Bielsa se enfrenta a su enemigo más temido

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Bielsa se enfrenta a su enemigo más temido

05 Noviembre 2014

Por Enrique de la Calle

El Olympique de Marsella (OM), que dirige Marcelo Bielsa, volvió a ganar en la liga francesa que lo tiene como único puntero, con una diferencia de cuatro puntos sobre el Paris Saint Germain.  Justamente, el fin de semana visitará al equipo más poderoso del torneo: el actual bicampeón cuenta con estrellas de todos los colores, como Ibrahimovic, Pastore, Lavezzi, Cavani, Thiago Silva y David Luiz. El PSG parece imbatible.

Una vez más, el entrenador argentino se enfrentará a un dilema que parece cruzar toda su carrera como DT. ¿Cómo jugar ante rivales con más poderío? El rosarino suele privilegiar un juego ultraofensivo que no está dispuesto a negociar bajo ninguna circunstancia. Esa convicción ya lo puso en aprietos en el pasado, como cuando su Chile fue superado ampliamente por Brasil en el Mundial de Sudáfrica o el Atlético de Bilbao cayó vencido con relativa comodidad en las famosas finales contra el Atlético de Madrid o el Barcelona (por citar ejemplos recientes).

Será interesante ver qué hace esta vez Bielsa: ¿resignará su estilo basado en la presión en cancha rival y un ataque con muchos jugadores? Si lo hiciera: ¿dejaría en el camino algún valor impostergable? ¿Acaso ser ultraofensivo contra equipos superiores no es en definitiva contraproducente? Porque suele ocurrir que al pararse en campo rival con muchos futbolistas, el equipo más débil suele desatender las fortalezas del rival poderoso. De este modo, se obtiene un título de orden moral (“salió a atacar a pesar de todo”) que muchas veces no se condice con el desarrollo del juego, que finalmente domina el poderoso (que encuentra facilidades para sus individualidades).

Bielsa ha sabido reflexionar en las charlas futbolísticas en las que convierte muchas conferencias de prensa sobre las abismales diferencias que separan a los equipos en el fútbol moderno. Francia no es una excepción a esa regla. El PSG tiene un presupuesto fabuloso gracias a los aportes, no del todo claros, seguramente, de su dueño (un tal Amim Bin Hamad Al Thani). Para el rosarino, vencer a este tipo de equipos se vuelve casi una obligación ética. ¿Cuáles serán los modos que elegirá para enfrentarlo el próximo domingo?

En la fecha reciente, Olympique venció al débil Lens por 2 a 1 y mostró la peor faceta de “los equipos de Bielsa”. OM estuvo desequilibrado y se obstinó en repetir un único libreto: el ataque directo con muchos hombres. Sin movilidad entre los delanteros y con poca precisión en los volantes, el partido se jugó a toda velocidad, con paso rápido por la mitad de cancha. Ese contexto favoreció al Lens, que, parado de contragolpe, tuvo muchas jugadas claras de gol. El PSG no le perdonará esos descuidos.

Cuando nos reencontremos en esta columna, será con el diario del lunes y con el resultado del partido a mano. Que esperamos, por supuesto, favorezca a los dirigidos por el querible Marcelo Bielsa.