Campaña Tierra, Techo y Trabajo para la Victoria
Frente el último tramo del recorrido hacia las presidenciales del domingo 25 de octubre, un grupo de organizaciones integrado por movimientos populares, representaciones gremiales y agrupaciones partidarias constituyeron el “Comando Scioli para la Victoria – Tierra, Techo y Trabajo”.
Consideran que desde 2003 este proyecto ha puesto de pie a nuestra querida Argentina: "Hemos recuperado el TRABAJO, la FAMILIA y la AUTOESTIMA de nuestro PUEBLO. Este proyecto político dejará al próximo presidente un mejor país de aquel que recibió. Tenemos que garantizar que Daniel Scioli sea el próximo presidente para seguir profundizando este proyecto, iniciado hace 12 años por Néstor y Cristina. Sabemos lo que se hizo y sabemos lo que aún falta".
Entre las organizaciones que integran la herramienta electoral figuran el Movimiento Evita, la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), y Seamos Libres, entre otras fuerzas.
Esta campaña fundamenta sus ejes en el mensaje que dejó el Papa Francisco en su paso por América Latina sobre las tres T. Tierra, Techo y Trabajo: Ni un campesino sin tierra, ni una familia sin techo, ni un trabajador sin derecho. Y en consonancia con este concepto, Daniel Scioli incorpora las tres I como complemento estratégico en su plataforma: Igualdad, Inversión e Innovación.
Las propuestas
Los movimientos populares que acompañan la candidatura presidencial del FpV a través del Comando “Scioli para la Victoria” desarrollaron una propuesta destinada a “institucionalizar el conjunto de acciones que fortalezcan a la economía popular”, que consideran se “traduce en la creación de un ministerio”.
La misma incluye la “dignificación del trabajo, a través de medidas como la transformación del subsidio en salario, la promoción del primer trabajo juvenil o el derecho a gremializarse y a discutir las paritarias sociales”.
También impulsa la creación de “empresas populares” que incluye a todas las experiencias de la Economía Popular como pueden ser, los talleres textiles, los vendedores ambulantes, los recicladores urbanos, así como las cooperativas de construcción hasta la agricultura familiar y muchos otros tipos de trabajo sobre los que se han organizado dichos sectores, con soportes basados en herramientas como un Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Economía Popular y un Banco Popular.
La propuesta abarca la “obra pública popular”, basada en infraestructura, servicios y transporte que permitan la generación de trabajo para las cooperativas y las empresas populares.
En lo relacionado con la producción agricultura familiar y bajo el objetivo de “recuperar la tierra para nuestro pueblo”, plantean la creación de un millón de lotes para vivienda popular y otras tantas chacras y granjas para el sector. En el plano habitacional, también proponen la construcción de barrios con servicios e infraestructura adecuados, junto al fomento de la autoconstrucción y las cooperativas y el desarrollo de créditos para el acceso a viviendas que incluyan la compra de lotes y los costos de construcción.
En planos más generales, expresa el interés de los movimientos populares en “ampliar los derechos humanos de manera integral”, a través de la consolidación de un Estado que “sirva como reparador de asimetrías, generador de condiciones y hacedor de herramientas para la inclusión y la equidad y que interceda en la economía con reformas fiscales o impuestos progresivos”.