Boca-River: todo sigue igual

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Boca-River: todo sigue igual

01 Abril 2014

 

Por Ulises Castaño

Ráfagas -no más- de buen juego; lapsos más prolongados de ritmo vertiginoso. Lo mejor de Boca se vio cuando la pelota pasaba por los pies de Riquelme y descargaba rápido; en las encaradas del Burrito Martinez que sigue sin poder terminar las jugadas, y en las subidas de Insúa (de lo mejor de Boca). En River, cuando Lanzini encontraba huecos; cuando Cavenaghi se tiraba atrás (la imagen elocuente de esta etapa del nueve millonario) y cuando Rojas se animaba a ser algo más que un simple partenaire. Poco de Gago para lo que se espera de él (Sabella en la platea) Ledesma parejo como siempre. En general más empuje que claridad, como era de esperar.

Más allá de los errores arbitrales y sus consecuencias, hubo sorpresa en el partido en si porque hubo cierta superioridad de Boca, pero no respecto de cómo venia cada uno ni respecto al carácter excepcional que reviste siempre el superclásico.

A los doce del segundo tiempo Lanzini abrio el marcador cuando River consiguió poner a todos los colombianos en fila. Diez minutos después empató Riquelme con un tiro libre impecable, de esos que son como una clase sobre como pegarle, y que se va a pasar hasta el hartazgo con las mejores jugadas del diez, entre las cuales ya hay varias a River. Ya sobre los cinco minutos finales, lo remató Funes Mori de cabeza aprovechando un error de Orión para decretar el a 2 a 1.

Se vivió una sensación extraña con la salida de Riquelme a los 38 del segundo, y esto puede haber influido mal en el xeneixe. No tanto por lo que quedaba por hacer (se lo veía muy casado desde hacía rato y hoy se supo que no estaría en el próximo partido por lesión) sino porque pareció que allí Boca bajaba el telón del partido. Y en definitiva fue su disparo alado el que dio esperanzas a Boca.

El resultado final parece definitivo para la continuidad de ambos. Para Boca matemáticamente hay chances, futbolísticamente es difícil. Para River pareciera que en los dos casos hay chances.

Al terminar, Lanzini dijo que fueron inteligentes. Es verdad, y no más que eso, pero no es poco. De visitante, sin gente propia, después de 10 años, sufriendo a un Boca por momentos muy superior, parece acertada la apreciación. Riquelme dijo...bueno, en realidad cada vez se le entiende menos a Riquelme cuando habla, ni de que, ni para quien...en fin.

De los errores arbitrales no estoy seguro si vale mucho la pena hablar. Tanto el off side de Teo Gutierrez en el primer gol (a instancias del línea), como el corner del que se originó el segundo son jugadas muy finas y rápidas, de las cuales abundan en cualquier partido. En ésta última además, el error de Orion es tan grosero que le roba el podio al del árbitro.

Por otra parte, va siendo hora de terminar con esta histeria de “gritos y susurros”, sobre las actuaciones arbitrales, sobre todo porque siempre son cuando se pierde o perjudican. Y si se crean suspicacias como para intuir acciones programadas especialmente para perjudicar a uno u otro hay que denunciar y demostrar. Jueguen muchachos, jueguen, que de eso si que se ve poco, y en cambio si que se ven muchos errores de juego. Tantos como los de los árbitros, desde ya.

¿Acaso alguien aún espera que se cobren todo los penales que habría que cobrar en cada pelota parada que llega al área? No se cobran ni en los partidos de solteros contra casados ¿se van a cobrar en un superclásico?