Crónicas quemeras: Campeón y en Primera

Por Juan Ciucci

Cuando arrancó el año nos pusimos a escribir varias de estas crónicas, con la certeza de que volvíamos en ese campeonato que aun brindaba tres ascensos. La derrota en la final de La Plata nos marcó a fuego y lluvia; y el Mundial nos terminó de alejar de estos escritos.

Después no quisimos volcar en palabras lo que íbamos transitando en este torneo de dos zonas y diez ascensos. Estaba todo dado, pero nos complicábamos cada vez más, tanto que la derrota de local frente a Sportivo Belgrano a sólo cinco del final pareció definitiva. Mucha bronca en la cancha y Kudelka que se alejaba, dejando un equipo que parecía liquidado.

Pero, cosas raras tiene el fútbol, asumió Apuzzo y metió una racha de cuatro triunfos y una derrota, que le permitió llegar a la final de ayer, que con un 4 a 1 demoledor, nos puso nuevamente en Primera. De paso, ganó la Copa Argentina, con lo que cumplió aquel sueño cantado de “ver al Globo Campeón y otra vez en Primera”.

Con el sino trágico como destino, esta final no fue la excepción. Arrancó perdiendo y se perdía el empate por palos y travesaños, que condenaban al juego superior que demostró ante el rival de turno, Atlético Tucumán. Pero apareció el zapatazo de Mancinelli, y en el alargue los tucumanos no pudieron con el Huracán de fútbol que les pasó por arriba. Palabra aparte para Romero Gamarra, que con el gol que significó el ascenso demostró que está destinado a grandes cosas en la Quema.

Un fin de año glorioso, impensado meses atrás, cuando parecían venir días sombríos. De la mano de grandes actuaciones por parte de aquellos jugadores que parecían vencidos, Huracán metió un batacazo que le permite soñar con Copas (se viene ahora la Supercopa Argentina, y en breve la Sudamericana y la Libertadores…) y con una nueva (y esplendorosa) etapa en Primera. Volvimos, y vamos por todo.