El periodismo deportivo y la ética del diario del lunes

Por Enrique de la Calle

La escena ocurre en el estadio de Racing, reciente campeón del fútbol argentino. Sobre el césped de la cancha improvisan un estudio de televisión. Formando una U se puede ver a los periodistas Chavo Fuks, Tití Fernández, Sebastián Vignolo, Daniel Marcucci y al ex entrenador Cai Aimar.

El lector podría cambiar los nombres, el programa y el canal de televisión, y la escena puede no variar demasiado. Tampoco los nombres propios, que aquí importan sólo para dar color a lo que se dice.

El que arranca es Tití Fernández (pudo haber sido cualquiera, insistimos): “Impresionante lo de Saja, que tuvo la grandeza de cederle el lugar a Diego Milito”, se entusiasmó. “Y eso que Saja es una institución dentro de otra institución, como es Racing”, agrega Fuks. “Vos fijate lo que pasó en River, Cavenaghi le sacó la cinta a Barovero, a pesar de que el arquero la llevó durante todo el campeonato. Son dos modos diferentes de actuar”, sigue Tití. De casualidad, no pidió la renuncia de Marcelo Gallardo. Es sabido, en el periodismo deportivo vale todo, menos la tibieza.

Temiendo quedar rezagado, Arcucci se subió al carro de los triunfadores: “Cocca es uno de los grandes protagonistas de este Racing”. Tití contragolpeó: “Cocca es de la nueva generación; me parece que es un técnico que llegó para quedarse mucho tiempo en Racing”.  Cambiando un poco de tema, Cai interrumpió: “El que es insustituible es Videla, el volante central. Un motorcito”. “Ah, claro, porque a Milito lo podés sustituir así nomás, ¿no Cai?”, le respondió Arcucci.

Durante las dos horas que dura el programa se extienden los elogios desmedidos para todos, sean presidente, entrenador, marcador de punta, utilero o jefe de la barra racinguista. Hace 40 días se hablaba de los supuestos vínculos ilegales de Cocca, un representante y el delantero Bou (antes de ayer, un nueve “sin jerarquía para un jugar en un grande, no jodamos”). Pero qué importa: señores periodistas, hoy es lunes y todo vale después del triunfo.