Caso Nadia: “Cuando las chicas hablan, vuelven a ser perseguidas”
Por Florencia Rey
Elena Rojas, madre de Nadia Lizet Rojas, acompañada por distintas organizaciones sociales y barriales, reclamó para que la justicia le dé las explicaciones pertinentes sobre la segunda desaparición de su hija, mientras se encontraba bajo custodia judicial.
Vanina Biasi, del Plenario de Trabajadoras, en diálogo con Agencia Paco Urondo, declaró que: “Nadia se encontraba desde el 12 de julio en un hogar dependiente de la Dirección General de Niñez y Adolescencia de la Ciudad de Buenos Aires por indicación judicial. Este hogar era de puertas abierta, ella podía irse cuando quisiera y no lo hizo. En el momento que ella comienza a relatar sobre el tiempo que permaneció secuestrada el juez determina su traslado a un hogar cerrado de la Dirección General de la Mujer y de ahí desaparece”.
Ambas direcciones dependen de la Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, Guadalupe Tagliaferri. Además, Vanina destaca que estas situaciones ya han sido vistas en el pasado, “cuando las chicas empiezan a hablar y salen del discurso de sus captores vuelven a ser perseguidas y amenazadas”.
Ana Sánchez, profesora de literatura de Nadia, remarcó el poder de organización social que logró su aparición y la responsabilidad de los sindicatos docentes y el Ministerio de Educación de tomar cartas en el asunto ante estas situaciones donde las alumnas faltan en sus aulas.
Quienes llevan la causa son los abogados Facundo Vicente y Damián Gosiker, ambos docentes de la Facultad de Derecho de la UBA. Vicente declaró que por la mañana había visitado tanto la fiscalía como el juzgado, a cargo de Federico Delgado y Rodolfo Canicoba Corral respectivamente, y que en ninguna de las oficinas lo habían atendido porque aún están esperando los informes del Consejo sobre las circunstancias en las que desapareció la menor.
Elena Rojas le habló a las personas que se habían convocado frente a los tribunales federales para acompañarla en su reclamo; agradeció a todas las agrupaciones que denunciaban junto a ella y responsabilizó a la Justicia por la desaparición de su hija.
Nadia desapareció el 8 de junio luego de que su madre, Elena, la acompañara a la escuela N° 1 “René Favaloro”, en Lugano. La adolescente reapareció un mes después, cuando el caso tomó relevancia en los medios de comunicación. Después de reencontrarse con su familia fue llevada a un hogar a cargo del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires.