Bajan a Altamira de la dirección del PO por "filokirchnerista"
Por José Cornejo Pérez*
Los “prágmaticos” contra los “principistas”
El proceso político producido en el PO importa más allá de los debates “troskos” debido a que se trata de una “marca” de la izquierda que produce sentido en los diversos debates de la militancia popular. El grupo dirigente de distintos sectores del aparato del PO ha ido desplazando progresivamente a la “vieja guardia” del PO, de mayor impronta teórica, o como ellos dicen “principista”.
El más conocido es Néstor Pitrola, pero algunos sindican como verdadero arquitecto del “nuevo PO” a Gabriel Solano, histórico dirigente de la “rosca universitaria” de la FUBA. Pitrola y Solano encabezan una mayoría en el Partido Obrero, los “pragmáticos”, que han decidido sacarse de encima a los representantes de la fracción minoritaria de Altamira, donde también participa Marcelo Ramal, ex legislador porteño y docente de la Facultad de Económicas, extremadamente respetado por su honestidad y coherencia en diversos ámbitos.
Espionaje interno
El último Congreso del PO fue una catástrofe para el estado de ánimo de muchos “troskos”. La dirección de Solano y Pitrola está acusada de realizar espionaje interno contra la fracción de Altamira y Ramal. Es decir, “el nuevo PO” aplicaría los mismos métodos estalinistas que dice repudiar, e incluso métodos policíacos, en medio de un debate con sus propios compañeros. Para muchos militantes, el hecho se agrava si tenemos en cuenta que se trata de antiguos dirigentes que construyeron el Partido Obrero bajo el fuego de la dictadura cívico-militar (Ramal, quien sufrió el espionaje, fue activo colaborador de las Madres de Plaza de Mayo). Los mecanismos denunciados parecen estar en línea con lo denunciado en el pasado por el grupo de Juan Marino, actual “Partido Piquetero” (ex “Tendencia Piquetera Revolucionaria”). Como resultado, Altamira y Ramal fueron eliminados del Comité Central del PO.
Catástrofe de la izquierda en Córdoba
El “nuevo PO” está más cómodo con el PTS, que dirige Guillermo Pistonesi y cuyas caras públicas son Myriam Bregman y Nicolás del Caño. Así lo ha expresado la reciente discusión en el PO y en el Frente de Izquierda sobre las elecciones de Córdoba. Altamira criticó públicamente al Frente de Izquierda por engañarse a sí mismo y hacer un balance triunfalista que no considera correcto. Según Altamira, en Córdoba, “el Frente de Izquierda ha sufrido un desplome de votos que debe merecer la mayor atención. Ha descendido un 40% respecto a 2015, lo que reduce su representación provincial de tres legisladores a uno. El 3% de los sufragios que ha obtenido, en promedio, se encuentra muy lejos del 9% de 2013, en una elección mucho más difícil porque era nacional”.
Para Altamira, “La amplitud del retroceso se ve acentuada por el retiro de la candidatura del kirchnerismo, el cual ha sido caracterizado, repetidamente, como una “contención” del avance de la izquierda - ahora lo habría sido el pejotismo-proto macrista. La simple eliminación del ‘obstáculo’ kirchnerista no redundó en un crecimiento sino en una caída mayor - o sea que el ‘obstáculo’ se encuentra en otro lado””. En palabras claras: Altamira le dice al Frente de Izquierda que es mentira que el kirchnerismo bloquea su desarrollo, sino que el Frente de Izquierda no se desarrolla por su propia incapacidad. Los dirigentes del “nuevo PO” y Guillermo Pistonesi salieron a negar que el FIT esté en retroceso, a pesar de la contundencia de los números.
Ponele (filo)kirchnerista a todo
Esta y otras afirmaciones de Altamira le han valido por parte del “nuevo PO” de Solano y Pitrola la inverosímil acusación de “filokirchnerista”. ¿Alguien en su sano juicio podría creerlo realmente? Es decir, para Solano y Pitrola sería “filokirchnerista” reconocer que el Frente de Izquierda no logra superar al kirchnerismo ni tampoco ganar sectores de izquierda que están en el kirchnerismo hoy día.
Uno de los principales debates del Congreso del PO fue alrededor de la cuestión “insurreccional”. Altamira sostiene la necesidad, en línea con los planteos leninistas-trotskistas, de pelear por “Fuera Macri” y la realización de una “Asamblea Constituyente”, mientras que Solano y Pitrola buscan desconcentrar el ataque de la izquierda contra el oficialismo cambiemita planteando “Fuera Macri y los gobernadores del PJ”, como si se tratara de lo mismo.
Parece que en el trotskismo también, cuando faltan los argumentos, se incurre en chicanas para defender el poder de los aparatos, y que los “pragmáticos” a veces, son también los más ciegos y sectarios.
* Director Agencia Paco Urondo. El autor original del artículo decidió no firmarlo por temor a represalias.