Secuestro en Cleveland: vivir en un infierno mundano
Por Agostina Gieco
Michelle Knight (Taryn Manning) es una joven desempleada de 21 años que vive con su hijo Joey, de tan sólo tres, en la casa de su madre en la ciudad de Cleveland, Ohio. Luego de una situación abusiva y violenta por parte de un hombre hacia el niño, un equipo de servicios sociales lo separa de Michelle hasta que ella demuestre ser capaz de brindarle un ambiente sano para su desarrollo. El día de la audiencia para recuperar la tenencia es engañada por Ariel Castro (Raymond Cruz), padre de una conocida suya, quien la lleva a su casa y la encierra. Transcurrirían años hasta que logre salir de ese infierno.
Secuestro en Cleveland es una película basada en el caso real de la propia Knight, Amanda Berry y Georgina DeJesus, tres jóvenes de 21, 16 y 14 años respectivamente, que fueron secuestradas entre 2002 y 2004 por Castro, a quien conocían por estar relacionadas con su hija Arlene. Estuvieron cautivas entre nueve y once años. Durante ese tiempo sufrieron todo tipo de abusos, tanto psicológicos como físicos. Castro las mantenía dentro de la casa en habitaciones oscuras, con las ventanas y puertas cerradas, amarradas de vez en cuando con cadenas y amordazándolas si gritaban. Además, las denigraba, golpeaba y violaba de manera constante. Incluso se demostró que las obligó a realizarse abortos espontáneos cuando notaba que podrían estar embarazadas.
Tiempo después de haber sido liberadas, tanto Knight individualmente como Berry y DeJesus en conjunto, escribieron libros relatando lo que padecieron y narrando en primera persona su propia experiencia de superación. Expresar en palabras muchas veces ayuda a sanar e ir liberando el sufrimiento interno que, si bien no se olvidará, deben intentar dejar atrás para poder continuar con sus vidas a pesar de la fracción que les fue arrebatada.
Secuestro en Cleveland fue estrenada por primera vez en 2015. El drama a cargo de la inglesa Alex Kalymnios, quien también participó en la dirección de series como Los 100, S.W.A.T y Once upon a time, se emitió en el canal de televisión Lifetime. Sin embargo, recientemente Netflix la incorporó a su catálogo y en poco tiempo logró posicionarse dentro del top 10 de las películas más vistas en nuestro país. Este tipo de producciones, sobre todo si están basadas en casos verídicos, suelen atraer a la audiencia.
Nunca está de más crear películas, series, documentales, libros o demás productos culturales que expongan las situaciones a las que nos podemos enfrentar diariamente, y más si éstos se realizan tomando como referencia hechos reales. Si bien es bastante fuerte y crudo lo que se muestra, la manera en que están narrados los hechos no incorpora imágenes o escenas que puedan considerarse morbosas. Sin embargo, puede ser necesario aclarar que no es recomendable visualizarla si no se cree estar preparade, porque la película está tan bien hecha que podría generar mucha angustia.