Sr. & Sra. Smith, veinte años después: una relación conyugal entre espías
En 2005 se estrenó Sr. & Sra. Smith, protagonizada por Angelina Jolie y Brad Pitt, más recordada por la icónica dupla en pantalla que por otra cualidad narrativa. Casi veinte años después, Amazon Prime nos presenta una serie homónima que, a grandes rasgos, apenas toma el mismo nombre como punto de partida. ¿Síntoma de la falta de imaginación en Hollywood? Es probable, pero también la oportunidad para llevar la idea a un mejor puerto. En ese sentido, acumula más de una quincena de nominaciones a los Premios Emmy.
Mr. & Mrs. Smith— en inglés— es una tira cocreada por Donald Glover y Francesca Sloane, que llegó a la plataforma a principios de febrero. Como se dijo, la obra previa sirve para retomar la premisa, incluso Arnon Milchan vuelve a ser uno de los productores, entre tantos otros que intervienen. En este caso, en lugar de ser un matrimonio de espías que compiten por distintas compañías, John (Glover) y Jane (Maya Erskine) son dos desconocidos que aceptan ser agentes emparejados de una organización bajo dicha apariencia. Deben cumplir misiones— cuyas instrucciones reciben de forma anónima a través de mensajes de texto— que ponen a prueba sus habilidades y el desarrollo de su relación.
La serie toma tanta distancia de su obra original que hasta podría llamarse de otra manera. No debe haber malas interpretaciones: tiene sus guiños, como la sesión de terapia, pero, dado todo lo que implica la sustitución actoral— etnias, estereotipos y construcción de personajes—, los puntos de apoyo son otros. No sólo por la profundidad narrativa adicional, en comparación a una película, sino por la introducción del arco dramático desde el inicio. Las tramas de cada capítulo, con sus escenas de acción y escenarios exóticos, son autoconclusivas, mientras se exploran diversas aristas de su relación, como sus sentimientos y estilos de vida.
Una vez más, el thriller de espías es sólo el comienzo y es tan flexible como para ir de la acción a la comedia romántica. Por un lado, en su afán de realismo, es casi un estudio sobre las relaciones mediatizadas contemporáneas, forjando a fuego lento conflictos alrededor de los celos y el machismo que matizan la convivencia, lo que seguro va a desconcertar a quien esperaba otra cosa. Por otro, no duda en acelerar cuando irrumpe la acción repentinamente ni dar lugar al humor en forma de diálogos y situaciones, al mejor estilo Killing Eve. La mezcla de géneros es la prueba de que funcionaría incluso sin ser presentada como una “nueva versión extendida” de aquella película de 2005.
Cabe destacar, además, que si bien la dupla protagonista es el eje y motor narrativo, cada episodio incluye participaciones especiales, como Parker Posey y Wagner Moura, Sarah Paulson, Úrsula Corberó, Ron Perlman, Michaela Coel y hasta la madre de Donald Glover, haciendo su debut actoral. Sin embargo, salvo alguna excepción, se convierten en factores no explotados en cantidad ni calidad que no logran tener peso específico, como consecuencia de la prioridad del vínculo. En algún punto, si hay una misión distinta en cada oportunidad, y son ocho en total, terminamos recordando más los conflictos de la pareja.
Tras el papelón de Citadel el año pasado, que podría hasta ponderarse como más similar a la Sr. & Sra. Smith original, Amazon Prime endereza el carro. La idea inicial era lograr un dúo previo, fuera de la pantalla, uniendo a Glover— tras su éxito con Atlanta— y Phoebe Waller-Bridge— recordada por Fleabag y creadora también de la mencionada Killing Eve—, aunque su alejamiento por diferencias creativas derivó en Francesca Sloane. Glover, quien ya ha demostrado su capacidad multifacética, cautiva una vez más la atención del público.
En definitiva, Sr. & Sra. Smith convierte una idea atractiva en una serie tan sensible como flexible e incluso con potencia emocional. Nos lleva a un lugar nuevo, como ha ocurrido recientemente con Barbie, y ya tiene confirmada una segunda entrega, quizás sin la vuelta de los mismos actores sino como una antología de acción y espionaje. Es probable que otorgarle mayor peso a la relación de pareja no sea lo más esperado, sobre todo tras dos décadas para una producción como esta, pero la cuota dramática hace que valga la pena.