Rick & Morty: ¿la fórmula que no se agota?
Por Agustín Mina
La cuarta temporada de Rick & Morty concluyó el domingo 31 de mayo, con la emisión del capítulo 10, “Star Mort Rickturn of the Jerri”. Con 41 capítulos en su haber y 60 por estrenar, es lógico preguntarnos si la fórmula de Rick & Morty podrá sobrevivir tanto tiempo sin perderse en el camino.
Si algo nos dejó en claro la última temporada es que Dan Harmon y Justin Roiland pueden contar infinidad de aventuras en el universo de Rick & Morty, sin hacer avanzar realmente la historia. La cuarta temporada estuvo compuesta casi en su totalidad por capítulos que, en principio, parecen aislados entre sí, aventuras autoconclusivas. El capítulo 6, “Never ricking Morty”, de hecho, transcurre en el tren de las historias, y allí vemos una escena que podría ser el desenlace final de la serie. La escena en sí podría ser la forma de los guionistas de decirnos que no veremos al principal antagonista nuevamente hasta el final; que presumiblemente será en 6 temporadas más, ya que Adult Swim encargó 70 episodios nuevos de la serie antes del estreno de la cuarta temporada.
La serie siempre se caracterizó por ser increíblemente bizarra, además de aparentar un sinsentido en sus historias que más tarde termina atado a momentos oscuros, reflexiones sobre la vida o disertaciones filosóficas, alcanzando una profundidad que sorprende. Sin embargo, una vez hecho esto, la serie vuelve a reírse de nosotros y de sí misma, poniendo siempre el énfasis en que no hay que tomarla muy en serio ni pensar demasiado las cosas.
Rick & Morty maneja una tensión interesante. Por un lado, tiene que lidiar con la curiosidad de sus espectadores, que los lleva a analizar todo en busca de pistas o referencias, tratando de anticiparse a lo que va pasar; lo que va muy bien con sus temas de ciencia ficción: viajes en el tiempo, realidades alternas y viajes interplanetarios. Pero, por otro lado, se burla constantemente de quien quiera buscarle un sentido y una razón de ser a todo. Con su humor tan particular, Rick & Morty se burla constantemente del espectador y de todos los clichés que pueda, a la hora de contar una historia.
La cuarta temporada fue más autorreferencial y sarcástica que nunca, haciendo un sin fin de referencias a su propio universo y parodiando tópicos de la cultura pop. De esta manera, le dedicó un capítulo entero a temas como las películas de cazadores de tesoros y de robos, al mejor estilo Indiana Jones o La gran estafa en su tercer episodio, “One Crew over the Crewcoo's Morty”. En el cuarto, “Claw and Hoarder: Special Ricktim's Morty”, el chiste gira alrededor de la magia y los dragones. Las historias de fantasía y su eterna rivalidad con la ciencia ficción. Finalmente, Star Wars es la última en caer víctima de las parodias del dúo, en el final de temporada: “Star Mort Rickturn of the Jerri”.
Sin embargo, por aislada que pudiera sentirse esta temporada respecto a las anteriores, el final ató todo junto en un paquete, como un mensaje de los creadores de que no se olvidaron los cabos sueltos que han dejado a través de los años. Como se menciona más arriba, la serie es de las favoritas del público a la hora de hacer teorías y analizar cada detalle: la existencia de clones, universos alternos, viajes en el tiempo y planetas lejanos les dan mucha tela para cortar.
En conclusión, la cuarta temporada de Rick & Morty es prueba de que su humor sigue intacto, y que su capacidad para burlarse de la cultura pop está en su mejor momento. Con su universo inagotable, y el poder creativo del equipo detrás de la serie, todavía nos quedan muchos años de risas sin sentido y reflexiones profundas por delante.