Apuntes de Academia: martes esperando el clásico
Por Diego Kenis
La segunda de las cuatro combinaciones que buscaron Diego Milito y Gustavo Bou acabó en un penal dudoso pero indiscutible, porque en última instancia la intencionalidad de la mano quedará siempre librada a la interpretación del juez.
Milito canjeó la chance por gol, y Racing ganó. La crónica del partido académico será inevitablemente, al menos en estas primeras fechas, una descripción al cuadrado: la narración de lo que el conjunto hace, y el descubrimiento del equipo mientras el equipo mismo se descubre. Racing cambió un porcentaje muy alto de la composición de su plantel y eso convierte a este tiempo en el de la evaluación de las opciones. Aunque en el horizonte inmediato esté nada menos que el clásico ante Independiente.
El Videla bueno
Esta vez, su trabajo se apreció más. Racing relevó y bajó, compacto, y Arsenal no logró aprovechar contraataques como lo había hecho pocas horas atrás Tigre. Ezequiel Videla retrocedió a tomar contacto con el balón, pero la impronta global de la retaguardia fue distinta a la de aquel partido: aparecía, en varios segmentos, como el último hombre cuando el equipo tenía el dominio. Racing subía, a veces intentando seguir a Arrigo Sacchi, con Gustavo Lollo y Yonathan Cabral pisando el mismo Ecuador, y a otras dejando esas libertades de exploración a Leandro Grimi y, sobre todo, a Iván Pillud.
Videla confirmaba expectativas: claro y simple, administraba la pelota sin fallar casi ningún pase ni resignar un lugar expectante para atajar el vendaval si el intento en campo rival fracasaba. El mediocampo se contrae en lo largo y se expande en lo ancho, las puntas son transitadas a doble carril por este Racing de Diego Cocca.
2 x 9
¿Es posible jugar con dos centrodelanteros? La discusión viene desde hace mucho tiempo. La respuesta es incierta, como todo lo es: finalmente, depende de las características del jugador, su pericia para activarlas y la coordinación de los intérpretes. Y de rachas o azares, como todo en la vida.
El riesgo es el de perder los extremos, aunque ese no parece ser el escenario de Racing. Incluso ante Arsenal, cuando jugaron el recuperado Wason Rentería y Milito, el equipo albiceleste tuvo por izquierda la profundidad de Ricardo Centurión y por la derecha la de Pillud.
Rentería y Milito combinaron bien, demostraron sus condiciones, pivotearon alternativamente, desconcertaron a los zagueros rivales con descargas. No salieron los toques finales, los que buscan la red, pero algún caminito se trazó en la noche de martes de Avellaneda.
La exposición al contraataque es bastante, pero cerca del área adversaria Racing siempre ofrece al tenedor de la pelota opciones de apoyo. Con mediocampistas cuando están o con los laterales, descendientes de los viejos wines de la mitología, Racing circunvala el área.
Volviendo a la opción de área, hay un buen antecedente para las duplas 9- 9: aquellas de Milito y Luis Rueda o Nicolás Pavlovich en 2002, cuando todos éramos más jóvenes. El ex delantero del Inter es un jugador especial, que empezó jugando por afuera y encontró su ser en el centro, y ese bagaje acumulado lo hace prometedor de cara a la opción comentada. La generosidad para buscar a Bou ante un obsequio del arquero visitante, casi sobre el final del partido, parece confirmarlo.
Si la opción es viable o no para este equipo lo dirá el tiempo. Deberán confluir muchos factores, pero entre ellos se anota –a la hora de la puntada final- el pensamiento de equipo. Nunca resulta fácil y en el caso del nueve menos aún, la aprobación requiere gol y el gol cotiza en bolsa.