El séptimo movimiento
Por Melany Grunewald
Mientras las multitudes copaban la Plaza Congreso, frente a la Escuela Itinerante con motivos del Día del Trabajador y la trabajadora, un grupo de militantes y activistas travestis y transexuales del Partido Comunista colgaba banderas en la esquina del Congreso de la Nación, en Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen.
"Venimos a acompañar la lucha docente, por supuesto. Pero elegimos la esquina del Congreso porque nos parece significativo: es el lugar donde tienen que salir las leyes de Cupo Laboral", dijo Florencia Guimaraes García, activista travesti del Partido Comunista.
Además de la Ley de Cupo, exigían a la Gobernadora María Eugenia Vidal la urgente reglamentación de la Ley 14.783 Diana Sacayán (sancionada en 2015) que exige que en el 1% de la planta permanente de los puestos estatales haya transexuales, travestis o transgéneros.
La Ley de Cupo Laboral es, en palabras de Florencia, una "discriminación positiva". Se trata de una expresión muy atinada, ya que resalta las cualidades o características (en este caso, la orientación sexual e identidad de género de una persona) sobre el resto de una población, aunque no de modo despectivo. Sino para cubrir una necesidad. Pero “cualquiera debería poder acceder a cualquier puesto de trabajo, más allá de la coyuntura actual que desemplea sistemáticamente”, opinó Florencia.