La Nación y el retorno a la flexibilización laboral
Por Redacción APU
La apuesta del diario es clara desde un principio: "Prohibir los despidos desalentará el empleo" titula su editorial del día La Nación. Allí critica los proyectos de ley de los diputados Facundo Moyano y Alberto Roberti para declarar una emergencia laboral y que se encuentran en análisis de las comisiones de Legislación del Trabajo y de Hacienda de la Cámara de Diputados de la Nación.
El lobby empresarial que encarna "la tribuna de doctrina" contra estos proyectos los lleva a teorizar sobre el resultado que traería la propuesta. "La intención voluntarista de pretender cambiar por una ley o un decreto los acontecimientos que impone la realidad siempre termina en consecuencias no deseadas, más perjudiciales que el objetivo perseguido". Con ese criterio, claro, ninguna ley debería ser propuesta.
Supone que traerá problemas para aquellos que busquen empleo ya que "la prohibición del despido o su encarecimiento desmedido crearían una prevención de los empleadores a contratar nuevo personal o siquiera a reemplazar a los que renuncien o se retiren".
Apela a su peculiar interpretación de una ley histórica del peronismo para sostener su postura: el congelamiento de los alquileres y la prohibición de desalojos durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón. Según La Nación, la ley que les permitió lograr la casa propia a los miles de argentinos que eran estafados (como hoy) por sus locadores "arruinó a los propietarios, pero también a los potenciales locatarios, por cuanto se desplomó la inversión en viviendas para alquilar y nadie quería aceptar un inquilino nuevo" y "se empobreció a quienes habían invertido sus ahorros en inmuebles".
En el final, recupera su tradición liberal para proponer soluciones: "en épocas de crisis deben evitarse, con más razón, estas rigideces y sobrecostos, si lo que se pretende es una política laboral de promoción del empleo, deberían estudiarse mecanismos de flexibilización y, particularmente, la descentralización de las negociaciones de salarios y condiciones de trabajo, privilegiando los acuerdos a nivel de empresa". Es decir: que los patrones decidan qué hacer.
"Debe ponerse todo el empeño en promover la inversión", continúa, "que es el único camino para crear empleo genuino y mejorar los salarios". Es decir, más liberalismo. "El gobierno de Macri se ha movido en esa dirección en su esfuerzo por salir del default y retornar a los mercados internacionales de capital. El costo del dinero seguramente se reducirá en beneficio de la inversión, aunque también deberá disminuirse el gasto público como condición necesaria para asegurar un horizonte fiscal de equilibrio".
Para le final, recupera sus críticas a quienes se oponen a dejar librado al mercado el presente y el futuro de los trabajadores: "Sólo de esta forma se logrará vencer el desempleo, la inflación y la pobreza, que algunos creen poder resolver mágicamente con viejas recetas populistas". En los próximos días veremos cómo avanza el apriete pro patronal, y quienes se muestran permeables a esta postura en el Congreso.