Memoria del saqueo: el documental que detalla la crisis argentina de principios de siglo
Por Jazmín Manuel
Hace apenas unos días, el pasado martes, Fernando “Pino” Solanas hubiera cumplido 85 años. Reconocido por ser un gran referente político en nuestro país y, por supuesto, por las grandes películas de su autoría, Pino es recordado como un artista que siempre se posicionó a favor de los reclamos del pueblo, creando obras atravesadas por su militancia y por una fuerte crítica a la corrupción de los gobiernos que han sabido pactar a favor de los poderosos y las políticas neoliberales que han golpeado a nuestro país. Irónicamente, a tan sólo dos días del aniversario de su vida, murió el ex presidente Carlos Saúl Menem.
Tras la muerte de Menem, salió a flote, con gran fuerza, el recuerdo de lo que fue la Argentina en la década de los 90s, tanto desde la experiencia personal como desde la vivencia colectiva. Desde el uno a uno, “la pizza con champán” y la fuerte presencia del presidente en el mundo de la farándula y los medios, recordando, también, el desempleo, la pobreza y el abandono total por parte del gobierno al mando. En ese contexto es imposible no hablar de uno de los grandes films de Fernando: Memoria del saqueo, un documental estrenado en 2004, que más allá de ser una lectura económica de la época, detalla esta década de la historia argentina desde lo social y lo político.
Memoria del saqueo, como si se tratara de un libro, está dividido en capítulos separados por títulos que se presentan haciendo una clara referencia al cine mudo. Esta separación genera que el espectador pueda ubicarse fácilmente en el contexto de la historia y que su comprensión sea más simple. A la vez, sirve para darle al documental un tinte más dramático y teatral, acompañando al montaje de las imágenes de las calles de distintos puntos del país, en el que se vivía de distinta forma, tanto el abandono de un gobierno que favorecía a los que más tienen, como la resistencia del pueblo hacia el mismo.
El documental se centra principalmente en las decisiones económicas que llevaron a una crisis financiera que tuvo como resultado el hambre, la desocupación y la muerte de miles de argentinos. Presenta una herida tan profunda, no sólo en nuestro país, sino en muchos otros países latinoamericanos, con quienes tenemos en común la experiencia de vivir los estragos que dejan en el pueblo las políticas del FMI y la inalcanzable deuda externa. Es una película que nos atraviesa en lo personal como argentinos, pero en la que se ve reflejada, en parte, la historia de otros pueblos de Latinoamérica. A su vez, Memoria del saqueo es un relato de la revolución anunciada: la respuesta del pueblo que se levantó en cada manifestación, cacerolazo y piquete.
Durante las casi dos horas que dura el documental, somos testigos de ese otro costado del menemismo ya mencionado: la política fuertemente ligada a la farándula y a lo mediático. No se ignora el poder mediático con el que contó el gobierno menemista, ni la responsabilidad de los medios masivos a la hora de proteger a un gobierno corrupto del cual la clase alta se vio siempre beneficiada, entre los que se pueden nombrar a muchos dueños de los medios de consumo cultural y las mayores empresas del país. En el documental se presenta a Menem como un traidor del pueblo que llegó a la presidencia gracias a todas las promesas que nunca cumplió y que se dedicó a pasearse por los programas de televisión, rodeándose de personalidades importantes de la farándula, como si no hubiera un país a su mando muriéndose de hambre.
A través del énfasis dedicado al pueblo, a los trabajadores, a distintas organizaciones, a las Madres de Plaza de Mayo y a todos aquellos que se levantaron al grito de “que se vayan todos” cuando estalló por completo la crisis en diciembre de 2001, Pino le dedica esta obra, según aclara en los primeros minutos, “a quienes resistieron en estos años a su dignidad y coraje”.
Memoria del saqueo es un documental que detalla las políticas y decisiones económicas de una década que provocaron aumentos en los índices de pobreza, en las tasas de desocupación y de desempleo; pero, también, es un homenaje a todos aquellos que se vieron afectados por esta etapa tan oscura de la historia, que aún nos pesa hasta el día de hoy. Ver este film en la actualidad, después de casi 20 años desde esa primera semana de diciembre de 2001, es un recordatorio sobre la importancia de mantener la memoria colectiva viva, para no volver a aquel lugar que nos costó tanto.
El documental se encuentra completo en Youtube.