Sabella, un tipo fiel

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Sabella, un tipo fiel

15 Mayo 2014

Por Matías Fabrizio

La lista fue fiel a Sabella. Bah, Sabella fue fiel a él mismo al armarla, mejor dicho. Hubo algún nombre sorpresivo, pero no ni una pisca de improvisación en ningún aspecto. Vamos a repasar algún ejemplo para entender esta cuestión.

Los interrogantes principales están en el mediocampo, a raíz de la lesión de Fernando Gago y la complicación pulmonar de Ever Banega, que lo tuvo unos días internado. En este sentido, apareció en la lista Fabián Rinaudo, ex Gimnasia y Esgrima de La Plata y actual Catania (ITA). Lo dicho, en los papeles, un jugador que no jugó más de 20 minutos en el ciclo sorprende, pero bien vale tener un 5 extra a mano, por las dudas. En principio, ni el de Boca ni el de Newell’s deberían tener problemas para llegar en condiciones, pero con Fito Rinaudo, Sabella se cubre por cualquier cosa.

Siguiendo la lógica de los ocho volantes dentro de los 23, y viendo que hay cuatro volantes centrales, quedan otros cuatro. Uno es indiscutible: Angelito Di María. Otro es prácticamente una fija también: Maxi Rodríguez. Entre los demás, José Sosa tiene la ventaja de ser uno de los favoritos del DT; Augusto Fernández la de ser el único que hoy en día es naturalmente volante exterior; Enzo Pérez tiene un gran presente en el Benfica, no sólo jugando por afuera en función ofensiva, como siempre, sino que suele jugar como doble cinco; Ricky Álvarez es el único zurdo, el más parecido a Di María y también el que puede pararse de enganche, ocasionalmente. De estos cuatro, quedarán dos, y puede ser cualquiera.

Este brevísimo repaso no intenta marcar cuáles serán los que finalmente integren la lista de 23 que jugarán el Mundial, sino resaltar que, sin ninguna duda, es una lista Sabellista. Donde hay una duda, el tipo tiene opciones. Donde surgió un inconveniente, ahora hay soluciones. De acá a junio, el cuerpo técnico podrá ver jugadores, podrá hablar con ellos y los tendrá cerca para ver cómo se recuperan de sus lesiones los que están con alguna complicación.

Sabella siempre fue fiel a su estilo, a su personalidad. Por este camino, la Selección recorrió las Eliminatorias con sólo uno o dos traspiés, y el resto alegrías. Con este perfil, se encontró en Messi al líder ideal, adentro y afuera de la cancha, y también a un grupo de entre 18 y 25 jugadores que se supieron encolumnar detrás del 10 y del DT. Si sale todo bien, dirán que fue por Messi. Si no, la culpa será de Sabella. Pase lo que pase, el DT hizo lo que tuvo que hacer: armar el equipo alrededor del 10, contenerlo, rodearlo de jugadores que hablan su idioma. Hizo mejor al mejor del mundo.

Sabella es respetuoso, correcto y serio. Nunca morirá con la suya como Bielsa, porque sabe adaptarse y cambiar a tiempo. Nunca se excusará ante una derrota con que los jugadores tuvieron un mal día, como Basile. Y sobre todo, tampoco dirá jamás que un equipo rival es un chamuyo (y mucho menos lo dirá de Alemania), como Maradona. Argentina puede ser campeón o no, como otras cinco, seis o siete selecciones. Lo bueno, como decía el Bambino Veira, es que la base está.