Palestina: ¿Un genocidio constante?

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Palestina: ¿Un genocidio constante?

12 Mayo 2018

Por Guido Luppino

El Estado de Israel se formó en 1948 pero sus fronteras no son las mismas desde entonces. A partir de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunciará un plan para dividir Palestina y formar dos Estados, comenzó un proceso constante de colonización sobre esas tierras de la mano del movimiento sionista. Este movimiento político fue el que encabezó la creación de un Estado judío, y el que continúa gobernando el mismo desde su formación dando lugar a un plan sistemático de ocupación de tierras y ataques contra la población palestina.

En noviembre de 1947 se anunciaba el Plan de Partición, eso significó el aval internacional para la idea del sionismo de un propio Estado. Días después del anuncio de la ONU, se daba comienzo al avance sobre la población palestina por parte de las fuerzas militares sionistas. El sionismo no sólo buscaba (y sigue buscando) la formación del Estado de Israel, sino que quería poblar la tierra de judíos tanto como borrar de la misma a los árabes. Este fue el objetivo que llevó a comenzar una limpieza étnica sobre esas tierras.

Consecuencias de la limpieza étnica

Las milicias del sionismo avanzaron sobre pueblos y aldeas palestinas con el único objetivo de sacar a la población originaria de su lugar de residencia. El método más utilizado fue la expulsión forzosa, donde la población no solo tenía que irse de donde vivían sino que perdían todas sus pertenencias. También hubo lugar para el uso de la fuerza de manera indiscriminada, implementando la tortura, la matanza y el destierro de la población árabe.

El Plan Dalet fue la muestra más genuina de la limpieza étnica. Se lanzó en marzo de 1948 siendo la expresión más violenta de la empresa sionista. David Ben-Gurión, líder sionista y figura clave en la declaración del Estado de Israel, se puso a la cabeza de plan que por su envergadura llevó a la formación exclusiva de fuerzas especiales para su realización. La más destacada fue la agrupación paramilitar conocida como Haganá que, a la vez, disponía de varias brigadas en su interior. Su mayor “éxito” fue arrasar con la ciudad de Haifa.

En Abril de ese mismo año tuvo lugar la recordada masacre del pueblo de Dir Yassin, donde las milicias sionistas tomaron el lugar expulsando y asesinando cientos de palestinos. En respuesta a lo que venía sucediendo, el 11 de Diciembre de ese mismo año la ONU aprobó la Resolución 194 donde determina que se debe permitir el derecho de retorno a todos los refugiados palestinos o podían reclamar una recompensa económica. Al día de la fecha la misma no se cumple, pero Israel no sufre sanción alguna sobre esto.

De esta manera se arrasaron pueblos enteros para que queden allanados y ser poblados por la población judía al terminar el mandato británico sobre Palestina.

Nakba y más colonización

Una vez declarado el Estado de Israel, 14 de Mayo de 1948, una alianza árabe le declaró la guerra a Israel con el fin de defender al pueblo palestino. De esta manera comenzaba la “guerra de independencia” para los israelíes, y la Nakba (catástrofe) para el pueblo palestino. La guerra terminaría oficialmente en julio de 1949 dejando un total de 750 mil palestinos expulsados de sus hogares y cerca de 500 pueblos arrasados por completo y borrados del mapa. En esta ocasión, Israel ocupó aún más tierras, apropiándose del 80% del territorio total de la antigua Palestina.

Por todo esto, es que el 15 de mayo se conmemora el día de la Nakba para los palestinos, que les recuerda esta catástrofe sufrida en manos del sionismo.

La Nakba se sitúa históricamente en el período de 1948-1949, pero ¿se puede afirmar que este modus-operandi por parte del sionismo concluyó? Es imposible afirmar que estos hechos hayan terminado por aquella época, ya que 70 años después de la creación del Estado de Israel se perpetúan. La empresa sionista sigue su marcha colonizadora con la misma complicidad de las grandes potencias mundiales y la pasividad por parte de la ONU.

Con otros conflictos armados en donde intervino el Estado de Israel (1956-1967-1973) se ha ocupado más tierra sin ser devuelta, principalmente en la Franja de Gaza y Cisjordania.

Actualidad

Actualmente los mecanismos de colonización no son sólo militares. Israel tiene en su interior ciudadanos árabes que no cuentan con la misma cantidad de derechos que los ciudadanos judíos. Podemos decir que son “ciudadanos de segunda” para el Estado de Israel.

Las regiones administradas gubernamentalmente por Palestina, Franja de Gaza y Cisjordania, cuentan con la presencia constante de fuerzas militares sionistas. La Franja de Gaza se encuentra rodeada perimetralmente por Israel, quien controla el suministro de servicios básicos como el agua, gas, combustible, electricidad, entre otros. La salida al mar Mediterráneo también se halla intervenida por fuerzas Israelíes. No olvidemos de la presencia de muros electrificados en las fronteras entre Gaza e Israel.

En Cisjordania, en el año 2002 tuvo lugar la construcción del muro del separatista conocido como el “muro del apartheid”. Cisjordania es una región donde hay localidades bajo conducción israelí, otras gobernadas por Palestina y otras con conducción compartida. Este muro se encarga de separar dichas zonas pero con la particularidad de haber sido construido 80% del mismo sobre tierras palestinas, rodeando pueblos y convirtiéndolos en pequeños guetos.

El asedio hacia el pueblo palestino no cesa, los bombardeos se suceden a cada rato ocasionando muerte de civiles, presos político (por ejemplo, el emblemático caso de Ahed Tamimi que con 16 años se convirtió en símbolo de la resistencia palestina), leyes que violan los derechos humanos internacionales como es la encarcelación de niños y niñas por arrojar piedras como defensa, tortura y la continua expulsión forzosa son algunos de los mecanismos que son moneda corriente en la vida del pueblo palestino.

Los distintos gobiernos israelíes continúan construyendo asentamientos judíos en las zonas de Cisjordania donde Palestina tiene conducción. De esta manera, se avanza con lo que se llama judaización del territorio.

Palestina se encuentra en una situación crítica por todo lo expuesto, gubernamentalmente no tiene las fuerzas para contrarrestar el avance sionista, mientras que las potencias extranjeras son cómplices con el silencio o simplemente aliados estratégicos como lo es Estados Unidos.

El sociólogo argentino Daniel Feierstein1 afirma que el genocidio moderno se contempla como una práctica social específica que tiende a la destrucción y a la reorganización de las relaciones sociales. Esta práctica no se limita al aniquilamiento de un “otro negativo”, en términos del autor, sino que intenta reorganizar las relaciones sociales. Basándonos en esta definición, podemos asegurar que el sionismo encuentra como un “otro negativo” a los palestinos, y el proceso de reorganización que intentan llevar a cabo se basa en la colonización de toda Palestina pero sin la presencia de árabes.