Moon Knight: mitología egipcia y trastornos mentales en la mejor serie de Marvel
Por Agustín Mina
Cuando se anunció en agosto de 2019 la serie de Moon knight muchos de los fanáticos del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU por sus siglas en inglés), que se sumaron a partir de las películas, seguramente hayan tenido que buscar de quién se trataba. El personaje no había aparecido— ni siquiera mencionado— en ninguna de las producciones y tampoco se trataba de una de las marcas más conocidas. Sin embargo, tras años de cosechar la confianza de sus fanáticos, y gracias a haber creado un universo interconectado que cuenta una misma historia, las personas están dispuestas al menos a darle una oportunidad a cualquier producto que se estrene bajo el arco del MCU, no sólo porque esperan calidad, sino porque también saben que será de importancia para entender ideas futuras. De todas maneras, quien haya llegado a ver Moon knight con dudas o sin saber dónde se metía, se fue con seguridad gratamente sorprendido.
La serie cuenta la historia de Steven Grant, un aficionado a la historia de Egipto que trabaja en la tienda de regalos de un museo británico y que sufre de pérdidas ocasionales de la consciencia, tras las que se encuentra en lugares a los que no sabe como llegó. Por esto, el joven interpretado por el guatemalteco-estadounidense Oscar Isaac duerme atado a su cama y le cuesta relacionarse con las personas, a quienes no sabría explicarles su condición. La acción comienza cuando Steven comienza a despertarse en contextos insólitos y peligrosos donde lo atacan o lo persiguen.
Con el correr de los episodios, la tira revela que en realidad Steven sufre de un trastorno de identidad disociativo y sus desmayos o escapadas nocturnas responden en realidad a que otra de sus personalidades toma el control, sin que él sepa de su existencia. Aquí entra en escena Marc Spector, un mercenario típico de película de acción, muy alejado del bueno y torpe Steven. Esta dualidad es manejada de forma magistral por Isaac que logra interpretar a dos personajes totalmente distintos y que esa diferencia se note, aunque lleven la misma cara. Un nivel de actuación que no se ve desde Tatiana Maslani en Orphan Black.
El factor Marvel ingresa cuando se revela que Marc— al borde de la muerte— hizo un trato con Khonshu, dios egipcio de la luna, mediante el cuál se convertía en su avatar para proteger a “los viajeros de la noche”. En otras palabras, Marc se volvió un justiciero que persigue a aquellos que han elegido el camino del mal. Para ello, Khonshu le da un traje que aumenta su fuerza y le otorga capacidades regenerativas. Sin embargo, esto es más un trabajo esclavo que una sociedad, ya que Marc hizo el trato para salvarse, cuando no le quedaba otra opción, y ahora está obligado a impartir la justicia de su maestro por toda la eternidad.
Lo nuevo que trae Moon knight para aportar al género y no ser una más de superhéroes en un momento que abundan es, primero, la construcción de su personaje. El protagonista, que en realidad son dos, y el abordaje del trauma y los trastornos mentales, complementado con un guión sólido y reparto a la altura. Además, el setting “egipcio”, con toda la mitología y las locaciones, traen su cuota refrescante entre tanto héroe de Nueva York.
Por otro lado, si hablamos de actuaciones refrescantes, debemos mencionar a May Calamawy, que interpreta a Layla El-Faouly. La actriz egipcia-palestina es la gran sorpresa. Layla es hija de un arqueólogo que murió sin poder probar la existencia de los dioses egipcios y las locaciones míticas que ella terminará conociendo en sus viajes. Frontal y combativa, trae todo el conocimiento de la cultura y la historia egipcia que Marc desconoce, además de sus conexiones con el bajo mundo. Se trata de una pareja donde cada quien aporta lo suyo y se ven como iguales, aunque persista en Marc el cliché de “tratar de protegerla de situaciones peligrosas”. Su dinámica con un compañero que es en realidad dos personas diferentes también es interesante, ya que Marc puede terminar teniendo celos de Steven por conectar con ella en un nivel intelectual por compartir los mismos intereses.
Moon knight ofrece una experiencia todo lo novedosa que puede ser una serie de Marvel, demostrando una vez más que no se trata de personajes de renombre o referencias y cameos con una historia más grande, sino de calidad. Como lo hiciera James Gunn en The suicide squad, Jeremy Slater— creador de la serie— no teme romper algunos moldes y confía en que su producto se puede sostener por sí sólo, sin necesidad de que vengan los vengadores a salvarlo.