Sin sorpresas en el Grupo G
Por Matías Fabrizio
El partido entre Alemania y Estados Unidos podría dividirse en tres porciones. La primera, donde jugaron como si el empate no les sirviera a ambos (¿qué sentirán aquellos que aseguraban una igualdad pactada?). La banda de Philipp Lahm y Bastian Schwensteiger tocó y abrió la cancha, trató de exprimir los –pocos- espacios que dejaban los norteamericanos aprovechando la movilidad de Thomas Müller y la subida de los laterales, más que en otros partidos, sobre todo la de Jerome Boateng.
Pero claro, Estados Unidos también estaba a full. En defensa, los once se paraban bien cerrados, sobre todo por la franja central del campo, para que los alemanes se vieran casi obligados a buscar el desborde y el centro lateral, en lugar de entrar tocando. En ataque, lo que ya se vio en partidos anteriores: avance en bloque, con pases de lado a lado, tratando de ocupar cada metro del campo de juego.
La segunda parte del partido vino rondando los 30’ del primer tiempo, cuando, lógicamente, los alemanes bajaron un poco el ritmo ante el sistema defensivo rival, y los norteamericanos hicieron lo propio, desgastados por su propia estrategia de defender y atacar con mucha gente. Sin muchas emociones, así transcurrió el último rato de la primera parte y el comienzo de la segunda. A los diez del complemento vino el gol, para sacudir un poco. Tim Howard despejó contra el vértice del área después de un cabezazo de Per Mertesacker, pero justo le cayó al joven maravilla, a Müller. Sin pararla, de cara interna, con un leve chanfle, puso la pelota en el palo más lejano del arquero.
Luego vino el último tercio del juego, ese en el que, a pesar de quedar más de 20, 25 minutos por delante, vio a ambos equipos más o menos acomodados con el resultado, porque Estados Unidos, si bien sí o sí necesitaba hacer un gol (para ese entonces, Ghana igualaba en uno con Portugal, pero si metía otro y se ponía 2-1, los africanos hubieran quedado posicionados en octavos), no tuvo, y no tiene, demasiadas muestras de rebeldía o de salirse del muy buen libreto que ha inculcado Jurgen Klinsmann.
Del otro lado, Portugal venció a Ghana, solamente por el honor. Si bien matemáticamente tenían chances ambos, las Estrellas Negras tenían posibilidades “reales”, mientras que los ibéricos debían descontar la diferencia de cuatro goles en contra. Fue 2-1 para los portugueses, así que Estados Unidos pudo perder tranquilo contra Alemania e igual asegurarse el segundo lugar.
Se vio a un Cristiano Ronaldo más activo, pateando de lejos y también entrando de 9 a recibir centros. Ghana tuvo alguna de contra, pero antes de que pudieran acomodarse, Miguel Veloso tiró un centro y John Boye, defensor, la metió en contra. Empató, cuándo no, Asamoah Gyan de cabeza, tras un centro tan raro como preciso de Ayew. El gol envalentonó a los africanos, de hecho Waris se perdió el segundo, que hubiera significado la clasificación, tras cabecear solo en el borde del área chica.
A los 80’ quedó un rebote, una pelota suelta. Presionado en la línea del arco, Dauda la dejó servida cerca del punto penal, y Cristiano Ronaldo definió de zurda, fuerte y cruzado. Antes, durante y después del remate, CR7 pareció harto, haciendo el gol de compromiso, sin disfrutar. Y así pasó Portugal por el Mundial, sin gozar, sin aprovechar, jugando peor que mal. Sin lugar a dudas, una de las cinco peores selecciones del torneo, así como el crack del Real Madrid ha sido tal vez la gran decepción, en cuanto a rendimientos individuales, si bien hay que reconocerle que llegó con complicaciones físicas producto de una temporada larguísima y exitosa. Quedará para los portugueses la reflexión de cómo hacer para que el 7 mejore al equipo o que el conjunto lo explote a él.
Concluyendo el grupo G, uno de los que más prometía, Alemania y Estados Unidos consiguieron el pase a octavos. El formato de los cruces pone al “Team USA” en el camino de Argentina en un hipotético cruce de cuartos de final, mientras que con los germanos únicamente habría duelo en una final. Se puede asegurar que EEUU es una de las grandes satisfacciones, en cuanto al juego, que viene dejando el Mundial, así como también que Alemania es siempre candidato, siempre temible, siempre poderoso. ¿Quién discutiría que Ghana, al igual que Costa de Marfil en esta época, Nigeria y Camerún en los 90’, Senegal en 2002, etc, se sigue quedando en las promesas, en lo que parecía, en lo que podía ser? ¿Cuándo un equipo africano va a concretar? Y de Portugal lo dicho, si potenciaban a su figura, los cuartos o hasta la semi parecían un destino justo. Esperaron que, disminuido y todo, los salve. Y se vuelven a Europa temprano.
Alemania jugará los octavos el lunes 30 en Porto Alegre con el segundo del Grupo H, mientras que EEUU lo hará el 1ro de julio en Salvador, ante el 1ro del último grupo.