Luciana Sánchez: "Nadie que quiera que Milagro Sala esté presa es feminista o antipatriarcal"
Por Enrique de la Calle | Foto: M.A.F.I.A.
APU: Cristina habló en CLASCO y sus palabras generaron revuelo en sectores del feminismo. La frase completa fue la siguiente: "No puede ser que haya una división entre los que rezan y los que no rezan. Es una división que no nos podemos permitir porque en nuestro espacio hay pañuelos verdes pero también hay pañuelos celestes y tenemos que aprender a aceptar eso sin llevarlo a la división de fuerzas". ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Qué le generó escuchar esa frase?
Luciana Sánchez: La primera vez que lo escuché me resultó impresionante porque tomó al feminismo como un eje central de su discurso. Tiene que ver, me parece, con la evolución de ese discurso. Cristina va incluyendo cada vez más al feminismo en su discurso y en su práctica política. Por otro lado, me impresionó lo que dijo en torno a crear un frente contra el neoliberalismo. Me pareció que ese es un análisis que también "Ni una Menos" viene haciendo.
APU: Hace una lectura al revés de la que hicieron otras militantes del feminismo. Para usted, Cristina puso en primer plano al feminismo con esa frase.
LS: Esa fue la lectura troska. Creo que incluyó al feminismo y mí lectura es que no pretendió equiparar al discurso del "pañuelo verde" con el del "pañuelo celeste". No los puso en el mismo lugar. No lo leí así. Ella hizo una reflexión que tiene que ver con cómo se va a militar territorialmente, en relación a uno de los ejes del Foro (de CLACSO) y a una preocupación de muchos y muchas. Esto es, el avance de los Bolsonaro, para decirlo de alguna manera. Una ultraderecha con cierta presencia popular basada en la religiosidad. El discurso de Cristina propone una praxis política frente a ese problema. Y ella planteó la necesidad de romper esa dicotomía falsa que se da en torno al tema del aborto (por el sí o por el no), que debe resolverse de otra manera. Por eso se llevó al Congreso, por ejemplo. Ella quiere sacarlo también de la discusión religiosa.
APU: ¿Cómo se trabaja el tema del aborto por fuera de esas dicotomías?
LS: Hay que leer el campo político actual, donde se busca quebrar ese vínculo entre Estado y religión. Cristina lo ve. No está proponiendo, por supuesto, que la iglesia tenga mayor peso sobre el Estado. Pero está advirtiendo sobre la posibilidad de caer en dicotomías problemáticas. Esto de que si sos religioso o tenés un pañuelo celeste sos el enemigo. Hay que salir de ese lugar. Hay que trabajar también con esos sectores para lograr la mayoría en torno a la legalización del aborto y también para abordar otros temas. Después, hay que comprender que hay un discurso religioso, no necesariamente católico o cristiano, que contiene una crítica al neoliberalismo. Hay un feminismo de izquierda, para llamarlo de alguna manera, que hace una crítica muy trivial en este sentido, que tiene un punto de encuentro político, donde Myriam Bregman se encuentra con Silvia Lospennato. Donde se hace eje en las libertades civiles pero no hay una crítica al neoliberalismo. El discurso de Cristina hace foco ahí: en cómo definimos al patriarcado. ¿Lospennato está adentro o afuera? Cómo se articulan nuestras alianzas en esa lucha contra el patriarcado. En algún punto, desde una mirada del feminismo popular, patriarcado y neoliberalismo son lo mismo.
APU: En su discurso, Cristina propuso incluir en su frente a "lo religioso". Cuestión que, por otra parte, no resulta para nada ajena al peronismo.
LS: Su estrategia para lo religioso es diferente a la que asumió el feminismo, por ejemplo, con su alianza con las ONG al estilo "Católicas por el derecho a decidir". Ahí hubo una apropiación de un discurso popular pero que es funcional a la derecha.
APU: ¿Por qué?
LS: Creo que la inclusión de organizaciones como "Católicas por el derecho a decidir" terminan generando el efecto contrario al que se busca. Se terminan utilizando las ideas de la iglesia católica al interior del feminismo. Y Cristina no propone eso. Ella dice: ¿Con qué de todo esto podemos articular? Porque ella no toma todo, no es lo mismo Cecilia Pando con su pañuelo celeste que muchas compañeras militantes que lo llevan. Ella no quiere que haya una dicotomía ahí. Para CFK esa es una salida tramposa. Lospennato no es feminista, en definitiva. Nadie que quiera que Milagro Sala esté presa es feminista o antipatriarcal. De la misma manera, no debemos ignorar las militantes populares cuánto nos costó que muchos dirigentes nos dejen de hostigar por hablar libremente de aborto, de lesbianismo, de travestis y trans. Hasta que Cristina habilitó esas discusiones, estos temas eran tabú en muchas unidades básicas. Debemos estar alertas ante el uso retrógrado que los machirulos quieren hacer de las palabras de CFK para volver a excluirnos de la política.
APU: Hay una lectura que es la siguiente: una cosa es hablar de las personas que rezan y otra de las que llevan pañuelos celestes, porque esos pañuelos expresarían una política y una militancia antiderechos, no una convicción sobre lo religioso. ¿Qué opina sobre esa lectura?
LS: Es una lectura que polariza y que es superficial. Porque no comprende lo que pasó en el debate del aborto en el Congreso. En ese punto, hay compañeras que cuestionan a Cristina pero no hacen una lectura crítica sobre la Campaña o sobre el feminismo. Pero me parece que es una lectura sesgada sobre lo que pasó en el Congreso, donde se llegó a un acuerdo en torno a la despenalización. Lo que no se pudo votar fue la legalización, que tiene otro nivel de complejidad. Pero hubo un consenso sobre la despenalización, es decir, no meter presas a las mujeres que abortan. Ese consenso se mantiene y se logró con el dabate y con el acuerdo con la representación política de ese sector que se llama "pañuelos celestes". Y Cristina dice algo más: no me pidan que eche a esos sectores a los que necesito para enfrentar al neoliberalismo. Y después está la dirigencia: ¿Cuál fue la posición de la CGT sobre el aborto? Pasó algo similar con la dirigente sindical Vanesa Siley, a quien yo respeto mucho. Y a quien se la criticó mucho por leer un discurso en el acto que se hizo en la catedral de Luján, en un contexto muy católico. Lo que hay que saber distinguir, en definitiva, es el discurso de derecha que muchas veces se oculta detrás de un supuesto discurso feminista.
APU: Qué interesante punto. Para usted, hubo acuerdo entre los pañuelos verdes y los celestes en un punto del debate sobre el aborto. Esto es: no penalicemos a la mujer que aborta.
LS: Fue parte de la estrategia de muchos y muchas legisladores del campo nacional y popular que defienden el derecho a la aborto; esto es, no extremar posiciones. Y así se logró que los sectores que representan a los pañuelos celestes debieran moderar también sus posturas. Por último, me parece que no hay que caer en una guerra de libertades, la libertad de abortar contra la libertad religiosa. La derecha no puede arrogarse la potestad de defender la libertad religiosa. Porque vamos a perder.