La cooperación oficial suiza se retirará de América Latina en 2021
Por Sergio Ferrari, desde Berna, Suiza
La cooperación gubernamental al desarrollo de Suiza se retirará a partir del 2021 de América Latina y el Caribe, según el documento presentado esta primera semana de mayo por el ministerio de relaciones internacionales. De confirmarse esta propuesta –sometida a consulta facultativa ante diversos sectores políticos, asociativos y del mundo del desarrollo- en dos años se cerrarán definitivamente los programas oficiales que existen en ese continente. Y que benefician, en el momento, a Bolivia, Honduras, Nicaragua, Cuba y Haití.
La propuesta anunciada el 2 de mayo por Ignazio Cassis, ministro del ramo y miembro del Consejo Federal (ejecutivo colegiado), implica concentrar la cooperación suiza en 34 países. Reduciendo así doce de las 46 naciones priorizadas en la actualidad.
Aunque no hay claridad total al respecto, las ONG que cuentan con cofinanciamiento oficial y están presentes en América Latina esperan que sus proyectos en ese continente no se vean amenazados por la futura política gubernamental.
El argumento esencial de la nueva lógica oficial consiste en ligar la cooperación internacional al tema migratorio. A partir del 2021, la lucha contra la pobreza, que constituía un eje esencial de la filosofía internacional helvética –en el marco los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas- cede su primacía a la prevención de los flujos migratorios.
Además de la relación cooperación-prevención migratoria, el gobierno suizo avanzó en otros tres objetivos esenciales de su nueva visión: la creación de puestos de trabajo en los países del sur, la promoción de la paz y el Estado de Derecho, así como el combate contra los cambios climáticos.
El acento en la protección del clima, implicará, a partir del 2021, hacer más –y de forma más eficaz, según la posición oficial-… con prácticamente los mismos recursos financieros.
Según el documento oficial, el presupuesto total para la cooperación para cuatro años se ubicará en los once mil millones de francos –prácticamente, igual cifra en dólares estadounidenses-, lo que implica un mínimo aumento formal de 260 millones de francos.
Fuerte reacción crítica de la sociedad civil helvética
“La futura cooperación al desarrollo debe, imperativamente, guiarse por el mandato constitucional” que la sustenta. Debe, en particular, “reducir la pobreza en los países más pobres”, enfatiza un documento presentado por Alianza Sur (Alliance Sud, en francés), la Comunidad de Trabajo que reúne a seis de las más importantes ONG suizas: Helvetas, Acción de Cuaresma, Pan para el Prójimo, Swissaid, Caritas y la Ayuda Protestante. Además, asegura la ejecución de un mandato otorgado por la Cruz Roja Suiza, Tierra de Hombres Suiza y SOLIDAR.
Para Alianza Sur -que asume también el secretariado de la Coordinación de varias decenas de otras ONG del mundo del desarrollo-, otro objetivo esencial de la cooperación oficial debe constituir “el reforzamiento de la sociedad civil” de los países que reciben el apoyo helvético, “en el marco de programas y proyectos, así como a nivel del diálogo político”.
En su toma de posición crítica, Alianza Sur, en tanto portavoz de un gran espectro de ONG de cooperación, señala el escaso presupuesto oficial destinado a este rubro, a pesar que “la Confederación registra año tras año, miles de millones de excedentes” en sus cuentas. Y recuerda las cifras reales destinadas a la cooperación, las que representan apenas un 0, 45 por ciento del ingreso nacional bruto, por debajo del 0, 5 con el cual Suiza se había comprometido. Y muy por debajo del 0, 7 recomendado por las Naciones Unidas.
La lucha contra el cambio climático no debe financiarse con los fondos destinados a la cooperación al desarrollo, enfatiza además dicha Comunidad de Trabajo, sino que se “deben encontrar fuentes suplementarias en el respecto del principio que el que contamina-paga”.
En cuanto al apoyo al área de la migración, Alianza Sur se muestra “favorable” en la medida en que “los programas y proyectos sirvan para mejorar la salud y la educación de base, a promover el desarrollo rural y promover la buena gestión pública” en los países o continentes donde se originan los flujos migratorios.
Las ONG concluyen su reflexión -que puede leerse completa en este enlace- llamando a una coherencia de todas las políticas y ministerios de gobierno. La cooperación, insisten, debe ser acompañada por decisiones que contemplen las políticas fiscales, comerciales y de seguridad. En otras palabras, que Suiza se comprometa, por ejemplo, a combatir la fuga de capitales especulativos de los países del Sur y del Este y promueva acuerdos comerciales dignos, equitativos y respetuosos de los derechos humanos y ambientales.