Presupuesto: el macrismo propone un fuerte recorte sobre las universidades nacionales
Por Redacción APU
Como es de público conocimiento, el presupuesto 2017 contempla una reducción de las partidas para el área de Ciencia y Tecnología. Ese ajuste generó críticas desde diferentes ámbitos, lo que produjo que el propio ministro Lino Barañao amagara con renunciar, luego de haber defendido el recorte.
Ahora, los docentes e investigadores denunciaron que ese ajuste también golpeará a las universidades nacionales, que sufrirán una merma en sus recursos. “Se observan indicios que adelantan una paralización del proceso de expansión y fortalecimiento del sistema universitario público. A modo de ejemplo, se proyecta una disminución del 70% en gastos para infraestructura y equipamiento de las universidades; una disminución de la meta de becas para estudiantes de bajos recursos, de las becas para carreras prioritarias, y la anulación de los incentivos para la finalización de la carrera de ingeniería”, describió la Federación Nacional de Docentes Universitarios.
Así las cosas, el presupuesto destinado a la universidad pasará del 0,86% del PBI al 0,81%. Es la primera vez que se registra una caída en más de una década. Además, “establece una pauta de aumento salarial de tan sólo un 17 % intentando imponer un techo a las paritarias”, dijeron desde la Federación.
Sin embargo, los docentes alertaron que esa situación de ajuste no será similar para las 54 universidades nacionales que hay en el país. En las redes sociales, los investigadores denunciaron que hay un intento de acuerdo entre el massismo y el macrismo para dejar afuera de los recortes a 21 instituciones, “alineadas” políticamente con esos espacios. Esas universidades recibirían una partida extra de mil millones. El presupuesto 2017 se discute en el Congreso nacional.
Universidades "amigas"
La Universidad Nacional de las Artes (UNA) solicitó al Congreso "la revisión urgente de los criterios aprobados en comisión de diputados, de acuerdo a los cuales el total de los refuerzos presupuestarios fueron destinados arbitrariamente a 21 de las 55 universidades públicas nacionales". "Los refuerzos presupuestarios, conocidos como planilla B, son los destinados a financiar problemas de infraestructura, programas especiales y carreras nuevas, entre otros gastos. Históricamente su distribución se realizaba por un modelo de pautas, un sistema de consenso universitario, de acuerdo a los modelos del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que reúne al pleno de los rectores de todas las universidades públicas nacionales y por el cual se evitan arbitrariedades", describió.
Según lo aprobado en comisión de Diputados, se "repartiría la totalidad de la planilla B, 1.028 millones de pesos, entre 21 universidades 'amigas' dejando afuera del refuerzo a 34 universidades nacionales cuyos gastos de funcionamiento, conocidos como planilla A, ya es deficitario".
“Es imposible saber de dónde sale el criterio para la elección de las universidades beneficiadas ya que no lo envía el Ministerio de Educación, ni el CIN. De esta manera, los refuerzos presupuestarios son distribuidos muy arbitrariamente sólo entre algunas universidades”, afirmó Sandra Torlucci, rectora de la Universidad Nacional de las Artes.