Salir del ropero: una comedia española sobre el amor y la aceptación
Por Jazmín Manuel
Salir del ropero llegó a Netflix. La historia comienza cuando Eva (Ingrid García-Jonsson), una joven comprometida con un escocés de familia rica y tradicional, recibe una llamada de su querida abuela Sofía (Veronica Forqué), que le da la gran noticia: le cuenta que va a casarse con Celia (Rosa Maria Sardà), su mejor amiga. Al sentir que su futuro corre peligro de derrumbarse, ya que la familia de su futuro esposo es muy cerrada y abiertamente homofóbica, Eva viaja a su pueblo natal para intentar evitar que su abuela se case.
Este film divertido se suma a la lista de producciones con trama LGBTQ+ en la cartelera de la plataforma de streaming. Como en Un amor secreto, en Salir del ropero también tenemos como principales personajes a dos mujeres que, ya mayores, deciden quebrar con los mandatos impuestos sobre la sexualidad desde la heteronorma, viviendo con libertad el amor que tuvieron que ocultar durante muchos años. A diferencia de lo que se suele ver en las películas románticas, en las que generalmente los protagonistas suelen ser jóvenes y heterosexuales, siempre llama la atención, y a su vez es un alivio, ver la representación de otros tipos de parejas en producciones de gran alcance.
Esta película nos presenta un escenario opuesto al que acostumbramos ver: la trama se centra en dos mujeres que deben enfrentarse a los prejuicios de sus familiares más jóvenes. En este caso, son sus nietos quienes se preocupan por lo que van a decir en el pueblo una vez que los vecinos se enteren, o por la postura que la iglesia tiene con respecto a los casamientos entre personas del mismo género. Es a partir de la valentía, y la felicidad de Sofía y Celia, que Eva empieza a replantearse sus prioridades, comenzando a mostrarse más tolerante y menos egoísta.
El film tiene un ritmo ligero y no se estanca ni resulta pesado. Más allá de tener una trama bastante predecible, no necesariamente es aburrida.