazar concesiones con ambas generaciones (la que creció con los libros y la que se encuentra con Arséne Lupin por primera vez), esta serie se ubica entre las más vistas en nuestro país y ya cuenta con la promesa de una segunda y última temporada. Cinco capítulos atrapantes y entretenidos, preparados para ver de un tirón, casi de forma maratónica y sin interrupciones.

Netflix nos acerca a un clásico que le costó trascender las fronteras de su Francia natal, pero que varios años después parece haber conseguido revancha en el streaming y las plataformas. En el siglo XXI, no fueron los padres, pero Netflix nos heredó un clásico.