Garfunkel en el exilio: Angelici y la impunidad macrista
Por Redacción APU
“Estoy en un exilio forzado, no voluntario. Mi hija de tres años, debería estar estudiando en el colegio, en Buenos Aires, y no la puedo mandar”. Cuesta creerlo, pero el empresario que junto a su socio Sergio Szpolski es responsable por el vaciamiento del Grupo 23 y la estafa contra sus trabajadores, se victimizó en una entrevista con el diario Clarín.
“Mi idea es volver y tener una vida tranquila. Lo único que quiero es que la Justicia meta preso a los que tienen que ir presos, que deje de proteger a las personas que no sólo le hicieron daño a otras personas, sino que tanto daño le han hecho a la Argentina, a la democracia, a las instituciones. Pido que los jueces vayan detrás de quienes cometieron estos delitos. Están no sólo Szpolski, sino también (Darío) Richarte, (Javier) Fernández y (Juan José) Gallea”, indicó.
Intentando despegarse del conflicto y la estafa, Garfunkel brindó sin embargo detalles reveladores del papel de un personaje que en estos días complica al gobierno, incluso en su relación con aliados: Angelici.
Al explicar su reacción ante la venta de varios medios del grupo, indicó que “el abogado que me representa llevaba una conversación paralela con Szpolski, para ver si podíamos a un entendimiento (sic), pero todo terminó abruptamente, porque es un mentiroso serial. Hasta recurrí a un conocido. Me comuniqué con Angelici, para ver si Szpolski le estaba transmitiendo los mensajes a Richarte. Y me dijo que sí”.
En relación al rol del lobista número uno del macrismo, explicó que “Darío Richarte es abogado de Angelici y forma parte de la Comisión Directiva de Boca. En la última reunión que tuvimos, Richarte dijo que no quería tener ningún problema, porque se estaba presentando como candidato en Boca con Angelici. Y como una amenaza, nos dijo: “acá nos salvamos todos o me salvo yo solo, por mi relación con Angelici y el macrismo”. Richarte es un socio oculto de Szpolski”.
Claro que en la nota Clarín no destaca esta denuncia de intervención ante la justicia del macrismo, aunque tampoco evita publicarla. Parte de la intrincada relación con el gobierno, y de la oscura figura del Presidente de Boca, quien parece no estar pasando sus mejores días en el violento oficio de lobista.