Militancia secundaria: ¿Qué hace un centro de estudiantes?
APU Stream, el programa de la Agencia Paco Urondo que sale los sábados de 11:30 a 14 hs por el canal de Youtube y Twitch de Gelatina, dialogó con los estudiantes Alfonsina Caredio, de la Escuela Secundaria N°8 de Berisso, y Ciro Tesouro, de la Escuela Secundaria N°2 de Wilde, Avellaneda, quienes reflexionaron sobre la militancia estudiantil.
Agencia Paco Urondo: Para comenzar, ¿qué es un centro de estudiantes?
Alfonsina Caredio: Es un órgano cuyo objetivo es defender los derechos de aquellos estudiantes y ofrecer a los alumnos del colegio en el que estés herramientas y un lugar de contención y ayuda.
Ciro Tesouro: Es una organización que se hace entre estudiantes para poder asegurar que se ejerzan los derechos y poder manifestar reclamos y opiniones del estudiante ante directivos u organismos externos a la escuela.
APU: ¿Ya existía cuando ustedes llegaron?
AC: En mi caso ya existía hacía poquitos años. Ingresé al colegio en 2019, ya me estoy egresando.
CT: Ingresé a la secundaria en 2021, ese año no se hizo nada por el centro estudiantes por el tema de las burbujas. Recién empezó a tener constancia en 2022, cuando estaba en segundo y desde ahí fue de menos a más. Después de dos años de inactividad casi que dejó de existir el centro de estudiantes para los alumnos. Ahora las listas que están lo están armando casi desde cero.
APU: ¿Cuál fue su primer contacto con el centro de estudiantes?
AC: Como parte del cuerpo de delegados. Yo era delegada de mi curso, asistía a las asambleas de delegados y encontré en el centro un lugar para empezar a militar. No es la misma militancia que podemos tener por fuera de del colegio, partidaria, pero sí encontrarme con un montón de fechas importantes que no conocía, como el 16 de septiembre, o con un grupo de estudiantes que como recién se estaba formando no tenía las actividades de ahora pero intentaba generar propuestas para los pibes. Me copó y ahí empecé a militar.
CT: Mi primera experiencia con el centro de estudiantes fue agarrando como tercer vocal porque el primero había renunciado y era parte de una lista en la que después renunció mucha gente. Hubo como tres tesoreros. Había mala gestión de parte del presidente, hacía todo la vicepresidenta y el resto no generaba nada, tampoco iban a las reuniones y no alcanzaba para lo que había que hacer.
APU: ¿Cómo se eligen los representantes?
AC: Como centro de estudiantes tenes una herramienta que es el cuerpo delegados. Esa es la representación de tu curso, es decir, se eligen en el mismo de la forma que crean más democrática y van a ser los que representen. El Centro de Estudiantes se elige con elecciones, con cuarto oscuro, boleta, fiscales de mesa y listas. Todo lo que conlleva una elección.
APU: ¿Les ha pasado que se presente una sola lista?
AC: Sí, en mi caso todos los años. Hay una sola agrupación, es la que tiene más convocatoria.
CT: En mi colegio siempre hay tres o cuatro listas que se presentan. Siempre hay dos o tres que no pasan por pedido de avales. Como hay muchas listas se hace como si fuera una primera instancia de votaciones en la que se firma con avales para las listas. Hay que juntar un 20% de aprobación de lo que es el estudiantado, más o menos, dependiendo la cantidad de listas, y eso habilita para poder postularse a la instancia final, que es la campaña electoral.
APU: Es bastante complejo.
AC: Hay un estatuto que lo establece. Para nosotros es bastante fácil conseguir, teniendo en cuenta que los pibes siempre te van a apoyar si sos el único centro y mucho más porque generamos propuestas para ellos. El apoyo está en los distintos cursos, pero el estatuto dice 20%.
CT: En mi escuela es un poco más complicado porque somos varias listas. Tenes que hacerlo rápido y pasar varias veces por los mismos cursos para que no cancelen el aval, entonces hay que estar convenciéndolos constantemente.
APU: ¿Qué diferencia cada lista?
CT: Muchas veces son grupos de amigos, la última lista que hice en las últimas elecciones tenía varios de mi curso. Hay una compañera, por ejemplo, que la conozco desde que tiene seis meses porque después hicimos maternal y jardín juntos y nos volvimos a encontrar en la secundaria. En esa elección se dio una diferencia más ideológica en las listas, porque nosotros proponíamos tal vez no priorizar tanto las actividades didácticas sino que el centro de estudiantes vuelva a cumplir con algunas funciones. Por ejemplo, los que están en sexto año este año nunca fueron a lo que es una asamblea general.
APU: ¿Qué es una asamblea general?
CT: Es una reunión que se hace entre todo el padrón estudiantil, una por turno, en la que se debate algún problema que haya o lo que se debe hacer en el futuro, cómo el centro puede ayudar y ser más cercano a los alumnos. Esa asamblea general es para todo el mundo y, por estatuto, se tiene que dar por lo menos una vez al año. Nosotros proponíamos era hacer por lo menos una cuatrimestral porque el centro de estudiantes no tenía ninguna cercanía con el alumno. Sí se hacían asambleas de delegados, cada uno o dos meses, pero después no contaban al curso o muchos ni siquiera venían.
APU: Más allá del rol del centro de estudiantes, ¿se discute de política en el colegio? ¿Se habla de Javier Milei?
AC: Sí, superficialmente, porque no son muchos los pibes que tienen la formación necesaria para discutir de política. Te pueden dar su opinión o discutir. Hay quienes defienden a Milei, es una realidad, como también hay chicos que se dan cuenta de que quizás las propuestas del gobierno terminan siendo perjudiciales. Por ejemplo, achicar el Estado nos implica menos derechos. Es una discusión que se da en el aula.
APU: ¿Con qué argumentos lo defienden?
AC: Quizás repiten ese discurso de odio de que son todos la casta e iguales o que la política es corrupta. Más en contra del otro que a favor de Milei.
CT: Cuando estuve en el centro de estudiantes hice lo más que pude. Hicimos una charla con Patricia Isasa, ex detenida durante la dictadura que fue torturada y violada, con el ciclo superior, es decir, cuarto quinto y sexto. A la mañana fueron, estuvo todo bien. A la tarde se pudrió. En un momento se habló del arancelamiento de las universidades, y ella a la mañana había dicho “si viene un tipo con una motosierra eso no se soluciona” y a la tarde se le escapó “si viene un lunático con una motosierra”. Cayó mal, una piba saltó, se fueron varios y se armó una discusión.
APU: ¿Y con respecto a la dictadura?
CT: Me sorprendió que en un momento le dijeron “venís a hablar de la dictadura, no de política”. Después mucha gente está de acuerdo en que la dictadura estuvo mal.
AC: En mi colegio tuvimos una charla con Marta Ungaro, hermana de Horacio, desaparecido de La Noche de los Lápices. Si bien hubo un ida y vuelta que estuvo buenísimo con los pibes, pasó a ser política, en el sentido de analizar al gobierno, porque sabemos que la dictadura también es política, y fue bastante enriquecedor. Hubo un ida y vuelta con los chicos que estuvo copado. Nadie saltó a defender a Milei, pero fue una linda conversación con Marta.
APU: ¿Qué herramientas da el centro de estudiantes para abrir discusiones?
AC: Depende de cómo funcione, pero para proponer actividades supongo que con que te acerques va a estar bien. Es más, hubo propuestas que vinieron desde los estudiantes para el centro que funcionaron bien, como el cine debate. Lo hicimos varias veces a lo largo de los años y se pudieron discutir un montón de temas. Vimos cortos de Canal Encuentro y sobre salud sexual, matrimonio igualitario, entre otros. Eran dirigidos a primero y segundo año, entonces quizás eran disparadores para después poder tener conversaciones o debates.
APU: ¿Suele ocurrir que alguien del centro acapare más actividades?
AC: Siempre hay alguien que dirige o conduce, que me parece importantísimo que haya más o menos para organizar. La idea del centro siempre es que sea colectivo y eso en mi colegio por lo menos se logró.
APU: ¿Cómo es el vínculo con autoridades escolares?
AC: Depende qué actividad. Es difícil dar el debate político partidario en un colegio, mucho más me imagino en un colegio privado. Hay algo tabú, por supuesto, la escuela no es lugar para eso. Mucho más si ya saben que venís militando por fuera del colegio. Me han señalado como militante partidaria y de venir a hacer política adentro. Y es la verdad, política es el centro de estudiantes.
CT: Estuve como presidente entre septiembre del año pasado y abril, casi mayo, de este. Durante ese proceso hice la charla con Isasa y además invité al colegio a Marcelo Puig, ex piloto de guerra de Malvinas que después siguió la carrera militar. Terminó siendo brigadier secretario general, y ya estaba retirado cuando lo invité. Pasamos a convocar a las marchas por el recorte de fondos de las universidades y a una alumna le molestó. Estaba en contra de marchar. Hizo una carta y se la mandó a la directora.
Además, hay un profesor consejero, que es el encargado de hacer el nexo entre los docentes y el centro de estudiantes. Eso se supone que se elige, pero quien está ahora lleva más o menos quince años y nadie lo eligió, quizás la primera vez. En su rol, debería asesor, responder consultas sobre qué se puede hacer, y ayudar a redactar las actas, por ejemplo. Yo muy bien no me llevaba con él ni con la jefa de preceptores porque quería, a veces, manejar un centro de estudiantes que, por lo menos para mí, era demasiado acorde a los directivos. De hecho, cuando me voy del centro, hace una primera reunión en la que dice que ahora iban a poder hacer las cosas bien.
APU: ¿Quedaste con ese prestigio?
CT: Más o menos, después me presenté a esta selección y tuve bastante apoyo, más a la mañana que a la tarde, donde no tanto. Ahora me pienso presentar algo nuevo y tengo que generar más imagen.
APU: ¿Cualquiera puede ser candidato? ¿Hay requisitos?
CT: Por estatuto, lo único que tenes que hacer es ser alumno regular del colegio. La votación para las elecciones se hace el 16 de septiembre. Es el día de La Noche de Los Lápices.
CT: Sí, por estatuto tienen que ser lo más cercano posible al 16 de septiembre.
APU: ¿Cómo se hace campaña?
CT: Todo el mundo puede presentarse, después depende de la imagen social que tengas en la escuela y cómo te vean. A mí me ven como una persona generalmente conflictiva con los docentes y directivos y, salvo matemática, en el resto me va bien.
AC: Yo creo que más o menos lo mismo, nunca me llevé ninguna materia. Después, siempre al choque. Si estás en el centro de estudiantes termina pasando.
CT: Claro, en las notas no se fijan tanto. El tema es que si tenes una imagen negativa es muy probable que no pases de avales.
APU: ¿Te pueden impugnar?
CT: No, si puede llegar a pasar que digan a los alumnos que no lo voten, pero es muy raro. En particular no me pasó nunca, sí lo vi el año pasado. Un profesor de nuestro curso con una lista comentó que no los voten porque no iban a hacer nada. Fue la última en avales.
AC: La ley de centros de estudiantes indica que todos tienen derecho a organizar y participar de los mismos. Es la Ley 26.877, sancionada en 2013.
APU: Por otra parte, ¿cómo consideran que los ve la sociedad en estos tiempos?
AC: Uno se rodea de los del mismo palo, nunca nadie me dijo nada negativo acerca de mi militancia. También tiene que ver con que mi familia y mis amigos han militado. Mi padre y mi madre fueron militantes universitarios. Ahora ya no.
CT: Sí, mi papá y mi mamá también. Son muy militantes, se rodean de gente que en general es muy militante también, entonces siempre tuve una banca de formación política muy importante.
APU: ¿Y discuten con sus padres?
AC: No, mayormente de acuerdo porque estamos parados en el mismo lugar. Yo me defino peronista, mis padres no. Están votando al peronismo porque últimamente es lo único, pero en su momento militaron a la izquierda en la universidad.
CT: En mi caso también va por peronismo y socialismo, igual entre mi padre y yo vamos alternando entre los dos movimientos. En mi colegio, generalmente, era la jefa de preceptores que me tenía de punto. En el último tiempo se ponía muy molesta.
APU: ¿Cómo se les despierta la idea de hacer política?
AC: Entender la política como una herramienta para transformar algo. Mis papás militaron en la universidad y yo nací mientras ellos estaban ahí. Mi crianza fue dentro de la Facultad de Trabajo Social de La Plata. El pase de escuela a facultad fue ellos. Quizás en lugar de caperucita roja era contarme cómo fue la revolución cubana, pero es algo que te va formando desde muy chiquito. Uno llega al secundario, se encuentra con que hay un espacio de jóvenes para hacer política, de la forma en la que uno puede cuando tiene 14 años, y te copa, vas encontrándole la vuelta y haciendo tu camino.
CT: Desde que tengo memoria mi vida está súper politizada. Cuando tuve pieza solo, que deje de dormir con mi hermana, los libros en mi biblioteca pasaron a ser El hobbit, El señor de los anillos, Evita para principiantes, entre otros.
APU: A la hora de la campaña, ¿cómo se seduce al electorado?
AC: En mi caso siempre fue la misma lista. La primera vez que me postuló como presidenta es en segundo año y ya era la misma gestión. Es decir, era señalar lo que el centro había dado, además de lo que proponíamos. Lo que ya hiciste previamente es la campaña.
CT: En mi colegio hubo dos años de inactividad del centro estudiantes. Primero 2020, que hubo escolaridad digital, y después 2021 que fue en burbujas. De hecho, en mi curso ni siquiera iba una vez semana por medio porque éramos tres burbujas. Iba una semana sí, dos no. Eso hizo que se perdiera la continuidad del centro de estudiantes y que, desde entonces, todas las conducciones llegan a contradecir lo que se hace y eso provoca que haya poca continuidad. Nuestro objetivo es empezar ahora, crear un movimiento que tal vez no sea el oficialismo pero poder generar una continuidad por lo menos. No siempre que seamos nosotros pero que haya una línea de que el centro de estudiantes tiene que estar al lado de los alumnos.
APU: ¿Todos los años pueden ser los mismos?
AC: Yo llevo cuatro años. Habría que fijarse en el estatuto pero, yo lo leí varias veces, en ningún lado dice que no podes ser reelegido.
CT: En mi colegio es muy raro eso porque son muchos alumnos y hay muchas listas que se presentan. El período de campaña es súper intenso. Nosotros éramos como la lista más política o la más radicalizada, inclusive tratábamos de hacerlo como mensaje subliminal. Sabíamos que si estábamos en campaña con política de una perdíamos la elección, pero es muy raro que haya reelección. No tengo memoria de alguien que haya sido reelegido en los cuatro años que llevo en el colegio.
Son todas listas distintas, generalmente puede haber alguna coincidencia. Yo estuve como tercer local en 2023 y empecé como presidente del 2024; el que está ahora como vicepresidente era mi secretario. Siempre hay alguno que tiene continuidad pero es muy raro que se reelija una lista completa. Se separan, en nuestro caso terminé renunciando por temas políticos. Después pasó lo que sabía que iba a pasar, que fue que no existió más. Cuando hay uno que no tiene política y dirige un centro de estudiantes no genera cercanía con los chicos.
APU: Por otro lado, en estos cuatro años, ¿qué destacaría como logros de gestión?
AC: Primero, un reclamo histórico de mi colegio era el acuerdo convivencia, más que nada el código de vestimenta. Es lo que establece cómo puede o no ir vestido un estudiante, y era muy estricto. Mi colegio es orientación en Educación Física, entonces necesitábamos más flexibilidad a la hora de vestirnos para los horarios de la orientación. Tenía que ser pantalón largo y liso, y en el patio en verano, con treinta grados y remera era terrible. Calzas no se podía, nada corto, tampoco remeras de cuadros de fútbol.
Nuestro colegio está a una cuadra del club Villa San Carlos. El 80% de los estudiantes hace algún deporte, ya sea ahí o en los otros clubes de Berisso. El barrio se llama San Carlos entonces era muy difícil decirle a los pibes que se compren tres o cuatro remeras blancas o celestes lisas y que no podían usar otras, o a las chicas que no podían usar un pantalón corto o una bermuda en verano. Hubo varias asambleas y reuniones para lograr la reforma, que me parece que es el logro más importante. Estuvimos un buen tiempo trabajando en eso.
APU: ¿Por fricción o tiempos administrativos?
AC: Fue lento, pero se fue flexibilizando mientras íbamos logrando legalmente la reforma. Después muy importante fue la construcción de ocho aulas nuevas. Con la pandemia el crecimiento vegetativo del colegio se vio más reflejado. En tercer año muchos se cambiaban por la orientación pero no sucedió ni hubo repitencia, entonces había un curso de sesenta alumnos que era imposible de sostener cuando las burbujas terminaran. Hubo miles de reuniones en el consejo escolar durante el verano, una gran gestión municipal de Fabián Cagliardi y las aulas se inauguraron el 3 de mayo de del año pasado, después de estar en construcción un año. Fue una gran lucha que dimos los estudiantes junto con los padres.
Por último, la charla con Ungaro, fue importante ver cómo pibes que quizás no militan de forma partidaria podían preguntar y cuestionar. Se aprendió mucho y fue una linda actividad, como todas las que hemos hecho en primer y segundo año, que hicieron que chicos que recién conocían lo que era la escuela secundaria entiendan al centro de estudiantes como una herramienta. En ese sentido, no puedo dejar de nombrar a las que estuvieron antes que yo. Muchas compañeras, algún que otro chico que sostenía el palo en las marchas o que se encargaban de deportes, que es lo que más les copa, pero la discusión política en mi colegio la dimos las mujeres.
APU: ¿Cómo sigue su militancia?
AC: Voy a ir a estudiar derecho a la Universidad de La Plata y voy a seguir militando en la Usina de Acción Ciudadana, que es donde estoy en este momento, en el Centro Cultural Perseverancia y Progreso, y en Radio Ciudad Urbana. Voy a seguir ahí y veré qué me encuentro en la facultad.
CT: Yo milito en Argentina Humana, con Juan Grabois. Doy clases de apoyo en un comedor en el Barrio Nueva Ana, del otro lado de las vías.
APU: Por último, ¿un ranking top 3 de dirigentes argentinos que más les gustan?
AC: Es difícil, pero creo que lo pongo primero Axel Kicillof, después a Cristina y a Mario Secco.
CT: Lo pongo en el tercer lugar a Jorge Ferraresi, gran intendente y muy constante, en el segundo también a Cristina, por todo lo que es, fue y será, y en el primero a Kicillof, que hoy me parece que es el que mejor está de todos.