Macri tuvo que dar explicaciones por Milagro Sala
Por Nicolás Adet Larcher
En medio de la presión internacional que enfrenta el gobierno por la detención de Milagro Sala, el presidente Mauricio Macri recibió al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quién introdujo el tema sobre la dirigente social en la reunión que mantuvieron. Macri tuvo que referirse en público a un tema que ya se convirtió en un costo político para el gobierno nacional.
Milagro Sala lleva más de 300 días detenida en forma irregular en Jujuy. Lo que en un principio se trató de un hecho local, se convirtió en una causa nacional para luego trascender al plano internacional. Organizaciones de derechos humanos de carácter global como Amnistía Internacional se habían pronunciado en los primeros meses del año con duros términos hacia el gobierno de Mauricio Macri por retener a la dirigente social.
Hace unas semanas, fue el turno del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de Personas de Naciones Unidas que se pronunció a través de un comunicado donde solicitaba la libertad de Sala por tratarse de una “detención arbitraria”. El Grupo de Trabajo había admitido una denuncia elaborada por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Amnistía Internacional y el grupo de Abogadas del Noroeste Argentino en Derechos Humanos y Estudios Sociales (Andhes) en marzo. El informe provocó internas dentro del gobierno donde un sector sugiere que lo más lógico es liberarla para evitar un desprestigio internacional, mientras otro (encabezado por Gerardo Morales y Claudio Avruj) afirma que debe seguir detenida.
Para el sector que solicita la libertad de Sala, la situación excedió lo pensado y tomó un carácter internacional que puede perjudicar a Macri cada vez que acuda a foros para discutir agendas con otros países. La preocupación se extendió ante la posibilidad de un pronunciamiento de la OEA a fines de noviembre sobre el tema. Mientras tanto, Amnistía enviaba cartas a los gobiernos de Japón, Nueva Zelanda y Canadá, con el objetivo de dar a conocer el pronunciamiento de la ONU y las condiciones de detención de Sala en una época donde Argentina se había “convertido en una fuente de esperanza en todo el hemisferio para investigar y llevar ante la justicia a los autores de crímenes de lesa humanidad cometidos durante el régimen militar entre 1976 y 1983” según consigna el diario La Nación, que tuvo acceso a las cartas.
Para La Nación, la ONU y Amnistía no hacen mención a “los casos por corrupción” por los que está detenida Sala. Sin embargo, el diario omite que el presidente del Grupo de Trabajo, Setondji Roland Adjovi, había detallado en una entrevista a Página/12 que el informe de la ONU era claro en ese sentido en los párrafos 166 al 169 mencionando los números de expedientes tramitados, las causas, las absoluciones, la detención y las irregularidades.
La encargada de enviar la carta que recibió Trudeau fue la directora de Amnistía en Argentina, Mariela Belski para luego derivar en Alex Neve, Secretario de Amnistía, quién le entregó la misiva al primer ministro canadiense.
Reuniones incómodas
Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, recibió la carta de Amnistía y se reunió con Macri en las últimas horas. El canadiense, es elogiado por la prensa de su país y alrededores, por haber implementado normativas sociales y de género en su país, además de otras políticas vinculadas a los derechos humanos.
En la reunión, Trudeau y Macri tocaron el tema entre otras discusiones de la agenda bilateral que se había establecido. Luego, se realizó una conferencia conjunta donde Macri debió referirse a la situación de Sala para calmar los ánimos a nivel internacional, lo que en los últimos días se convirtió en una carga. Desde el atril, el presidente argentino afirmó que en las próximas horas se va a “contestar el informe del panel de la ONU” y que además se extendió “una invitación para que vengan a visitar Jujuy, la Argentina, y por sí mismos chequear lo que informa Jujuy” que a criterio del presidente, “se están respetando todos los DDHH y leyes vigentes en la Argentina”. La invitación se extiende a miembros de la ONU y la OEA.
Luego de la reunión y la conferencia, desde la página oficial de la Casa Rosada se subió una gacetilla donde se mencionaban los distintos temas abordados y se citaban textuales de Macri y Trudeau. En ningún tramo del texto se menciona el reclamo por Milagro Sala o la alusión a una respuesta a la ONU sobre el tema, como afirmó Macri.
Antecedentes
A nivel regional, el antecedente más próximo se vincula con Venezuela, donde el Grupo de Trabajo de la ONU ya había solicitado la libertad del dirigente opositor, Leopoldo López, al gobierno de Nicolás Maduro. Macri se había manifestado sobre esa situación determinando que Venezuela “persigue opositores”, tampoco “respeta la libertad de expresión” y que las denuncias nacionales e internacionales sobre el caso de López “son contundentes, no son un invento”.
Otro antecedente, se remonta a lo que ocurrió el 7 de septiembre de 1979 en nuestro país, cuando una misión de la OEA arribó a Argentina para evaluar la situación de los derechos humanos a causa de denuncias internacionales y las respuestas del gobierno que la OEA consideraba inverosímiles.
Si bien, el contexto era el de una dictadura cívico-militar y las denuncias por violaciones a los derechos ascendían a miles, la visita de una misión internacional no es un detalle menor. El 7 de septiembre de ese año, Clarín titulaba “La Junta y Videla reciben a la comisión de la OEA”, lo que fue un hecho forzado para el diario que había intentado encubrir las violaciones a los derechos humanos que habían tenido lugar en los últimos años. Luego de la visita, el diario informó sobre la libertad del periodista Jacobo Timerman, apenas dos días después de que la OEA dejara el país.
La trascendencia a nivel internacional había desmoronado el argumento del gobierno y el de los medios sobre un país “derecho y humano”. En el contexto actual, si bien los medios publicaron la detención de Sala, las tergiversaciones y justificaciones de su detención estuvieron a la orden del día, acompañando el discurso oficial. Incluso, se omitió la declaración del gobernador Gerardo Morales quién en una reunión expresó “No voy a liberar a esa mujer”, lo que permite dudar respecto a la separación de poderes en la provincia del norte. Uno de los caballos de batalla a nivel discursivo para desentenderse sobre la detención de Sala.