Vigilando a Jean Seberg: FBI, Panteras Negras y espionaje racista
Por Agostina Gieco
En Vigilando a Jean Seberg, película incorporada recientemente a Netflix, Jean Seberg (Kristen Stewart) es una actriz estadounidense muy famosa por sus producciones en Hollywood. A pesar de ello, no se siente satisfecha con lo que hace, sino que aspira a dejar una verdadera huella. En esa disyuntiva, conoce a Hakim Jamal (Anthony Mackie), primo de Malcom X y activista negro que lucha contra el racismo y por el reconocimiento de los derechos de la comunidad afro.
A partir de su encuentro, y mostrándose públicamente a favor de la causa, Jean empieza a involucrarse cada vez más a través de, por ejemplo, la donación de grandes sumas de dinero a la agrupación política de las Panteras Negras, que reivindican los derechos civiles para los negros. Esto genera que el FBI la considere “peligrosa” para la estabilidad política del país y comience a estar al tanto de sus movimientos, al implantar micrófonos para espiarla, violando su intimidad y, como si fuera poco, difundiendo información falsa para acabar con su reputación.
Si bien la película— dirigida por Benedict Andrews— no enfatiza demasiado en la lucha de la comunidad afro, y sí pone en el centro del eje la participación de la actriz, saca de la galera una temática que siempre suma. Los derechos de la población negra en Estados Unidos se ven constantemente vulnerados debido a los altos niveles de racismo y discriminación. Las fuerzas policiales son el centro de la problemática, reprimiendo sin pudor. Uno de los tantos casos existentes es el de George Floyd, asesinado brutalmente por el policía Derek Chauvin en mayo del 2020. Si bien ya había sido condenado a 22 años de prisión por asesinato en segundo y tercer grado, sumó otra sentencia a 21 años más por violación de los derechos civiles del afroamericano, aunque se cumplirán en paralelo.
La producción estadounidense no ahonda demasiado en hechos que podrían haber generado una trama más rica en contenido, como la lucha afroamericana en sí y la acción organizada ante la desprotección de la sociedad. Otro de los aspectos que quedaron fuera tiene que ver con la existencia del Programa de Contrainteligencia (COINTELPRO, por sus siglas en inglés) del FBI, apenas mencionado. A cargo directamente del titular del organismo, John Hoover, el sistema fue utilizado para espiar legal e ilegalmente con el objetivo de recabar información, tanto de personas como de organizaciones que fuesen consideradas “subversivas”. El hostigamiento a Jean tuvo ese marco, ya que lo que conseguían saber de sus reuniones o llamados lo usaban para desacreditarla, incluso inventando noticias falsas apostando a su desestabilización. El film retrata el acoso que sufrió la actriz y cómo le produjo crisis emocionales, paranoia, intentos de suicidio y depresión.