Las claves del River campeón
Por Santiago Asorey
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El Millonario finalmente lo logró y escribió una nueva página de gloria en la historia grande del club. El plantel será recordado como el que devolvió al club a su lugar histórico de campeón de fútbol argentino. Agrandando su lista de laureles a 35 campeonatos que consolida las estadísticas que lo ponen como el equipo más campeón y mas ganador del fútbol local. Estas fueron sus claves.
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La consolidación del eje cafetero
Uno de los posibles ejes de análisis es el trío colombiano: el central Eder Balanta, el volante Carlos Carbonero y el delantero Teo Gutiérrez. Las patriadas de Balanta cruzando la mitad de la cancha con el pecho inflado fueron una parte importante de este equipo. Aportando coraje para sorprender en las anticipaciones y firmeza en la marca. Si Carbonero no había convencido en la temporada previa, este torneo volvió a su mejor versión que Arsenal supo conocer. Fue una de las claves en el fuego ofensivo del equipo. Al igual que Carbonero, Teo no se había podido lucir en la temporada previa pero la llegada de Cavenaghi le cambió la cara al jugador colombiano que ya no sintió más la presión de ser el nueve del equipo y lució su estirpe goleadora (terminó con seis goles).
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El comandante
No es ninguna novedad decir que Ramón Díaz es un motivador nato. Un hombre capaz de construir no solamente equipos campeones sino transmitir a los jugadores mentalidad ganadora y ambiciosa para atacar siempre. Con todas las limitaciones del plantel, el técnico logró convencerlo de la necesidad de ser protagonista de los partidos. Les sacó la presión con su estilo mediático por momentos de alto perfil y el equipo se liberó. Todo un líder. Ramón sabia que el punto más flojo iba a ser la marca e instó a tomar siempre posesión de la pelota y atacar. Respetando la máxima que indica que la mejor defensa es un buen ataque. Con un plantel relativamente corto el técnico también supo encontrar recambio y acertó en los cambios que metió durante todo el torneo. Tanto titulares como suplentes respondieron en momentos claves. Como ejemplo máximo de eso; la respuesta de Chichizola ante la lesión de Barovero. Pero también esta el papel de Villlalva, Funes Mori y Kranevitter que también respondieron cuando les tocó entrar.
3
Una fortaleza monumental.
River se hizo muy fuerte de local. Ganó 27 puntos de 30 en su cancha. Fue casi imbatible frente a su hinchada. Solamente perdió un partido en el Monumental frente a Godoy Cruz. El resto de los partidos arrinconó a los rivales como el boxeador que busca noquear y pone frente a las cuerdas a su contrincante. Inclusive a los equipos más competitivos como San Lorenzo, Vélez y Lanús. Esa virtud histórica que River tuvo de hacerse fuerte de local fue debilitada durante los ultimos años en los cuales equipos chicos iban al Monumental y le faltaban el respeto a River. Este equipo revirtió esa tendencia negativa.
4
La consolidación de la juventud y la sabiduría de la experiencia.
Mucho tiene que ver este presente de River con la consolidación de jugadores jóvenes de las inferiores del club que habían explotado en temporadas anteriores de a fogonazos pero que no encontraban la estabilidad suficiente para campeonar. Pero la presencia lucida de Kranevitter y Lanzini sumado al regreso de Villalva fueron una cuota importante de sangre con ansias de gloria. Especialmente la de Lanzini que proyecta un gran futuro, seguramente en el futbol europeo. Lo de Ledesma esta noche fue la coronación de una larga carrera. El golazo del Lobo sacado de otra dimensión dio el toque de justicia poética que él necesitaba como premió ante su gran campeonato.
5
El ídolo goleador
Los dos goles de esta tarde de Cavenaghi frente a Quilmes cerraron un gran campeonato para el nueve que llegó a los ocho goles y se convirtió finalmente en el goleador del equipo. Su liderazgo firme como capitán insustituible e hijo de la casa que volvió en la noche más oscura y llevó de la mano al club de regreso a la luz. Hace un tiempo fue traicionado por la dirigencia de Pasarella pero no por el hincha. El amor del hincha de River por Cavenaghi fue mas fuerte y por eso se le abrieron las puertas del club. El nueve, el goleador, la futura leyenda devolvió el acto de amor llevando al club de vuelta a lo más alto del fútbol argentino. Sobre el cráneo de su rival histórico del Riachuelo, venciéndolo en su propia cancha con toda la hinchada en contra, en donde él ya conocía la victoria y el perfume del gol. Inclusive en los momentos en los que el Torito no brilló durante el torneo y el arco se le cerró fue fundamental para la unión y la mentalidad ganadora del equipo. Cavenaghi guió a través de su experiencia. De todos los jugadores nadie sabe más que él lo que significa ponerse el manto sagrado.
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