A Cappela
Ángel Cappa sabe de fútbol y es un hombre claro en sus conceptos. Cuando opina lo hace con fundamentos y esta vez lo hizo al referirse al momento de Lionel Messi y el Barcelona. Pero su opinión puede llegar a sorprender a más de uno. En una entrevista que le hicieron en una radio catalana, el DT afirmó que La Pulga perdió su pasión por el fútbol” Bajo el titulo “Cappa y una cruda visión sobre la pasión de Messi por el fútbol”, así comienza la nota publicada en Clarín el día 6 de febrero.
Se objetará a esta nota que la realidad ya contestó por si misma (acaso solo eso importe) a las dudas sembradas con malicia por Cappa, cuando ayer el crack argentino volvió a marcar. Lo cierto es que una vez más (hace unos meses ya lo había intentado metiendo como en una bolsa de gatos a todo el plantel del Barcelona diciendo que no eran los de antes...y quien pudiera serlo, ¿no angelito?) el casi eterno ex técnico de algún club que casi gana algo volvió a destilar veneno por su boca sin que le tiemble el bigote.
Desde aquella primera declaración ando con la sangre en el ojo. Ya no, me dije al saber de estas ultimas donde el disparate (bastante premeditado por cierto) ya casi roza lo nefasto. Además, quien sabe, tal vez el poder sanador de la palabra le ayude en algo a pasar el evidente trance, -viejazo que le dicen-, o quizás una crisis existencial que, como suele suceder, le hace a uno darse cuenta que las cosas de este mundo, y sobre todo los hombres, pueden ser tan brillantes como opacos.
Y eso que soy de los que sostienen que crisis existenciales tenemos hasta el ultimo día si vamos al caso. El asunto es que llegados a cierta altura del camino, solemos aprender a darle otro cauce (y causa) a nuestros atroces e iluminados descubrimientos, los cuales, como se muestra, tampoco parecen tener a su persona como ejemplo a contrastar con el resto de los mortales. En este caso nada menos que Messi, y en materia futbolistica. ¿O acaso Cappa juega otro partido?
Arranca por la “derecha” el genio del fútbol mundial: “Ayer (Messi contra la Real Sociedad) participó un poquito más, pero el día del Valencia, yo no podía entender cómo un jugador podía jugar tan desapasionadamente al fútbol, y sobre todo él, que si miramos un partido suyo de hace 3 o 4 años, veíamos esa locura, esa pasión que tenía por jugar. Y no sé por qué razón esas cosas se le están acabando".
Me asusta tan solo pensar que tal vez un día lleguemos a la tajante conclusión de que Cappa no solo es perfecto, ¡sino también inmortal!
Y deja el tendal: "Yo no sé si será por la lesión o por lo que fuere, pero lo veo un poco apagado. Lo veo cumpliendo su tarea profesionalmente. Cuando dicen que un jugador es un gran profesional, yo prefiero que digan que es un gran amateur, porque el amateur siente el fútbol desde las tripas y juega con esa pasión. Si el jugador cumple como un profesional, deja de rendir"
Ah, esta bien, ahora al menos entiendo porque algunos amigos quemeros de buena fe hablan -mas que del campeonato perdido- del valor de bañarse con agua fría. Por lo demás, también deba pensar que sus equipos se movían gracias a sus dotes de resucitador y obedecían al sonido de su voz demiurgica.
Genio genio genio: "También pasa que la sociedad actual le va quitando sentido de la pertenencia al jugador, el jugador no sabe si juega para Adidas, para Nike, o para la gente, para su gente, o para la gente del barrio, y todas esas cosas confunden a veces a algunos jugadores. Él tendría que volver a sentir el fútbol como lo jugaba cuando tenía 13 o 14 años".
O sea, Ángel, para ver si nos vamos entendiendo: ¿Como cuando todavía usted no sabia siquiera de la existencia de Messi? Menos vamos a hablar de tener una opinión sobre sus posibilidades de volver en el tiempo cual Marty Mc Fly.
En algunos por un exceso de compasión ante su romanticismo estéril, en otros por una suerte de confuso compañerismo político, Ángel Cappa es repetidamente definido en los mismos términos que la primeras lineas de la nota aparecida en Clarín.
Al intentar componer esa imagen, no deja de llamarme la atención cómo antes de elegir decir lo que dijo (con la cantidad de pasos administrativo-burocráticos que conlleva esa amateur decisión), no haya siquiera advertido la posibilidad de pensar en nociones (rudimentarias guías, al menos) tales como: humano; miserabilidad; falibilidad; ampliación del campo de batalla; suerte; verde; que terminan por romper es jarrón; etcétera; carroña; inteligencia.
Lo que no llamaría para nada mi atención, es que Messi alguna vez, -y siendo bastante escueto-, sea definido como uno de los mejores jugadores de la historia.
Parte II: Ampliación del campo de batalla