Copa Confederaciones: Ganó Europa
Por Roi Waremkraut – ETER
Alemania se consagró campeón de la Copa Confederaciones por primera vez en su historia tras derrotar a Chile 1 a 0 en la final disputada en San Petersburgo. Es el cuarto título conseguido por Europa en diez ediciones de este certamen. Los anteriores los habían conseguido Francia en 2001 y 2003, y Noruega en 1995. Sin embargo, el dominio es de los seleccionados sudamericanos que levantaron la copa en cinco oportunidades: Brasil (1997, 2005, 2009 y 2013) y Argentina (1992). El trofeo restante se lo llevo México, de local, en 1999.
El trámite de la final fue bastante parejo. Chile se mostró más ambicioso desde el comienzo y sorprendió al equipo europeo, pero falló en la definición y lo pagó caro en su propio arco. Timo Werner aprovechó un error grosero en la salida del líbero Marcelo Díaz y asistió a Lars Stindl para abrir el marcador en la primera mitad. La Roja buscó el empate en el segundo tiempo y se encontró con la disciplina y el orden defensivos de una selección alemana, que no tuvo fisuras para mantener el arco en cero.
La consagración teutona toma más relevancia porque no incluyó en su formación, en todos los partidos de la Copa, a ninguno de los futbolistas que fueron campeones del mundo en Brasil 2014. Lo de Chile fue rotundamente distinto, ya que el conjunto trasandino utilizó a diez jugadores campeones de la última Copa América y hace diez años mantiene un equipo titular con pocos cambios, tanto en los nombres como en la fisionomía de juego.
La Copa Confederaciones nació en 1992, era organizada en Arabia Saudita y se llamaba Copa Rey Fahd. Antes, las competiciones intercontinentales estaban divididas. Por un lado se jugaba la Copa Artemio Franchi, disputada solamente en 1985 y 1993, que enfrentaba al campeón de Europa contra el de América del Sur; y por otro lado estaba la Copa de Naciones Afro-Asiáticas en la que se veían las caras los campeones de África y Asia.
En 1997, la FIFA se dio cuenta que era un gran negocio y elevó la categoría del certamen, convirtiéndolo en el más importante a nivel selecciones después del Mundial. A partir de ese momento, el torneo empezó a llamarse Copa FIFA Confederaciones y aumentó a ocho el número de participantes: el anfitrión, el campeón del mundo y los representantes de las seis confederaciones que componen la FIFA (AFC, CAF, Concacaf, Conmebol, OFC Y UEFA).
Desde 2001 se disputa un año antes del mundial, con el objetivo de testear la capacidad organizativa del país anfitrión. Hasta ahora, ninguna selección pudo alzarse con la Copa Confederaciones y la Copa del Mundo en años consecutivos. El desafío le tocará el año que viene a los alemanes, que también deberán defender el título obtenido en Brasil 2014.
El titular de la Federación Alemana de Fútbol (DBF), Reinhard Grindel, determinó que, por haber sido campeones, cada jugador se llevará 57 mil dólares de premio, además de los 34 mil que ya estaban estipulados antes del comienzo del torneo. Por ser la ganadora, la DBF se quedará con 5 millones de dólares, mientras que los chilenos ganarán 4,5 millones por el subcampeonato, los portugueses, que salieron terceros, recibirán 3,5 millones y los mexicanos obtendrán 3 millones. Sólo por haber participado del certamen, el resto de los países se aseguraron 2 millones cada uno (Australia, Nueva Zelanda, Camerún y Rusia).