Resident evil vuelve a sus orígenes de la mano de Netflix
Por Marina Jiménez Conde
Este jueves se estrenó Resident evil: la tiniebla infinita, una miniserie animada y coproducida entre Netflix y Capcom, la empresa desarrolladora de videojuegos. La historia está protagonizada por Claire Redfield y Leon S. Kennedy, dos de los personajes más importantes dentro de la saga del icónico videojuego Resident evil que, en 1996, abrió camino con una modalidad que captó a una gran cantidad de jugadores, que, por primera vez, vivieron en primera persona el terror de ser perseguidos por zombies.
Al igual que Street fighter, también desarrollado por Capcom, Mortal kombat o Silent hill, la saga Resident evil fue una de las primeras en donde el mundo de los videojuegos se trasladó a la gran pantalla. Si bien al principio hubo una buena acogida, las últimas entregas con una Milla Jovovich cada vez más poderosa fueron corriendo el eje del terror a la acción.
Capcom, desde hace 25 años, viene explotando la saga de los zombies con más de una veintena de títulos donde se incluyen remasterizaciones de juegos anteriores y nuevas historias que van agrandando el universo. La empresa japonesa, que ya venía, a la par, produciendo películas animadas en años anteriores, de la mano de Netflix vuelve a proponer un recorrido mucho más leal al mundo de los videojuegos que contrasta con lo que venía sucediendo con la saga de los films, centrados en Alice Abernathy (Milla Jovovich).
Resident evil: la tiniebla infinita es una miniserie de cuatro episodios con una duración menor a la media hora, que se ubica en el año 2006 para enlazarse con el resto de la historia de los videojuegos y de películas animadas. Una vez más, la fórmula Claire y Leon, protagonistas del emblemático Resident Evil 2, son los encargados de develar quién se encuentra detrás de un ataque zombie a la Casa Blanca.
Como siempre, con alguna variación del Virus-T que origina la mutación en los humanos, se desata un brote zombie que azota a los protagonistas. Resident evil a lo largo de todas sus entregas ha logrado construir una historia detrás del virus, que incluye a la corporación Umbrella y sus experimentos que terminan por desatar el horror y, a la vez, a las instancias gubernamentales, como la de Estados Unidos, que si tiene que tirar una bomba en Racoon City para contener el virus y exterminar a toda la población lo hace.
La miniserie incorpora también una mirada geopolítica interesante sobre los roces entre Estados Unidos y China, y la disputa por Medio Oriente, en un país ficticio llamado Penamstan. En el contexto de una pandemia se puede entender mejor la guerra biológica, las distintas mutaciones por las que pasa el virus, la experimentación de algunas empresas para lograr desarrollar superhombres y el peligro que todo esto puede llegar a representar.
Sin ser lo mejor que se ha visto de Resident evil, la producción cumple con la idea de volver a las bases y seguir expandiendo la historia original con más detalle, donde el contexto por el que ocurren las cosas es algo importante. Además, ya se sabe que va a haber una nueva película de Sony, donde se reinicia la saga de los films, y una nueva serie, producida por Netflix, ambas de acción real, a las que se suma el reciente videojuego Resident Evil 8: Village (2021). Todo esto indica que tendremos zombies para rato.