Crónicas quemeras: llegar

Por Juan Ciucci

Falta poco, y los nervios van ganando toda la cancha. Aun antes de que comience el partido, los ánimos están expectantes, al borde de la crisis. En el Ducó, Huracán enfrentaba a Douglas Haig actualizando un partido que se suspendió por falta de luz hace unas semanas.

Se vivía un cero a cero con pocas chances de ambos lados, cuando Toranzo (en otro mal partido, y van…) se come el primero debajo del arco, de un modo inexplicable. Parecía que la tarde venía torcida, y que al Globo se le escapaban tres puntos fundamentales.

Más aun cuando a los 5 minutos del segundo tiempo el visitante se puso en ventaja, en la única jugada clara que tuvo en todo el partido. Un contragolpe que nace luego de un revote en su propia área, cuando un disparo tardío de Toranzo revotó para donde no debía, y comenzó la carrera de los de Pergamino hacia el gol. Volvía a comenzar ganando, como contra Independiente. Pero como el lunes, su rival se lo dio vuelta.

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La entrada de Caruso nuevamente le dio otro aire al Globo, y el ataque se hizo más claro e incisivo. El 9 transformó en gol el penal contra Espinoza, quien a los 17 convirtió el segundo y definitivo para el triunfo de Huracán. La calma volvió a Parque de los Patricios, y comenzó la fiesta del sueño del ascenso.

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Gran partido de Martínez, que se movió por todo el frente de ataque y dio la asistencia para el segundo. Buen partido de Arano, que pareció recordar pasadas épocas gloriosas. Buen partido de Capurro, Domínguez y el equipo en líneas generales, que volvió a  demostrar actitud y voluntad para ganar. Este triunfo demuestra que merece que se le tanga un poco de paciencia, ya que no baja los brazos nunca. Con el tiempo, los resultados se van dando.

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Así las cosas, el Globo igualó a Independiente en puntos y está a dos del ascenso. Cómo no va a soñar el Pueblo quemero que llenó el Ducó y esperar que en los tres partidos que quedan se dé la vuelta a Primera.